México D.F. Martes 13 de julio de 2004
Marta Sahagún hizo de la ambigüedad
su divisa política
Declinación forzada por escándalos y
presiones
ROSA ELVIRA VARGAS
La
destacada presencia que tuvo Marta Sahagún en la vida política
nacional a partir de 2002, luego de su matrimonio con Vicente Fox; su ambigüedad
respecto de una eventual candidatura a la Presidencia de la República
y la presunción del uso de recursos públicos en su promoción
personal fueron el marco en el que el Ejecutivo admitió, el 17 de
julio de 2003, que la disputa por la sucesión presidencial ya estaba
en marcha.
Hasta ayer nunca hubo intención de desmentir las
aspiraciones de Marta Sahagún, que fueron alentadas por el propio
Vicente Fox en diversas ocasiones, como el 5 de septiembre de 2003 en Santa
Catarina, Nuevo León, donde en tono irónico el Presidente
manifestó: "¿Marta Sahagún candidata? No estaría
mal, ¿verdad?", expresó.
Ya desde 2001 Fox delineaba el perfil de quien debería
sucederle en el cargo: "Mi preferencia es que ojalá fuera una mujer".
Poco claro es el origen de cómo o quién
llevó a la esposa del mandatario a ubicarse como una de los más
fuertes aspirantes a la candidatura del PAN para contender por la Presidencia
en 2006. Pero ahí estaba y se le colocaba a escasos puntos por debajo
del puntero, Andrés Manuel López Obrador, aunque siempre
como la mejor calificada de su partido, Acción Nacional.
Marta Sahagún intensificó su activismo político
al anunciar, el 30 de octubre de 2001, la creación de un proyecto
filantrópico, la fundación Vámos México, porque
no quería, dijo entonces, asumir "un protagonismo estéril".
Días después dijo que su interés
al fundar este organismo era hacer historia, aunque no para sí misma,
"sino para las mujeres de México".
Pero la forma no correspondía con el discurso.
Marta Sahagún asumía funciones propias de un miembro de gabinete,
como acudir a la toma de posesión del presidente de Perú,
Alejandro Toledo, con la representación del Ejecutivo, por encima
del cuerpo diplomático, o el uso del castillo de Chapultepec para
organizar un concierto con Elton John con el propósito de recaudar
fondos para su fundación.
Sin embargo, continuaba negando un interés personal
en contender por la candidatura presidencial, aunque coqueteaba con esta
posibilidad. En diversas entrevistas aclaró que no pretendía
la Presidencia de la República. Así lo dijo a lo largo de
2003, aunque no atajó los rumores.
En enero de 2004 jugaba con las encuestas y sus posibilidades:
"veremos, veremos", declaraba cuando se le interrogaba sobre sus aspiraciones
presidenciales. Un mes después, al ser interrogada en un noticiario
de televisión sobre los rumores que la colocaban como aspirante
a la Presidencia, se negó a descartarse abiertamente. Jugó
con la respuesta cuando se le preguntó:
-¿Por qué no te descartas desde ahora?
-Porque no... porque no -se resistió.
Días después, pero en un programa radiofónico,
admitió que en su proyecto sí estaba buscar la candidatura
presidencial, lo que se tomó como un desafío a Vicente Fox,
al dejar abierta la posibilidad de contender por la primera magistratura
en 2006, a pesar de que por esas fechas desde Los Pinos se informó
que "por ahora" la señora Sahagún de Fox no dedicaría
ni un solo minuto de su tiempo a hacer trabajo político partidista.
Las presiones políticas iban en aumento y llegaron
al punto álgido con la renuncia de Alfonso Durazo a la secretaría
particular de la Presidencia de la República, asunto sobre el cual
el propio Vicente Fox, el pasado 6 de julio, tuvo que hacer una declaración
a bordo del avión presidencial, cuando viajaba a Brasilia: negó
la posibilidad de que su esposa fuera a participar en la contienda para
sucederlo. Pero ella no aclaraba nada más y no fue sino hasta ayer
cuando ratificó lo dicho por su esposo.
Muy lejos quedó aquella declaración del
17 de julio de 2003, cuando Fox manifestó que a los aspirantes "ni
los reprimiré ni les apachurraré la cabeza para meterlos
debajo de la mesa y que ahí se den sus patadas", abriendo así
la carrera por la sucesión presidencial. Cuenta de ello dio Felipe
Calderón, a la sazón secretario de Energía, destapado
en un acto público en Guadalajara, quien tuvo que renunciar
luego de que Fox le reprochó haber estado "fuera de lugar y fuera
de tiempo", amén de ser "más que imprudente".
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