En 59 minutos decidió su triunfo; se llevó 1.2 millones de dólares

Myskina venció a Dementieva y es la primera campeona rusa en el Abierto de Francia

Los belgas Xavier Malisse y Olivier Rochus lograron el título en dobles masculinos

REUTERS, AFP Y DPA

Paris, 5 de junio. Anastasia Myskina se convirtió en la primera tenista rusa en ganar un torneo de Grand Slam, al imponerse en la final del Abierto de Francia a su compatriota Elena Dementieva.

Myskina, preclasificada sexta, derrotó a Dementieva, novena en la siembra, por categórico 6-1 y 6-2 en apenas 59 minutos para saludar al público del estadio parisino con su raqueta en alto. "Estoy realmente feliz y demasiado emocionada, además, tuve que jugar contra mi amiga, por lo que hice a un lado los sentimientos'', dijo la campeona de 22 años.

La vencedora impuso un juego más sólido que el de su rival, apoyándose en la potencia de sus golpes, en particular su revés a dos manos.

El primer set comenzó con nerviosismo, pero en 3-1 y 5-1 Myskina volvió a tomar el saque a Dementieva y le ganó en 28 minutos.

Para la segunda manga, la derrotada parecía reaccionar, pero nuevamente cedió el servicio en el primer juego y en el sexto (4-2) ante la rival que se perfiló al triunfo y se llevó un cheque de 1.2 millones de dólares, además de escalar del quinto al tercer puesto de la WTA.

La única rusa en haber llegado antes a la final de un torneo de Grand Slam fue Olga Morozova, quien en 1974 estuvo en el partido decisivo en Roland Garros y Wimbledon, mientras en varones, Yevgeny Kafelnikov y Marat Safin conquistaron los títulos de París y Australia en 1996 y 1999, el primero, y Estados Unidos en 2000, el segundo.

En esta decimotercera jornada también se jugó la final de dobles masculinos, en la que los belgas Xavier Malisse y Olivier Rochus se impusieron 7-5 y 7-5 a los franceses Michael Llodra y Fabrice Santoro.

España obtuvo el título junior en dobles varonil con Pablo Andujar y Marcel Granollers-Pujol, y en damas se lo llevó la pareja conformada por la checa Katerina Bohmova y la holandesa Michaella Krajicek.

Euforia en Argentina

Argentina experimenta una euforia la víspera de la insólita final individual masculina entre Guillermo Coria y Gastón Gaudio, desde que Guillermo Vilas levantó el trofeo en 1977.

Los argentinos se apropiaron del torneo, pues Paola Suárez avanzó por quinta vez consecutiva a la final en dobles, con su eterna pareja, la española Virginia Ruano Pascual, para enfrentar a las rusas Svetlana Kuznetsova y Elena Likhovteva.

Conforme la legión argentina fue avanzando en París, los bares y restaurantes con televisión de Buenos Aires se fueron llenando cada vez más. De hecho, ya hay reservaciones para ver el ansiado partido final en las pantallas instaladas en la mayoría de los principales lugares de la ciudad, en un fenómeno que hasta ahora se había vivido sólo con el futbol.