El juicio de Nadia, plagado de contradicciones: CDHDF

Joven acusada de narco afirma que policías sembraron pruebas

ROSA ROJAS

Nadia Ernestina Zepeda Molina tiene 19 años, y desde hace uno y medio está en el Reclusorio Oriente acusada de delitos contra la salud. Está condenada a cinco años de prisión, no contó con una defensa adecuada y ahora está apelando la sentencia. Espera su liberación una vez que los magistrados valoren las pruebas que comprobarían que los policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina que la detuvieron mintieron al rendir su parte informativo, y que ellos le sembraron los 193 envoltorios de cocaína que, dicen, tenía en su poder para comercializarlos.

La investigación de su caso que hizo la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal demostró que los policías que la detuvieron junto con dos amigos durante un operativo mintieron, ya que señalaron que los capturaron durante un patrullaje por la colonia Agrícola Oriental, pero la unidad FEO34, en la que afirman que realizaban su rondín, "no aparece en los catálogos ni en los partes diarios del parque vehicular de Sectores, Agrupamientos y Direcciones consultadas", según el reporte del subsecretario de Seguridad de la SSP.

Ante las anomalías en la detención de Nadia y las inconsistencias en las acusaciones en su contra, representantes de más de 200 personas y organizaciones solicitaron, en rueda de prensa celebrada en la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tome en cuenta las investigaciones en las que se evidencia la falsedad de las acusaciones y se libere a la joven. Asimismo, que se lleve a los responsables de dichas anomalías ante la ley.

Nadia asegura que ella, su novio y un amigo fueron detenidos indebidamente cuando presenciaban un operativo en el que participaban unos 20 policías vestidos de negro con escudo amarillo, encapuchados, que viajaban en un camión blanco. Al verlos, los elementos los jalonearon, los golpearon y los subieron al automotor. Ahí, varios policías la golpearon, la tocaron y le dijeron que se desnudara. Ella se negó.

En un lugar no identificado el camión detuvo la marcha. La despojaron de su reloj, pulseras y un celular, y la pasaron a una patrulla de la SSP. Uno de los policías que iba a bordo la tocó, golpeó e insultó, y le dijo "que qué prefería: si la violaban o que fuera a la cárcel".

Los policías que la detuvieron declararon que ese día realizaban un patrullaje a bordo de su patrulla FE034 por las calles de la colonia Agrícola Oriental de la delegación Iztacalco cuando se percataron de que cuatro personas estaban en semicírculo, uno de ellos con una mochila, y que Nadia "portaba en su mano una bolsa de plástico de color negro". Según los uniformados, al notar la presencia de la patrulla, los ''sospechosos'' dieron la media vuelta y trataron de caminar en forma rápida. Al marcarles el alto y revisarlos, encontraron que uno de ellos llevaba en una bolsa de plástico 250 gramos de piedra, al parecer cocaína sólida, y a Nadia Ernestina Zepeda Molina le encontraron 193 envoltorios de papel blanco que contenían un polvo blanco, al parecer cocaína.

Sin embargo, en respuesta a las solicitudes de información que le hizo la CDHDF, el 15 de octubre de 2003, el subsecretario de Seguridad, Gabriel Regino García, señaló que la citada patrulla no existe en sus registros. Por su parte, el jefe del Grupo de Operaciones Especiales (Gopes) informó que ''después de haber realizado un registro minucioso de su archivo y puestas a disposición, no encontraron ninguna remisión de la peticionaria''. De los policías involucrados en el caso de Nadia, dos de ellos -no se precisa quiénes- ''sí pertenecen al grupo Gopes, pero no realizaron ningún operativo en la fecha'' referida.

"La información-señala la primera visitadora general de la CDHDF, María del Pilar Noriega- carece de veracidad, porque los tres policías referidos pusieron a la peticionaria a disposición del agente del Ministerio Público Federal".

Con base en esos antecedentes se concluye que el jefe del Gopes "no envió información veraz" a la CDHDF sobre la participación de los policías en la detención de Nadia, agrega Noriega. Menciona también el reporte de Regino García sobre la inexistencia de la patrulla FEO34 e indica: "De lo anterior se deduce que los policías Pascual Cruz Castillo, Guillermo Flores Hernández y José Fernando Juárez Ramos declararon falsamente ante el agente del Ministerio Público de la Federación respecto de la unidad que tripulaban, o bien el subsecretario de Seguridad Pública ocultó información a esta comisión, con la finalidad también de ocultar o encubrir la participación de los policías referidos en los hechos que se investigan".

La madre de Nadia, María del Carmen Molina, informó por su parte que aunque se le solicitó al primer abogado que llevó el caso de su hija que se hiciera un análisis de las huellas digitales en la bolsa negra de plástico que dijeron los policías que llevaba Nadia, porque ella afirma que jamás la tocó, "el abogado dijo que esas eran pruebas muy caras y preguntó que si ella las iba a pagar". Las pruebas no se hicieron.