Se corría el riesgo de que otros países comercializaran genomas de especies nativas

Instalan en México laboratorio para lograr la identidad genética de vegetales

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El primer laboratorio de genómica de plantas y microbios en México se puso en marcha en Irapuato, Guanajuato, el jueves pasado y tendrá como tarea inicial hacer la secuenciación completa de los genes del frijol, agave, chile y teocinte (ancestro del maíz), vegetales de importancia estratégica para el país.

La directora del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Politécnico, Rosalinda Contreras, señaló que este laboratorio es un asunto de "seguridad nacional", porque México corre el grave riesgo de que sean otros países los que determinen los genomas de especies nativas del país y que luego los comercialicen.

El Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad Vegetal y Microbiana se instaló en el Cinvestav Irapuato, institución que lleva una década desarrollando investigación en ingeniería genética y biotecnología de plantas.

El promotor del proyecto es el científico Luis Herrera Estrella, pionero de la ingeniería genética de plantas en el mundo y quien el viernes pasado ingresó como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

A partir de este proyecto los investigadores dispondrán de más equipo para tener la capacidad de secuenciación de al menos 5 millones de nucleótidos por día, lo que equivale a obtener la identidad de aproximadamente cuatro mil genes diarios, es decir, el código completo de un organismo como el chile en un año.

En el laboratorio además se establecerán tres programas de genómica para determinar la función biológica de los genes más importantes del maíz mexicano, de los patógenos del frijol y de un hongo de enorme relevancia económica en el sector agroindustrial.

Actualmente este centro trabaja en determinar la secuencia nucleotídica de al menos 20 mil genes de maíz que se expresen de manera diferencial en condiciones de estrés ambiental relevantes en México: sequía, salinidad y suelos ácidos.

En la firma del convenio para la creación del laboratorio, la directora del Cinvestav indicó que es urgente proteger la propiedad intelectual del genoma de cada especie mexicana, porque de ello depende el aprovechamiento nacional del potencial industrial, médico, agrícola y alimentario de nuestra biodiversidad.

Señaló que la pérdida de soberanía de nuestra biodiversidad tendría un elevado costro estratégico, económico y social, porque nos impediría usar los genes de especies ancestralmente nuestras, lo que preocupa más considerando que México es uno de los cinco países con mayor diversidad biológica en el mundo.

Y la mejor manera de caracterizar y apropiarse del valor de la biodiversidad es determinando parcial o totalmente el genoma de cada especie vegetal, animal y microbiana mexicanas.

Por eso el objetivo central del nuevo laboratorio consiste en implementar a gran escala las técnicas para la identificación, caracterización y protección legal de genes importantes para la producción de variedades mejoradas por métodos convencionales o de ingeniería genética.

Los científicos tendrán que realizar investigación para proteger la propiedad intelectual derivada del genoma de especies vegetales y microbianas de importancia para el desarrollo económico y social de México, lo que permitirá que las instituciones públicas y privadas puedan recurrir al laboratorio para solicitar sus servicios.

Otra tarea del laboratorio será la de formar una generación de investigadores preparados para la era genómica, hacer un programa de vinculación entre los descubrimientos y productos generados por los investigadores y las empresas y ofrecer opinión científicos a la sociedad sobre los asuntos de interés público en materia de bioética y bioseguridad.

El nuevo espacio de investigación funcionará con recursos de la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Secretaría de Agricultura, el gobierno de Guanajuato y agencias internacionales.