México D.F. Viernes 7 de mayo de 2004
Dejar de producir para los pobres, solución
en el campo
Zacatecas, Zac., 6 de mayo. Cientos
de investigadores y académicos del ámbito agrícola
de todo el país recibieron en enero pasado, en la ciudad de México,
el taller Formación de formadores, donde se plantearon los
lineamientos a los que deberán sujetarse los campesinos, sus proyectos
productivos y las sociedades rurales ante los nuevos "paradigmas" del campo
en México y el mundo.
Convocados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y el Instituto Nacional de
Capacitación Rural, los participantes concluyeron entonces que la
solución al problema del campo está en dejar de producir
lo que consumen los pobres y optar por cultivos "sofisticados".
De acuerdo con el documento Diagnósticos equivocados
y soluciones demagógicas están polarizando las iniciativas
de los productores, del investigador brasileño Polan Lacki -cuya
copia obra en poder de La Jornada-, se planteó que "es lamentable
que en América Latina hayamos perdido más de 50 años
elaborando diagnósticos equivocados de la problemática rural".
A los agricultores siempre se les dijo que "los siguientes
factores exógenos fueron o siguen siendo las principales causas
de sus problemas: el colonialismo y el imperialismo; las políticas
de ajuste impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial,
el neoliberalismo, la globalización y la Organización Mundial
de Comercio... los subsidios y protecciones que los países ricos
ofrecen a sus agricultores", entre otras causas.
"Antes de echar la culpa a terceros -sostiene Polan Lacki-,
¿no deberíamos 'hacer las tareas domésticas', como
corregir las distorsiones del campo en América Latina?
"Soluciones pragmáticas similares a la diversificación
productiva deberían ser enfatizadas en las escuelas agrotécnicas
y facultades de ciencias agrarias." Dejar de producir "rubros de baja densidad
económica, consumidos por los pobres... como yuca, camote, papa,
maíz y frijol", y promover el cultivo de "rubros más sofisticados
y de mayor densidad económica, como cultivos orgánicos o
hidropónicos, hortalizas bajo plástico, frutas, flores y
plantas ornamentales.
"Con tal reconversión productiva (los campesinos
de América Latina) dejarían de vender mucho ganando poco
y pasarían a vender poco ganando mucho. La corrección de
esta ineficiencia deberá ser enseñada por los agrónomos
(...) en vez de seguir pidiendo que los economistas del Banco Mundial o
del FMI lo resuelvan allá en Washington", puntualizó.
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ, CORRESPONSAL
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