La renuncia del premier se debe aceptar: Consejo Legislativo

Hamas pide a Arafat y Qureia poner fin a la crisis de inseguridad

THE INDEPENDENT, DPA Y REUTERS

Nablus, 21 de julio. El responsable palestino encargado de los pueblos de la región de Nablus, en Cisjordania, Fadel Schuli, fue secuestrado por militantes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y liberado horas más tarde, al tiempo que el movimiento de resistencia Hamas llamó al presidente palestino Yasser Arafat y a su primer ministro Ahmed Qureia a poner fin al actual caos en materia de seguridad.

Las Brigadas, grupo armado vinculado al movimiento Fatah, de Arafat, afirmaron que el secuestro constituyó una muestra más del caos en materia de seguridad que se ha instalado poco a poco en los territorios palestinos, indicó un reporte de Afp.

El ex ministro de Información Nabil Amr, una de las pocas personalidades palestinas que critican abiertamente a Arafat, fue herido de bala ayer por un palestino en Ramallah, Cisjordania.

El primer ministro dijo que el atentado contra Amr es una prueba más de la situación de anarquía en los territorios palestinos y de la debilidad de las fuerzas de seguridad. Añadió que este ataque busca silenciar a la gente y matar la libertad de opinión y de expresión.

A su vez, el jefe supremo de Hamas, Jaled Mechaal, radicado en Damasco, hizo una llamada telefónica a Arafat y a Qureia para manifestarles su inquietud por los peligros que representan para el pueblo palestino la crisis de inseguridad.

Mechaal pidió un diálogo interpalestino "para resolver los diferendos en el seno del pueblo palestino, ya que sólo se debe recurrir a las armas contra el enemigo sionista (Israel)".

En el ámbito político, la situación también es muy tensa toda vez que el Consejo Legislativo Palestino, reunido en Ramallah, adoptó por mayoría un informe crítico de la administración de Qureia, y pidió a Arafat que acepte la renuncia del primer ministro y designe un nuevo gobierno con poderes para realizar reformas e impedir la anarquía.

El informe, redactado por un comité representativo del Parlamento, acusó al gobierno de Qureia de haber fallado en su tarea en materia de seguridad, ante todo en la franja de Gaza, y se pronunció por la formación de un nuevo gobierno.

En respuesta, Arafat emitió un decreto para unificar al menos una docena de facciones de seguridad bajo tres agencias, al tiempo que se comprometió a proseguir su esfuerzos para consolidar la unidad palestina, en un mensaje telefónico transmitido a miles de partidarios congregados en un campo de refugiados en el sur de Líbano.