Pertenecen a la banda Los Ponchos, considerada de alta peligrosidad, indica la PGR

Detienen a tres plagiarios dirigidos desde penales de máxima seguridad

Sus jefes, recluidos en La Palma y Puerta Grande, daban instrucciones por teléfono

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

La Procuraduría General de la República (PGR) desmanteló una banda de secuestradores denominada Los Ponchos, a la que se responsabiliza del plagio de un ''importante empresario'' del ramo textil en junio del año pasado, y cuyos autores intelectuales operaban desde el interior de los penales de máxima seguridad de La Palma, estado de México, y Puente Grande, Jalisco, informó el titular de la dependencia, Rafael Macedo de la Concha.

El procurador precisó que en dos operativos simultáneos efectuados en los estados de México y Puebla fueron detenidos tres presuntos integrantes del grupo delictivo, los cuales se encargaban de ejecutar los raptos.

En conferencia de prensa, Macedo puntualizó que la banda estaba encabezada por los hermanos Roberto y Alfonso Sánchez Ramírez, el primero apodado El Fugas, por haber escapado de varios reclusorios, pero después de que ambos fueron detenidos en 1998, dejaron la organización a cargo de su hermana Concepción, quien fue detenida ayer junto con dos cómplices.

Agregó que en los operativos de ayer también fueron capturados Alfonso Sánchez Enríquez, responsable de la custodia de las víctimas en cautiverio, y Alejandro Anaya Sánchez, quien se encargaba de interceptar a los plagiados y de liberarlos.

Macedo explicó que esta organización, que operaba desde los años 90, era considerada una de las más peligrosas. Precisó que Alfonso y Roberto daban instrucciones por teléfono a su hermana Concepción desde los penales de máxima seguridad de Puente Grande y La Palma.

La banda Los Ponchos privó de su libertad a un empresario del ramo textil en 2003, a quien le mutilaron un dedo meñique y por quien exigían 10 millones de pesos a cambio de su liberación, por lo que se giraron las correspondientes órdenes de aprehensión en su contra como parte de la averiguación previa SIEDO/ 004/2003.

Estas órdenes otorgadas por los juzgados séptimo de distrito en el estado de México y décimo en Puebla se cumplimentaron en dichas entidades, al igual que cuatro órdenes de cateo, operaciones en las que se encontraron artículos de material quirúrgico, que al parecer usaban los secuestradores para hacer curaciones a sus víctimas.