Una veintena de grupos estarán en la conmemoración del popular Califa

El California Dancing Club, de gala; hoy celebra su 50 aniversario

El festejo se iniciará a las 15 horas y culminará, como es costumbre, cuando pase el primer convoy por el Metro Portales La apertura ocurrió el 11 de abril de 1954, con baile de seis horas

JAIME WHALEY

Una catarata de músicos que se antoja interminable ha sido programada para hoy domingo en el California Dancing Club que estará de gala pues celebra sus primeros 50 años de ofrecer semanalmente bailes populares.

Poco más de una veintena de grupos 舑26, si se honra la precisión舑 aparecen en la lista para el baile conmemorativo que, para dar cabida a tal cantidad de agrupaciones, comenzará insólitamente a las 15 horas y terminará, como es costumbre, por ahí de cuando la primera corrida del Metro pase por la estación Portales, esto es como a las 5:45 de la madrugada.

La historia del Califa, como es conocido entre el pópolo, se remonta a cuando la Portales, colonia en la que está ubicado, apenas dejaba de ser rancho pero ya en esos albores de los años 50 del siglo pasado se erguían construcciones en ambos lados de la calzada de Tlalpan, ruta obligada para ir y regresar del lejano Xochimilco, por lo que muchos paseantes, amén de los colonos, hacían escala obligatoria en el 1189 para soltar el cuerpo un rato.

Ramón César González y su esposa, Guillermina Escoto, fueron los fundadores de este espacio que bien pudiera ser un deportivo si al baile se le diera categoría de actividad agonística pues una particularidad del Califa es que ahí no se expende alcohol aunque, eso sí, en veces hay que cortar con cuchillo la cortina de humo de los fumadores.

Hoy, Mariana de la Cruz, dama que se dedicaba a la canción vernácula y que se casó con Guillermo César, hijo de los fundadores, es quien está al frente del llamado Palacio del baile en México, al fallecer su esposo.

De hecho, el aniversario se festejará con casi un mes de retraso pues la fecha exacta de la apertura ocurrió el 11 de abril de 1954 con la presentación de cuatro orquestas que tocaron desde las cinco de la tarde y hasta las 11 de la noche.

El estadunidense Larry Sonn, con sus 19 cantantes y solistas; Chucho Rodríguez y sus 17 ases del ritmo; Galileo R. Dennis y su original banda de charleston y la doble orquesta de Alfonso Castañeda, alegraron aquella velada que tuvo un precio de entrada de  tres pesos para los caballeros y apenas 50 centavos para las damas, como también eran el elenco de los programas radiofónicos de la W, entonces en auge. Hoy lo que más rememora aquellos años es el precio, pues por módicos 30 pesos se podrá acceder aunque si se toma en cuenta la rebaja de ceros en la moneda, la diferencia se torna abismal.

A la par del desarrollo del Califa, la zona empezó a crecer. Negocios varios, entre ellos los hoteles de paso,  por ahí se edificaron y claro, para muchas parejas el bailecito finsemanero  culminaba en las rechinantes camas del cinco letras de al lado. Todavía una hospedería, el Gracia, llega a estar al cupo los domingos, o al menos es lo que informó el encargado.

Antaño, los spots en la radio anunciaban que el California estaba en la parada Bretaña, esto por el cine que ahí estaba;  hoy, el cine cedió su lugar para el agradamiento de la pista pero queda vigente el 舖舖y allá nos vemos舗舗 con que el locutor cerraba el comercial.