Dedicó concierto a mujeres

Lila Downs llenó el Teatro de la Ciudad la noche del viernes

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La pasión, la magistralidad y el talento se fundieron la víspera en el primero de dos conciertos de la cantante y compositora mexicana Lila Downs, en el Teatro de la Ciudad, a beneficio del Fondo de Becas Guadalupe de Musalem, de la Casa de la Mujer Rosario Castellanos.

En el concierto sublime, que tuvo como invitada a la también destacada intérprete mexicana Eugenia León, quizá la única deuda que quedó pendiente con el público fue que no se escuchó el tema Corazoncito tirano, del compositor Cuco Sánchez.

La cantautora oaxaqueña, hija de madre indígena mixteca y de padre estadunidense, se entregó al máximo a su público que abarrotó el lugar y respondió con la misma pasión a Lila, quien salió al escenario para cantar, pero antes dijo: "Ya ven que sí se podía", refiriéndose a aquellos que pagaron en apoyo a la causa del concierto.

Durante el concierto recordó a las mujeres muertas en Ciudad Juárez, Chihuahua; a las trabajadoras de las maquiladoras; a Digna Ochoa; a la mujer mestiza, indígena, que vive, ama, sueña, padece, quiere libertad y justicia en el México actual.

Estropajos, fibras de metal o rayadores de queso colgaban del escenario, de manera alternada, mientras la cantante nacida en Tlaxiaco, Oaxaca, daba vida a cada una de las canciones que integran sus discos Sandunga, Yute Tata y La Línea/Border.

Más de un momento mágico se vivió durante el concierto: al presentarse siete de las 13 niñas becarias indígenas oaxaqueñas; cuando una de ellas, Vicky, interpretó dos temas con su acordeón y fue muy aplaudida, y otro más, en el instante en que Eugenia León apareció en el escenario para cantar uno de sus temas y otro a dúo con Lila Downs.