348 ° DOMINGO 22 DE  AGOSTO DE  2004
 

Elecciones en el granero de votos
Veracruz:
pavimento hacia
Los Pinos

ALBERTO NÁJAR

Es como en los viejos tiempos: los partidos políticos, en especial el PRI, derrochan dinero en sus campañas. Los medios locales se vuelcan al tricolor y la autoridad electoral, designada por una mayoría priísta en el Congreso, nada hace para impedir los excesos. Es la elección en Veracruz, la segunda fuente más importante de votos para el PRI en el país y que, tras los comicios en Oaxaca, se presenta como un atajo viable para el regreso del partidazo a la Presidencia

 
Dante Delgado. "Hasta el ser superior pisó 
la cárcel"
Fotografías: Cuartoscuro
TEQUILA, VERACRUZ.–La casa de campo que tiene en esta cabecera el priísta Mario Zepahua Valencia, diputado federal que ganó la elección en medio de un sospechoso secuestro y dueño de prácticamente todos los camiones de transporte público que circulan en la sierra Zongolica, es más grande que la presidencia municipal.

La finca La Quinta Piedra tiene unos 60 metros de frente por 40 de fondo; cuenta con jardín, bodega y cochera para varios vehículos.

El edificio del cabildo, en cambio, se ubica en lo alto de un cerro, sobre un terreno de 200 metros cuadrados. Apenas tiene una decena de oficinas.

Fue en La Quinta Piedra donde, hace unos meses, terminó el debate sobre quién sería el próximo candidato a presidente municipal. Durante una reunión con un grupo de priístas, el diputado Mario Zepahua dijo a sus compañeros: "No le hagan al cuento, el bueno va a ser (Gerardo) Apale".

Y ya, recuerda Maurilio Xocua Méndez, líder de la Organización Campesina Indígena de la Sierra de Zongolica (OCISZ). "Nadie dijo nada en ese momento: se disciplinaron."

Cómo no hacerlo. En esta región montañosa del centro de Veracruz, la familia Zepahua tiene fama de ejercer la violencia para resolver sus problemas.

El mismo Maurilio Xocua lo sabe bien. En 1986 junto con su hermano Berto organizó la cooperativa de transporte Aguas Oscuras para competir con los Adelas, la empresa del diputado federal.

Tras varios intentos de sabotaje obtuvieron un amparo que les permitió mantenerse en operación, y en respuesta "llegó un grupo de pistoleros de El Naranjal (una comunidad vecina) a buscarme, y como no me hallaron balacearon mi hermano más chico. Se murió".

Por eso, cuando se supo el nombre del candidato, los distintos grupos priístas prácticamente acataron la decisión, un hecho que contrastó con el resto de los municipios de la Zongolica, donde los inconformes con las postulaciones cerraron las carreteras de la región.

Nada nuevo en Veracruz, donde este 5 de septiembre habrá elecciones para renovar la gubernatura, 212 presidencias municipales y 30 diputaciones locales.

Es la primera vez que las tres elecciones se realizan al mismo tiempo, y por eso algunos analistas las califican como históricas, aunque en términos reales son otros los elementos que las hacen diferentes.

Uno de ellos es el hecho de que, inusualmente, el candidato en turno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Fidel Herrera Beltrán, no las tiene todas consigo, e incluso se prevé que el resultado de los comicios será muy apretado. Algunas encuestas señalan un crecimiento en la popularidad del ex gobernador Dante Delgado Rannauro, postulado por la coalición Unidos por Veracruz, integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Convergencia y del Trabajo (PT).

Detrás de los números hay una larga lista de fracturas internas en los partidos, acusaciones de exceder con mucho los topes de gastos de campaña sin que exista herramienta legal alguna para impedirlo; una creciente desconfianza en las autoridades electorales y la imposición de candidatos, que en estas tierras, donde los cacicazgos y grupos corporativos siguen vigentes, es algo normal.

A esto se suma el factor 2006, en el que el estado, afirma Alberto Olvera Rivera, director del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS), de la Universidad Veracruzana, será un factor importante, pues "después del estado de México, Veracruz es la segunda fuente de votos para el PRI".

No es sólo una elección local, pues, sino "la pavimentación del regreso del PRI a Los Pinos".

Por eso se recurre a todo para ganar. En la región Zongolica se elabora desde la semana pasada una lista para entregar despensas, cemento y techos de lámina el mismo día de las elecciones. Quienes se apuntan deben entregar su credencial de elector.

