Será la primera lanzadora de martillo mexicana en participar en JO

Violeta Guzmán, consciente de que su nivel no es para ganar preseas

El entrenador Angel Cabrera confía en que su pupila podría quedar entre las 10 mejores del mundo

ABRIL DEL RIO

Violeta Guzmán, la primera lanzadora de martillo que representará al país en unos Juegos Olímpicos, se mantiene consciente de que su nivel no será como para pelear por las preseas en Atenas 2004, pero confía en lograr un puesto decoroso.

"En el último año he madurado mucho y sé cómo está el mundo en estos niveles, pero claro que uno va dispuesto a hacer lo mejor para superar sus propios parámetros", expresó.

La atleta de 26 años está clasificada a Atenas con la marca B exigida por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), que es de 64.21 metros, lejos de la marca A (66.20).

El entrenador de Violeta, el cubano Angel Cabrera, se mantiene lejos de toda promesa de medallas.

"Primeramente estamos muy contentos con que se haya aceptado la marca B. México es un país que ya tiene nivel en otros deportes y esta posibilidad estimula a que otros jóvenes se incorporen a la disciplina.

"Nosotros pensamos que todavía de aquí a los Juegos Olímpicos podemos crecer alrededor de dos metros o dos metros y medio.

"Si logramos esto, que los parámetros indican que es posible porque hemos estado checando en todos los entrenamientos, pienso que tirando por encima de 67 metros en Atenas se puede estar dentro de los 10 o 12 mejores del mundo", dijo.

El técnico, quien retomó la preparación de Violeta hace tres años -luego de tener que retornar a Cuba en 1996 ante la irregularidad de convenios deportivos entre México y la isla-, recordó que en Sydney 2000 se cerró la final con un lanzamiento de 64 metros, y comentó:

"Violeta creció mucho y el mundo también, pero no creo que sea difícil, porque no se ha estancado", indicó el entrenador, quien en 1996 llevó a la mexicana al tercer puesto mundial juvenil.

Guzmán y Cabrera han definido la preparación para los siguientes 82 días previos a la justa olímpica. Iniciarán con un campamento de 12 días en Cuba, cuna de las mejores lanzadoras del orbe y lugar que le es muy familiar a la mexicana, pues ha tenido contacto en competencias desde que era casi niña.

"Pienso que esto ha apoyado mucho a Violeta, porque (las campeonas) la ven como parte de ellas y eso le hace muy bien", anotó.

Lo ideal, señaló el técnico, es que Violeta regresara a México sólo unos días y emprendiera una gira por España, donde podría intentar mejores lanzamientos, para que se encamine hacia el tiro óptimo en Atenas 2004.