Martí Batres Guadarrama

La PGR de Salinas

ƑA la PGR en qué le afecta la secrecía o la ausencia de ésta en una investigación que lleva a cabo otra institución en el marco de sus atribuciones?

Ya son muchas las preguntas que ha dejado sin respuesta el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, pero también, por cierto, hay más claridad de las respuestas que puedan darse a cada pregunta, aunque por parte de la sociedad.

A mediados del año pasado el famoso avión de Carlos Ahumada fue asegurado con un cargamento ilegal de armas. Sus tripulantes fueron encarcelados, pero el avión fue devuelto al señor Ahumada en unos cuantos días. ƑPor qué la PGR devolvió tan rápido el avión?, Ƒpor qué Ahumada no fue citado a declarar por la PGR en relación con este caso?

Tiempo después Macedo de la Concha acudió a jugar futbol con Carlos Ahumada -en el territorio de este último-: ni más ni menos que el mismo dueño del avión donde se transportó el cargamento ilegal de armas que fue detectado por la PGR.

Más adelante Ahumada entró en contacto con alguien a quien le hizo saber que requería hacer una denuncia ante la PGR. La procuraduría, rauda y veloz, le puso Ministerio Público a domicilio y fiscal a la carta y le llevaron la diligencia hasta un hotel de lujo para que declarara con todo y delegado del Cisen, senador de la República y toda la cosa. Una diligencia fuera de la PGR sólo se justifica para "altos funcionarios de la Federación" y en ella no puede haber personas ajenas a la misma, sino sólo los involucrados, de acuerdo con el Código Federal de Procedimientos Penales.

Pero en esta diligencia no se tomó declaración a un alto funcionario de la Federación y en cambio sí se permitió la presencia de personas extrañas a la misma. La explicación de la PGR al respecto raya en lo risible, pues afirma que "era necesario garantizar un lugar seguro para el denunciante", con lo cual nos están diciendo que la PGR no es un lugar seguro y que un hotel lo es más.

Más inexplicable aún es por qué la PGR admitió la denuncia de un delito que corresponde al fuero común y más raro todavía que dicha denuncia no haya sido turnada inmediatamente a la autoridad correspondiente, es decir, a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). Y no debe olvidarse, como fue confesado oportunamente, que el Cisen pagó la cuenta.

La PGR consideró en ese momento (20 de febrero) que el señor Ahumada corría riesgos y por eso le llevó la diligencia ministerial hasta donde él quiso e incluso evitó que acudiera al propio inmueble de la procuraduría por considerarlo riesgoso. Esto quiere decir que lo estaban cuidando para que no corriera riesgos. Sin embargo, el mismo día que declaró se fue a Las Vegas y regresó rápido para hacer varios viajes al interior de la República y después partió tranquilamente, apenas el 27 de febrero, hacia Cuba. Pero la PGR dice que no se dio cuenta de cuándo salió Ahumada del país, a pesar de que consideraba que vivía en una situación de riesgo que implicaba protegerlo al grado tal de ni siquiera acercarlo a las peligrosas instalaciones de la PGR.

Poco después aparece Ahumada en Cuba, y la PGR, sin hacer investigación alguna, declara al día siguiente que Carlos Salinas de Gortari nada tuvo que ver con el viaje del empresario a la isla. ƑCómo puede afirmar esto? Una de dos: o la PGR sí sabía que Ahumada estaba en Cuba y por lo tanto sabía también quién no y quién sí tuvo que ver con la llegada de este personaje a ese país caribeño, o simple y sencillamente está encubriendo a Carlos Salinas. En cualquier caso la procuraduría ha resultado más mentirosa que un Pinocho, pues o mintió cuando dijo que no sabía dónde estaba Ahumada o mintió cuando dijo que Carlos Salinas nada tiene que ver. O, lo que es peor, mintió en las dos ocasiones.

Ahora escuchamos al subprocurador de investigación especializada en delincuencia organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, declarar como guarura de quinta de Salinas y sus intereses. Primero salió oficiosamente a decir que Diego Fernández de Cevallos nada tenía que ver con el cártel de Juárez incrustado en el Banco Anáhuac, también sin investigación y sin la revisión del caso. Y luego sale a declarar que el jefe de Gobierno ha violado la secrecía de las investigaciones que se llevan a cabo sobre el caso Ahumada cuando declaró que el chofer de Ahumada había denunciado la realización de seis reuniones entre Salinas y el propio Ahumada. Pero resulta muy chistoso que la PGR se preocupe por la secrecía de una investigación que no está realizando ella, sino la procuraduría del Distrito Federal. En todo caso, suponiendo sin conceder que hubiera tal violación a una secrecía, que no sabemos si debiera existir, es la procuraduría capitalina la que debiera indignarse o llamar la atención. ƑPero a la PGR qué le importa y en qué le afecta la secrecía o la ausencia de ésta en una investigación que lleva a cabo otra institución en el marco de sus atribuciones?

La única explicación a todo esto es la triste y trágica realidad que ha convertido a la PGR en la defensora de oficio de mafiosos como Lino Korrodi, Diego Fernández de Cevallos, Carlos Ahumada y sobre todo Carlos Salinas de Gortari, a los cuales, según ésta, hay que proteger y a algunos, como Salinas, ni siquiera mencionarlos. šAh!, "pero eso sí", contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal toda la furia, la amenaza y la persecución.

Este es el mundo al revés en el que Salinas sigue teniendo su propia Procuraduría General de la República.