El proceso de elaboración de las tortillas de maíz no se ha modificado en los últimos miles de años.

El maíz se había reblandecido toda la noche en un barreño, en el agua con tequesquitl. Ahora la mujer lo molería -como Quilaztli, la germinadora, molió los huesos del padre de Quetzalcóatl- en el metatl. Bajaría con el metlapil las oleadas de nixtamal -espuma blanquísima deslizada sobre el mar negro y firme del metatl-una y otra vez, hasta la tersura, mientras la leña chisporroteaba en el tlecuil, bajo el comalli. Luego, con las pequeñas manos húmedas, cogería el testal para irlo engrandeciendo a palmadas rítmicas, adelgazando, redondeando hasta la tortilla perfecta que acostar, como a un recién nacido, sobre el comalli sostenido en alto entre tres piedras rituales por Xiuhtecuhtli, por el dios viejo del fuego.

Salvador Novo