México D.F. Domingo 8 de agosto de 2004
Un paro respiratorio le cortó la vida
la mañana de ayer, a los 86 años de edad
Falleció el llamado Cineasta del pueblo,
Ismael Rodríguez
Fue el responsable de convertir a Pedro Infante en icono
del cine mexicano de la Epoca de Oro
Filmó cerca de 90 películas y recibió
572 premios, entre ellos el Oso de Plata de Berlín, por Tizoc
JORGE CABALLERO Y AGENCIAS
El seminal/germinal director de cine mexicano Ismael Rodríguez,
de 86 años de edad, falleció a las 8:15 horas de ayer en
el hospital Médica Sur del Distrito Federal, a causa de un paro
respiratorio. Por su importancia, cariño del público y su
cine social era llamado El cineasta del pueblo.
A
su tacto y aguzado olfato cinematográfico se debe la invención/creación
de figuras emblemáticas tatuadas en la psique de los mexicanos,
como Pedro Infante, María Félix, Sara García, Germán
Valdés Tin Tan y la dinastía Soler: Domingo, Fernando,
Andrés y Julián, entre otros.
Con 90 películas en su haber, sin las cuales es
imposible explicar la sociedad del México del siglo pasado, y que
marcaron profundamente la llamada Epoca de oro del cine mexicano,
se hizo merecedor a 572 premios a nivel nacional e internacional.
Nacido en la ciudad de México el 19 de octubre
de 1917, Ismael Rodríguez Ruelas se interesó desde muy pequeño
por la cinematografía, por lo que a los nueve años desarrolló
junto con sus hermanos Roberto y José un sistema de cine sonoro
en la ciudad estadunidense de Los Angeles, California, donde vivió
un tiempo.
De regreso a México, en 1931, incursionó
en el cine como extra en la película Santa, dirigida por
el español Antonio Moreno, protagonizada por Guadalupe Tovar y que
fue la primera cinta sonora mexicana.
Dos años después, en 1933, participó
en El tigre de Yautepec, en la que trabajó como ayudante
de sonido, y La Llorona, en la que se desempeñó como
pizarrista, microfonista, recordista e ingeniero de sonido.
Fue en la cinta Payasadas de la vida (1934) con
la que recibió su primera oportunidad como actor. A esta le siguieron
otras participaciones, como en Rosario y Todo un hombre (ambas
en 1935); No te engañes, corazón (1936) y Vivir
otra vez (1939).
Aunque la actuación no era lo suyo, Ismael Rodríguez
continuó en el cine, pero como sonidista, en El jefe máximo,
Al son de la marimba (ambas en 1940) y El hijo de Cruz Diablo,
y como asistente de producción en Ay Jalisco, no te rajes
(ambas en 1941).
La mancuerna Rodríguez-Infante
A decir de los que saben y estuvieron cerca de él,
Ismael Rodríguez fue una persona inquieta, imaginativa, audaz, con
un buen sentido para el éxito taquillero, por lo que recibió
el calificativo de El cineasta del pueblo mexicano.
Muestra de ello, fue la primera cinta que dirigió
y produjo, ¡Qué lindo es Michoacán! (1942),
en la que participaron los actores mexicanos Gloria Marín y Arturo
Soto Rangel.
En Mexicanos al grito de guerra (1943), en la que
se cuenta la historia del Himno Nacional Mexicano, participa como codirector,
mientras que preparaba los guiones de Amores de ayer y Escándalo
de estrellas, que produjo y dirigió en 1944.
Una vez establecido en la industria cinematográfica
mexicana, Ismael Rodríguez, junto con sus hermanos, fundó
la empresa productora Películas Rodríguez, con una larga
y exitosa trayectoria.
El cine popular fue, por excelencia, uno de los mayores
méritos del Cineasta del pueblo, sobre todo el haber aprovechado
las posibilidades histriónicas del actor sinaloense Pedro Infante,
a quien dirigió en 16 ocasiones y lo convirtió en un icono
del cine mexicano.
Además de las cosas estrictamente cinematográficas,
Ismael Rodríguez declaró que compartió con Infante
"la fascinación por las mujeres, nos enamorábamos de las
mismas''. Con el Idolo de México rodó películas
de todos los géneros: comedia ranchera como Los tres García,
Vuelven los García (ambas de 1946) y Los tres huastecos
(1948); o dramas como La oveja negra y No desearás la
mujer de tu hijo (1949), que resultaron ser verdaderos éxitos
de taquilla.
También dirigió, produjo y realizó
los guiones de la trilogía de melodramas urbanos que alcanzó
la categoría de mito: Nosotros los pobres (1947); Ustedes
los ricos (1948) y Pepe El Toro (1952).
Asimismo, realizó las cintas A toda máquina
y Qué te ha dado esa mujer (ambas de 1951), en la que el
cineasta convirtió a Pedro Infante y Luis Aguilar en una perfecta
mancuerna, dando como resultado otros dos grandes éxitos taquilleros
del cineasta.
Otro género que exploró fue el cine biográfico,
al realizar Sobre las olas (1950), en la que de nueva cuenta Infante
encarna al músico mexicano Juventino Rosas y traslada al espectador
a la época porfiriana.
Sin embargo, Pedro Infante no fue el único que
se benefició del ojo del cinerrealizador, ya que Rodríguez
también lanzó a otras figuras con sus innumerables éxitos
cinematográficos, como María Félix, los ya mencionados
hermanos Soler, Jorge Negrete, María Victoria y Sara García,
por mencionar algunos.
Ismael Rodríguez recibió en vida aproximadamente
572 reconocimientos a nivel nacional e internacional, siendo el más
importante el Oso de Plata del Festival de Cine de Berlín, Alemania,
por la cinta Tizoc (1956), y un Ariel de Oro en 1992 por la trascendencia
de su obra, galardones que lo convierten, sin lugar a dudas, en el cinerrealizador
mexicano más grande de todos los tiempos.
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