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México D.F. Jueves 1 de abril de 2004

Miguel Marín Bosch *

Poisson d'avril en marzo

La semana pasada, Estados Unidos hizo dos cosas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que retratan muy bien la actitud de la administración del presidente George W. Bush hacia el derecho internacional y los foros multilaterales. Primero, hace ocho días vetó un proyecto de resolución en el que el consejo hubiera condenado a Israel por el asesinato de Ahmed Yassin, líder espiritual del movimiento de resistencia palestino Hamas. Cuando menos la Comisión de Derechos Humanos sí logró aprobar una resolución condenatoria de ese crimen cometido por un Estado.

Segundo, el día anterior al veto, Estados Unidos había empezado a distribuir entre todos los miembros el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución sobre un tema muy distinto. Elaborado en Washington, el texto pretende que el consejo legisle a escala mundial para criminalizar las actividades de terroristas y otros actores no estatales en el campo de la proliferación de las armas biológicas, químicas y nucleares -las armas de destrucción en masa (ADM)- y sus vectores. En particular, se refiere al tráfico ilícito de ADM y sus vectores, así como de materiales conexos. Por actor no estatal se entiende un individuo o una entidad que actúa fuera de la ley del Estado. Por vector se entiende un misil, proyectil u otro sistema capaz de transportar ADM. Por material conexo se entiende materiales, equipo y tecnología que podrían utilizarse en el diseño, desarrollo, producción o uso de ADM y sus vectores.

El proyecto de resolución fue copatrocinado inicialmente por el Reino Unido (šqué sorpresa!) y consultado previamente con los otros tres miembros permanentes (China, Francia y Rusia), todos poseedores de armas nucleares. El texto recoge las propuestas presentadas el pasado 11 de febrero por el presidente Bush en su discurso en la National Defense University, y ahora está siendo discutido por los demás miembros del consejo. Ya tiene el visto bueno de España y Rumania (flamante nuevo miembro de la OTAN). Por lo tanto, los otros ocho miembros no permanentes (Angola, Alemania, Argelia, Benín, Brasil, Chile, Filipinas y Pakistán) tendrán que espabilarse y presentar sus puntos de vista, incluyendo enmiendas, sobre el fondo del asunto. Dada la importancia del tema, ojalá que el consejo acepte la idea de llevar a cabo un debate público en el que puedan participar todos los miembros de la ONU.

El proyecto de resolución plantea varios retos a la ONU y a aquellos países que, como México, han venido abogando, no por el llamado control de las ADM, sino por su eliminación, es decir, por un genuino desarme. La comunidad internacional ya ha acordado, en sendos tratados negociados multilateralmente, eliminar las armas biológicas y químicas. Falta prohibir las nucleares.

En el pasado, el Consejo de Seguridad ha abordado el tema de la proliferación de las ADM. Pero lo ha hecho con otro enfoque. Por ejemplo, el 31 de enero de 1992, el consejo aprobó una declaración de su presidente al término de lo que fue su primera (y, hasta hoy, única) reunión a nivel de jefes de Estado o de gobierno. En dicha declaración se celebró el fin de la guerra fría y se reiteró el compromiso de todos a respetar el derecho internacional, empezando por la Carta de la ONU. Se auguró una nueva y mejor época para el organismo y se hizo hincapié en la necesidad de evitar la proliferación de las ADM y cumplir con las obligaciones en materia de desarme. Esto último no se menciona en el proyecto de resolución que ahora ha presentado Estados Unidos.

ƑQué propone el proyecto estadunidense? De aceptarse su redacción actual, el consejo exigiría a todos los estados a aprobar leyes y aplicarlas cabalmente para prohibir que un actor no estatal fabrique, adquiera, posea, desarrolle, transporte, transfiera o utilice ADM y sus vectores. Reconoce que quizás habrá estados que no estén en situación de hacerlo y, por tanto, insta a los estados a ayudarles a cumplir con las obligaciones emanadas de la resolución. Además, el consejo verificaría el cumplimiento de la resolución y estaría dispuesto a tomar medidas para asegurarlo. Es más, se alienta a los estados a combatir, individual o colectivamente, el tráfico ilícito en ADM, sus vectores y materiales conexos. Ese combate podría traducirse en inspecciones arbitrarias de buques de carga en alta mar.

El proyecto estadunidense empieza afirmando que la proliferación de las ADM y sus vectores "constituye una amenaza a la paz y seguridad internacionales". De acuerdo, pero Ƒqué se entiende por proliferación? El proyecto emplea el término en función de la necesidad de evitar que otros obtengan dichas armas, es decir, con un enfoque encaminado a controlar los armamentos que dista mucho del concepto de desarme. Volvemos al debate perenne entre los que buscan el desarme y los que insisten en controlar los armamentos.

El proyecto de resolución presentado por Estados Unidos no sólo pasa en silencio la cuestión del desarme, sino que permitiría también que el Consejo de Seguridad legislara en un campo que tradicionalmente está reservado a aquellos foros multilaterales encargados de negociar acuerdos internacionales en la materia. Asimismo, autorizaría que algunos estados se arrogaran el derecho de convertirse en la policía encargada de combatir el tráfico de ADM. Además, legitimaría una serie de acuerdos sobre el control de exportaciones relativas a las ADM y sus vectores que un grupo de países, encabezados por Estados Unidos, han concluido al margen de la ONU.

Por esas y otras razones, Estados Unidos debió haber presentado su propuesta hoy, April Fools' Day, su día de los santos inocentes.

* Ex subsecretario de Relaciones Exteriores e investigador de la Universidad Iberoamericana

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