El viejo sistema que, insiste Olvera Rivera, en realidad nunca se ha ido. "Es lo más grave, la restauración de esas prácticas y la impotencia de los órganos electorales. La sociedad ya había bajado las triquiñuelas con la participación, pero se descuidó. No puso atención a las elecciones".

Huesos viejos

 
Fidel Herrera. Una campaña con imaginación
En realidad, en Veracruz la campaña electoral empezó desde febrero del año pasado con la selección de los candidatos a gobernador, un proceso difícil para todos los partidos.

El caso más evidente fue el del PRI, donde al inicio de 2003 eran 11 los aspirantes a suceder al actual mandatario Miguel Alemán Valdés.

Al paso de los meses, y después de romperse varios pactos avalados incluso por el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, la lista se redujo a tres precandidatos: los diputados federales Miguel Angel Yunes, Tomás Ruiz y el senador Fidel Herrera Beltrán.

La selección no fue sencilla. Los diputados acusaron al senador de gastar más de 100 millones de pesos en su precampaña, e incluso Yunes afirmó que parte de ese dinero provenía del narcotráfico. Nunca presentó pruebas.

Fidel Herrera, por su parte, acusó al diputado de traicionar al PRI y reconoció tener "muchos amigos nacos, pero ninguno narco".

Al final, recuerda José González Sierra, investigador del IIHS, a Yunes y a Tomás Ruiz "los plancharon con el método de selección de candidato, que fue por delegados y no en una consulta abierta como se había acordado".

Fidel Herrera se convirtió en el candidato de la alianza Fidelidad por Veracruz, integrada, por los partidos Verde Ecologista y Revolucionario Veracruzano (local), además del PRI.

En el Partido Acción Nacional (PAN), mientras tanto, la contienda para decidir entre los seis precandidatos tampoco fue sencilla, e incluso se pusieron en riesgo dos de las posiciones políticas más importantes del blanquiazul, las alcaldías de Boca del Río y del puerto de Veracruz.

Y es que dos de los líderes naturales del partido en esa región, los ex diputados federales Sergio Vaca Betancourt y Roberto Bueno Campos, renunciaron al blanquiazul y se unieron a la coalición Unidos por Veracruz después que un grupo de panistas pretendió expulsarles por criticar al presidente Vicente Fox.

"Me voy del PAN porque me cansé de los ataques, de la falta de democracia y de que unos cuantos se sientan dueños del partido como si fuera una franquicia", declaró Vaca Betancourt.

Al final, el partido se inclinó por el senador Gerardo Buganza Salmerón, empresario originario de Córdoba, cercano al ahora precandidato presidencial Carlos Medina Plascencia, y señalado de pertenecer a la organización ultraderechista El Yunque, vinculación que niega el legislador. "Soy católico, apostólico y romano", suele decir el candidato sobre el tema.

En el caso de Unidos por Veracruz los problemas no se presentaron en la postulación del ex gobernador Dante Delgado (se recurrió a una encuesta efectuada por Alducin), sino en la designación de los candidatos a diputados y presidentes municipales.

Y es que parte de los acuerdos para formar la coalición fue dejar a Convergencia la mayor parte de las candidaturas a alcalde y repartir el resto de las posiciones al PT y al PRD.

La decisión causó inconformidad en algunos grupos perredistas, que el mes pasado tomaron las oficinas del comité estatal de ese partido en protesta por la aplicación de "encuestas patito" para designar a los candidatos, una forma, advirtió Reyna Lara González, aspirante a la alcaldía de Cotaxtla, de disfrazar "el dedazo y la imposición". Las instalaciones se incendiaron tras las protestas.

Hubo respuesta: todavía la semana pasada en el Instituto Estatal Veracruzano (IEV) continuaban los movimientos en las listas de candidatos.

Adicionalmente, las protestas marcaron el proceso electoral. "Hay muchos que hacen contracampaña por debajo del agua", afirma el investigador González Sierra. "Es lo clásico del PRI, nadie se sale abiertamente del partido pero hacen campaña por otro candidato".

No es un fenómeno nuevo, añade, pues se presentó en las elecciones de 1997, cuando el tricolor perdió 107 presidencias municipales. Entonces el líder del partido era el ahora ex priísta Miguel Angel Yunes, a quien se responsabilizó de la derrota por imponer candidatos.

Ahora el escenario es parecido. "No sé en qué medida vaya a incidir en la elección de gobernador, pero indudablemente afectará a las municipales", sigue González.

