México, con experiencia como mediador

La participación de México en procesos de paz en América Latina no es nueva. Durante la década de los 80 los esfuerzos del gobierno en materia de política exterior estuvieron centrados en buscar soluciones negociadas a los conflictos armados que tenían lugar en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

México primero participó mediante el Grupo Contadora, integrado también por Colombia, Panamá y Venezuela, y luego con el ofrecimiento de albergar en su territorio las negociaciones de paz de Guatemala y El Salvador.

Al formar parte de este tipo de negociaciones, los gobiernos mexicanos no sólo buscaban asegurar la paz en la región, sino también salvaguardar los intereses de la propia seguridad nacional, es decir, evitar la profundización y la extensión de los conflictos generados por razones económicas, sociales y políticas.

Las negociaciones de paz entre el gobierno de Guatemala y la guerrilla se iniciaron en 1986, luego del retorno a la democracia en ese país. El acuerdo de paz se logró 10 años después, en diciembre de 1996, tras un largo y difícil proceso negociador.

En el caso de El Salvador, los primeros esfuerzos para alcanzar la paz entre el gobierno y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional se iniciaron en 1984. El proceso fue interrumpido en varias ocasiones y con la mediación de la ONU se reinició en 1990. Dos años más tarde concluyó el proceso de negociación con la firma del Acuerdo Definitivo de Paz, también conocido como Acuerdo de Chapultepec.

GEORGINA SALDIERNA