México D.F. Domingo 4 de abril de 2004
En Berlín medio millón de personas
protestaron contra recortes al gasto y pensiones
Repudian miles en Alemania, Francia e Italia reformas
a las políticas sociales
Jubilados en Roma rechazaron el aumento de los precios
desde la introducción del euro
DPA Y REUTERS
Berlin, 3 de abril. Cientos de miles de personas
se manifestaron este sábado en Francia, Italia y Alemania contra
las políticas sociales y económicas de sus respectivos gobiernos.
El número de participantes en este último país ascendió,
según la policía, a unos 400 mil, aunque los organizadores
calcularon más de medio millón.
Más
de 200 mil personas marcharon por las calles de Berlín este día
para protestar contra los recortes al gasto, a las pensiones y al estado
del bienestar previstos por el gobierno del socialdemócrata Gerhard
Schroeder.
En París, entre 10 mil y 15 mil manifestantes salieron
a las calles. En Lyon, Burdeos, Rennes, Lille y otras ciudades francesas
también se congregaron varios miles. En Roma, cientos de miles de
jubilados protestaron contra el aumento de precios desde la introducción
del euro, hace dos años.
En días anteriores, en Francia se realizaron varias
marchas de diversos grupos de profesionales en reclamo de más trabajo.
En febrero, Francia y Alemania fueron dos de los países con mayor
desempleo de la Unión Europea, con tasas de 0.4 y 9.3 por ciento,
respectivamente.
En Alemania, convocadas por sindicatos y activistas antiglobalización,
otras manifestaciones se llevaron a cabo en Stuttgart y Colonia. El gobierno
del canciller Gerhard Schroeder ha recibido duras críticas de los
sindicatos por su programa de reformas económicas recogido en la
Agenda 2010, que supone un retroceso en el generoso sistema asistencial,
en un intento por mejorar la competitividad empresarial.
"¡Schroeder debe irse!", podía leerse en
numerosas pancartas.
"Queremos enviar una señal a los gobernantes y
a los empresarios de que estamos hartos de políticas que perjudican
a las masas y ayudan a los ricos a ser más ricos", dijo Michael
Sommer, dirigente de la Federación de Sindicatos DGB, durante la
manifestación en Berlín.
Algunos
miembros del ala izquierda del Partido Social Demócrata de Schroeder
participaron en las manifestaciones. Pero el secretario general del SPD,
Klaus Uwe Benneter, criticó a los sindicatos por errar su objetivo.
"Si los conservadores llegan al poder destruirán
el estado del bienestar y no lo reconstruirán como lo estamos tratando
de hacer nosotros", declaró al diario Leipziger Volkszeitung.
Las grandes federaciones de sindicatos de Italia habían
convocado a sus miembros de todo el país a la manifestación.
Su protesta se centró en la pérdida de poder adquisitivo
que ha sufrido por el aumento de precios. Señalaron que cada vez
es más difícil sobrevivir con las pensiones estatales.
En la manifestación de la capital italiana también
participaron políticos opositores que reprochan al gobierno que
no haya hecho nada en contra del aumento de precios injustificado cuando
se produjo el cambio de moneda.
Es la primera vez que en Alemania la poderosa central
sindical DGB convoca a protestas masivas contra la llamada Agenda 2010,
un amplio abanico de medidas de reformas sociales, laborales y económicas
impulsadas por el gobierno de Schroeder, compuesto por socialdemócratas
y ecologistas.
El centro de Berlín fue el escenario de la mayor
de las tres manifestaciones realizadas hoy durante una concertación
sindical europea, en la que se concentraron 250 mil personas. En Stuttgart
fueron 140 mil y en Colonia 100 mil.
El presidente de la Confederación de Sindicatos
de Alemania, Michael Sommer, calificó la protesta de hoy de "una
clara señal de advertencia a los poderosos. Es hora de que los socialdemócratas
hagan las cosas por las que fueron electos", dijo.
En un discurso que dio al término de la marcha
en Berlín, Sommer exigió "poner fin a una política
que perjudica a la gran masa de la població. "No aceptaremos que
el peso de la crisis se cargue sobre las espaldas de la gente", dijo y
advirtió que de mantenerse la actual línea política
de Schroeder "no podrá haber un acuerdo entre el gobierno y los
sindicatos".
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