.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Viernes 7 de mayo de 2004

Reiteran argumento sobre injerencia de funcionarios cubanos en asuntos internos

México no es responsable de la crisis con la isla, replican Creel y Derbez

Respeto y "estricta observancia de formas diplomáticas", condición para el diálogo

GEORGINA SALDIERNA Y ROSA ELVIRA VARGAS

El gobierno de México ratificó ayer cada uno de los argumentos a los que ha recurrido para justificar el enfriamiento de las relaciones con Cuba. Insistió en que "mantiene su mano extendida" para retomar el diálogo con la administración de Fidel Castro, pero "bajo condiciones de respeto y con estricta observancia de las formas diplomáticas". Así, reiteró que no tiene ningún interés en llegar a la ruptura de los vínculos entre las dos naciones y equiparó los lazos que existen con La Habana con las vicisitudes de un matrimonio en el que hay discusiones fuertes, pero no se llega al divorcio.

Amparado en la Ley de Transparencia, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, se negó además a revelar las supuestas actividades que realizaron los dos funcionarios cubanos que ingresaron a México con pasaporte diplomático para, dijo, desestabilizar el país. Y aunque insistió en que el de México es un sistema democrático, evitó a toda costa dar a conocer información adicional sobre las reuniones que habrían tenido los personajes citados con integrantes de la clase política mexicana. Sólo atinó a señalar que de la lista difundida se escamoteó un nombre.

En busca de refutar las declaraciones del canciller cubano, Felipe Pérez Roque, quien la víspera rechazó cada uno de los argumentos utilizados por el gobierno mexicano para retirar a su embajadora de La Habana y expulsar al representante cubano, Creel y el secretario de Relaciones exteriores, Luis Ernesto Derbez, insistieron en que México no es responsable del inicio de la actual crisis diplomática.

Se dijeron tristes y preocupados por los acontecimientos registrados. "Sin embargo, la mejor voluntad para mantener una relación cordial con otro país no podría justificar de ninguna manera el que México guardara silencio o permaneciera inmóvil ante los insultos e injerencias indebidas de funcionarios extranjeros en nuestra vida interna".

Creel reiteró su rechazo categórico a las especulaciones provenientes del gobierno cubano de que altos funcionarios mexicanos estén involucrados en algún tipo de confabulación o complot en contra de actores políticos nacionales.

Fue reiterativo en sus afirmaciones de que la administración del presidente Fidel Castro se entrometió en asuntos internos de México y que pretendía favorecer a una de las partes en el debate sobre Ahumada. Ello no sólo ocurrió, dijo, por la "intromisión indebida" de dos agentes cubanos que viajaron a territorio nacional para dejar en claro la posición de su gobierno sobre el tema de Carlos Ahumada, sino también por la defensa de ese involucramiento que hizo el ministro Pérez Roque.

En abono a la tesis de que Cuba se mezcló en temas internos, Creel preguntó si constituye o no una injerencia que Pérez Roque haya señalado que el gobierno de México está tratando de desviar la atención de la opinión pública mexicana de los graves hechos relacionados con Ahumaday de las crecientes sospechas sobre la existencia de un complot, creando para ello una confrontación diplomática con Cuba que es totalmente artificial. Sin embargo, rechazó que su propia expresión de que ojalá esta conferencia de prensa se transmitiera íntegramente en La Habana fuese, como se le preguntó, un acto también injerencista.

En su intervención insistió en que los dos cubanos que se entrevistaron con diversas personalidades mexicanas entraron al país con pasaporte diplomático e incluso dio a conocer las formas migratorias que llenaron a su ingreso al país. Se refirió a ellos como "dos agentes" y se dio el lujo de utilizar el Diccionario de la Real Academia Española para argumentar que estaba haciendo buen uso de esa palabra.

"Aceptando, sin conceder, que vinieron en calidad de miembros del Partido Comunista de Cuba y no de su gobierno", preguntó: "¿qué hacían funcionarios partidistas entrevistándose con dirigentes de partidos mexicanos para tratar el caso de Ahumada o para dejar clara la posición de Cuba al respecto? Si Cuba quería esclarecer el diluvio de especulaciones sobre este tema, ¿por qué no buscaron a personas del partido en el poder?, ¿por qué no se entrevistaron con ningún funcionario de las procuradurías encargadas de las investigaciones del caso?

"Esas son las instancias competentes, pero en la lista difundida no aparece ningún funcionario de esas instituciones. Todo ello lleva a la conclusión de que no se actuó dentro del marco institucional".

Por su lado, Derbez rechazó que la política exterior mexicana responda a dictados de la Casa Blanca o que el enfriamiento de las relaciones con Cuba esté relacionado con la comisión que se creó en el vecino país del norte para acelerar la transición en la isla. Considerar tal situación es "insultante", subrayó.

Recalcó las tres razones que llevaron a bajar el nivel de las relaciones con La Habana: el comunicado de la deportación de Ahumada, en el que se hace un "juicio de valor" al considerar que el caso tiene connotaciones políticas; el discurso del primero de mayo del presidente Fidel Castro, y la tercera, la presencia en México de los dos cubanos. También reiteró que la administración cubana se alejó de las normas diplomáticas y una muestra de ello es que la deportación del empresario primero fue informada a Interpol México y después a la embajadora Roberta Lajous.

Más tarde, en la sesión de preguntas y respuestas, Creel y Derbez dijeron que los actores políticos que se entrevistaron con los dos cubanos no tienen ningún problema. Quienes sí lo tienen son los dos agentes que vinieron a tratar asuntos de carácter político dentro del territorio nacional; que no notificaron su presencia a la cancillería y que tampoco efectuaron sus tareas en la embajada, como habían declarado en la forma migratoria de ingreso a México.

Al preguntarle si México no está cayendo en la actitud injerencista que le reclama a Cuba al criticar de manera indirecta su sistema político, el secretario de Gobernación rechazó tal interpretación. Sobre este mismo punto, Derbez aseguró que la administración foxista no se entrometió en asuntos internos de la isla cuando el jefe del Ejecutivo se entrevistó con integrantes de la disidencia en una visita a La Habana, pues la cancillería cubana fue informada de tal reunión.

Por último, el secretario de Relaciones Exteriores respondió que su renuncia está en la mesa si así lo dispone el Presidente de la República, a la pregunta de si estaría dispuesto a dejar su cargo.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email