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UNA INDUSTRIA QUEMADA 9 de agosto de 2004

Ricardo Blanco Velásquez

Cada vez que se concreta una operación tan simple como la compra o venta de un disco pirata que contiene un programa informático para ser utilizado en empresas privadas, la administración pública o en una institución educativa, la legislación que protege la propiedad intelectual es puesta en jaque. En el mercado negro mundial, cuatro de cada 10 copias de programas son piratas. Ninguna nación está inmune al impacto de este delito, de tipo penal, y que ocasiona severo impacto económico. En los próximos dos años, las transacciones con copias ilegales alcanzarán unos 40 mil millones de dólares en el mundo.

México no es la excepción. En el continente, el país es señalado junto con Brasil como "paraíso" para los productores de software ilegal. En estas dos naciones se originan quebrantos a la industria por casi 888 millones de dólares, cantidad que representa 70 por ciento de los mil 273 millones de dólares anuales de pérdidas que sufre la industria establecida en América Latina por la creciente piratería. Ese es el cálculo derivado de un estudio financiado por la Business Software Alliance (BSA) y elaborado por IDC, la mayor firma de investigación y pronósticos del mercado global de la industria de la tecnología de la información.

Las pérdidas, como plantea el estudio, ocurren en todo el mundo. En Europa Occidental alcanzan 9 mil 600 millones de dólares; Asia-Pacífico 7 mil 553; Estados Unidos-Canadá 7 mil 232 millones; Europa Oriental 2 mil 111 millones, y Medio piratas1P8Oriente y Africa mil 26 millones.

Se resalta que, ya sea en economías del primer mundo o en naciones en vías de desarrollo, la simple venta de un disco de software pirata es un "dolor de cabeza" para las reglas que protegen la propiedad intelectual. Cada año se destinan cientos de millones de dólares para sustentar las modificaciones a cuanta ley de protección que existe en los diversos países. Varios factores contribuyen a las diferencias regionales en cuanto a la piratería: desde los precios de los programas en relación con el ingreso de la población y la fuerza de la protección a la propiedad intelectual hasta el acceso a los software ilegales y las diferencias culturales.

En el estudio Expansión de las economías mundiales: beneficios de la reducción de la piratería de programas, que cubrió 86 países, se enfatiza que la piratería de programas acarrea consecuencias económicas negativas; industrias locales severamente dañadas por las copias ilegales de programas de alta calidad importados, pérdidas de ingresos fiscales y de empleos y los costos de una procuración de justicia ineficiente. Y en esta radiografía encaja Latinoamérica, que redujo su tasa de piratería regional 12 puntos entre 1996-2001. Sin embargo, el área continúa clasificada como de alta incidencia en programas de cómputo ilegales.

Se insiste en que para desminuir gradualmente la piratería informática, es vital que los gobiernos, la enfrenten.

En la investigación anual de piratería de programas de cómputo de Business Software Alliance se puntualiza que la educación es piedra angular para combatir el fenómeno, en el sentido de generar una conciencia sobre su efecto adverso. Mientras el cambio de actitudes en el ámbito educativo no se observe, se reducen los beneficios que acarrea el sector informático, como la generación de empleos, los mayores ingresos tributarios y el apoyo a la actividad económica general.

En el documento se resalta que el sector de la informática ya emplea más de 9 millones de personas, genera más de 700 mil millones de dólares de impuestos anuales y contribuye con casi un billón de dólares anuales a la prosperidad de la economía mundial §

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