.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 21 de marzo de 2004

Antonio Gershenson

Los precios de la energía y sus secuelas

El petróleo crudo alcanzó su precio más alto en varios años. No sólo hablamos del valor de un día, el promedio de lo que va del mes también es muy alto. El gas natural en América del Norte, sin tener el costo más alto, sí configura una tendencia a que se mantengan los precios altos de este energético: 17 meses consecutivos en los que el precio mensual de referencia de Houston no baja de los cuatro dólares por millón de BTUs, cuando antes de 2000 la cotización oscilaba en torno a los 2 dólares. En abril esto seguirá, inclusive con un posible aumento frente a marzo.

Esto, a su vez, contribuye a precios altos de la electricidad en las llamadas tarifas generales. Ya en años anteriores el disparo en las tarifas en alta tensión, que tradicionalmente estaban subsidiadas, ha motivado cierres de plantas industriales. Ahora puede suceder algo similar: en 2003 hubo dos meses, mayo y junio, en que las tarifas en alta tensión fueron más de 80 por ciento superiores a la de abril de 1999, el mes más bajo de ese año. Ahora ya en marzo se rebasó ese 80 por ciento. Y los actuales precios altos de los combustibles se reflejarán sobre todo en el próximo mes. Los altos precios de las fuentes originales de energía en Estados Unidos de marzo se traducen en un crecimiento de los precios de esas mismas fuentes en México, ya en abril. Y éstas se traducen en aumentos en las tarifas eléctricas de mayo,

Las causas de este comportamiento del mercado son varias. En primer lugar, la capacidad de producir petróleo está concentrada, en cuanto a capacidad de exportación y de elevar las exportaciones, en unos cuantos países. La mayoría de éstos están en la OPEP y se han coordinado para mantener una producción limitada. El principal exportador de fuera de la OPEP, Rusia, ha estado recuperando el control de sus exportaciones de energía y aunque exporta más que antes, no alcanza a afectar al mercado a la baja. En el caso de México, el único otro exportador importante que no está en la OPEP, aunque ha aumentado sus exportaciones inclusive por encima de un nivel sostenible o sustentable, tampoco inyecta al mercado cantidades importantes de crudo que afecten los precios en las actuales condiciones.

En contraste con esta oferta limitada, la demanda crece. Por un lado, hay una cierta recuperación económica en los países que tradicionalmente han sido los de mayor consumo: Estados Unidos y Canadá, Europa occidental y Japón. Pero el mayor aumento porcentual del consumo está en China, cuyo consumo ya rebasó al de Japón, y que mantiene ritmos de crecimiento superiores a 7 por ciento anual.

A estos elementos de fondo se agregan otros del momento: la guerra de Irak no sólo sigue sino que adquiere nuevas implicaciones; la situación en Venezuela deja a esa fuente de energéticos, no sólo sin voluntad de aumentar sus exportaciones, sino inclusive advirtiendo sobre posibles reducciones o reorientaciones de las mismas. En general, la polarización internacional generada por las posiciones derechistas intolerantes, por un lado, y por un sospechoso terrorismo islámico, por el otro, dificulta la operación de empresas estadunidenses en amplias zonas de mayoría musulmana en las que se encuentra la absoluta mayoría de las reservas de petróleo del mundo. El que esa derecha intolerante haya sido barrida del poder en España y el que partidos de derecha hayan quedado sin representación parlamentaria en Rusia, hace más desesperada la posición de los ultras y genera incertidumbre en sectores de inversionistas que pesan en la industria petrolera.

En cuanto al gas, el abuso de este combustible, en América del Norte, en la generación de electricidad sin que haya capacidad suficiente para abastecer la nueva demanda, se ha traducido en un gas natural caro. El precio promedio de 2003 fue casi el triple del que se supuso, para ese mismo año, en las bases del concurso de la planta eléctrica de gas -ciclo combinado Mérida III. Así que estamos pagando cara la energía por todas partes, incluida la electricidad.

Cuando se supone viene la recuperación, vemos una serie de síntomas y medidas recesivas. El Banco de México retira más dinero de la circulación, aumentando el llamado corto. La energía cara ya motivó en años anteriores el cierre de plantas industriales. Muy posiblemente lo volvamos a tener. Y en Estados Unidos ya se habla de los efectos recesivos del petróleo caro, del gas caro, cuando apenas empieza a verse claro el principio de la recuperación. Y como se ha inducido una dependencia extrema de nuestra economía frente a lo que pasa en el país vecino, pues ese será también un elemento recesivo aquí.

Podríamos tener un elemento para contrarrestar esa amenaza de recesión: mucho más dólares por el petróleo exportado. Frente a las geniales previsiones de los tecnócratas de un precio promedio de 20 dólares por barril para las exportaciones mexicanas de crudo, andamos con precios hasta de 28 dólares. El precio promedio hasta el viernes pasado ya rebasó los 26 dólares. Esos seis dólares por encima de la "previsión" oficial equivalen a un ingreso adicional, sólo por las exportaciones y hasta el momento, de más de 3 mil 700 millones de dólares. Este monto es mayor que el costo de una refinería nueva, pero si ésta se hiciera, la inversión se repartiría en tres años. En general, el uso productivo de ese dinero, esa cantidad de inversión más su efecto multiplicador con la inversión privada, representaría un empujón muy sólido a la economía nacional. Y hablamos del ingreso no programado, no presupuestado, en menos de tres meses.

Sin embrago, eso difícilmente sucederá. Todos los esfuerzos publicitarios y de todo tipo, de los tecnócratas y otros derechistas que los acompañan, va encaminado a frenar este tipo de alternativas. Quieren poder usar ese dinero impunemente, para seguir con las exenciones fiscales y otros subsidios al sector financiero, a costa del hundimiento de los sectores productivos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email