Hoy se recuerda la entrada de Cristo a Jerusalén

Domingo de Ramos, el inicio del camino de Jesús hacia la muerte y resurrección

DE LA REDACCION

Con la bendición de las palmas y ramos que recuerdan la procesión que recibió a Jesús días antes de su pasión y muerte, este domingo, llamado por los católicos como de Ramos, comienza la liturgia de la Semana Santa: su aclamación como mesías por los habitantes de Jerusalén. Los ramos son talismanes del rito procesional de Cristo que, según la Iglesia católica, va hacia la muerte para la salvación de los humanos.

Los días posteriores a este domingopertenecen al tiempo cuaresmal y son los de los últimos sucesos de la vida del crucificado. Existen tres formas de celebrar su entrada triunfal a la ciudad de Jerusalén: la procesión, en la que se congrega al pueblo, se bendicen los ramos y se entonan cantos de victoria hasta la iglesia donde se celebrará la Eucaristía; la entrada solemne en la que se bendicen los ramos y se lee el evangelio de entrada de Jerusalén; la entrada sencilla le da un relieve especial al canto inicial de la misa, en la que los fieles aclaman al señor victorioso que inicia su misterio pascual.

El jueves, viernes y sábado santos son para los feligreses católicos los días de renovación a través de la muerte de Jesús, el cambio del mundo viejo al nuevo. El viacrucis es el trayecto de la cruz, que hace el llamado hijo de Dios coronado de espinas y cargando el travesaño en el que será clavado, en el monte Calvario. En ese recorrido, Cristo recibe azotes de la guardia romana, cae tres veces, además de percibir el dolor de su madre, María, y de María Magdalena.

En la llamada Ultima Cena, Jesús reflexionó el para qué iba a morir, el por qué aceptaba voluntaria y libremente la muerte cruenta. Tres son los dones que Jesús dejó esa noche: la Eucaristía, pan y vino se dan como cuerpo y sangre suyos; el sacerdocio, luego de que constituyó sacerdotes a los apóstoles; el tercero es el mandamiento nuevo del amor. Ese mismo jueves, antes de la Ultima Cena, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos, se ciñe una toalla, echa agua en un recipiente y lava y seca los pies de los discípulos.

El Viernes Santo, la Iglesia celebra la pasión de Jesús, "su muerte victoriosa". Esta vigilia es la más importante. No se vela para esperar la resurrección, sino para vivir la espera en la vigilancia y en la venida de Jesús. Entre las tradiciones más populares se encuentran las procesiones del silencio. Existen muchas según el lugar. Pero sin duda, una de las tradiciones populares que ha tomado mucha fuerza es la representación en vivo del viacrucis y la crucifixión, como las que en nuestro país se realizan, destacando la de Iztapalapa, que este año celebra 161 años de su realización y la cual espera al menos a 2 millones de personas.

El Sábado de Gloria es el de la sepultura de Jesús y de su decenso al lugar de los muertos. Es el día de la espera litúrgica por excelencia. Es el día que los feligreses católicos respiran un ambiente de ferviente espera de paz.