Por lo pronto, la Comisión de Justicia Partidaria del tricolor veracruzano inició un proceso para sancionar a un grupo de militantes "que traicionaron los principios ideológicos" del partido, advierte la secretaria general Bertha Hernández Rodríguez.

Un sol tricolor

Como puede, Fidel Herrera Beltrán jala aire.

Está en Boca del Río, uno de los principales bastiones panistas en la entidad, donde una multitud de priístas con camisas rojas lo abraza, aplaude, entrega cartas, le pide tarjetas firmadas.

Abre la boca el candidato y respira el aire que incluso, en vísperas del anochecer, está caliente. Ese martes, según las mediciones meteorológicas, la sensación térmica en el puerto veracruzano fue de 40 grados centígrados.

Apenas hace una hora el equipo de campaña era pesimista. Por radio los operadores informaban que había poca afluencia, "entre mil y mil 200 aves en el gallinero".

En el argot fidelista, ave es un asistente al mitin, al cual le llaman gallinero. Una denominación curiosa que contrasta con las claves de los jerarcas del partido: al presidente Adolfo Mota Hernández le dicen Apolo. Y el candidato es Sol.

Así, antes de llegar al gallinero, Sol tuvo que hacer un Siete, es decir, un ajuste de tiempo, a fin de esperar que las aves, acarreadas de Talixcoyan, Jamapa, Ignacio de la Llave, Alvarado y el mismo puerto de Veracruz se reunieran.

Funcionó. A Boca del Río acudieron unas 2 mil personas, reunidas en una estrecha calle junto al auditorio Fernando Gutiérrez Barrios, para dar la sensación –y una mejor toma fotográfica– de que eran más.

Así es la dinámica en la campaña de Fidel Herrera, cuestionada por el dinero invertido en propaganda, por la organización de mítines, los traslados en avión en todo el estado y sobre todo por la difusión intensa en radio y televisión.

"Es un gasto alarmante, fuera de toda lógica", dice Alberto Olvera, director del IIHS. "Es incluso excesivo para ganar la elección, para eso el PRI no necesita esa cantidad".

Tanto es el dinero, añade, que a pesar de los desmentidos no se ha logrado borrar la sospecha de que el financiamiento del tricolor "viene de fondos privados dudosos. Pero no hay manera de probarlo".

Como quiera que sea, lo cierto es que no se sabe cuánto ha costado la candidatura del abanderado priísta.

En su página electrónica se informa que la precampaña –duró 11 meses– costó 2 millones 828 mil pesos, pero en marzo pasado el presidente estatal del PAN, Alejandro Vázquez Cuevas, denunció ante el IEV que, por la cantidad de espectaculares desplegados y los mensajes en los medios electrónicos, el tricolor habría invertido, hasta ese momento, por lo menos 30 millones de pesos.

El tope de campaña establecido por el IEV es de 36 millones de pesos por candidato a gobernador, una cantidad que, afirma Francisco Domínguez Canseco, del Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara (Cesem), sólo en el pago de los mensajes en radio y televisión ya se habría consumido.

"Todos le meten mucho dinero a los espots, pero el PRI se vuela la barda. Por cada mensaje de la oposición hay tres de Fidel", dice.

A las críticas la respuesta es vaga. "No hemos rebasado el límite de la ley", jura el presidente del PRI, Mota Hernández. "Nuestros detractores no han comprobado, con un solo documento, que nuestro gasto es excesivo".

En las calles de Jalapa, Orizaba, Córdoba, Martínez de la Torre, Boca del Río, Coatzacoalcos, así como en las carreteras que comunican a esas y otras poblaciones de Veracruz, abundan los pendones, banderines y espectaculares con la imagen de Fidel Herrera.

¿Cómo se explica ese gasto?

"Con imaginación", responde el líder del PRI. "Hay un afán de promover el voto por parte de nuestros militantes, con creatividad para hacer propaganda manual, casera, doméstica, que se ve y se siente por todo Veracruz".

Así lo dice.

Como sea, lo cierto es que las acusaciones de gasto excesivo también incluyen a Dante Delgado, a quien los priístas cuestionan el origen del dinero para pagar los mensajes por televisión y sus espectaculares. En los pasillos tricolores la versión es que la mayor parte de las prerrogativas de la coalición se utilizan en su campaña.

Y al PAN, por su lado, se le critica el uso del programa Oportunidades para beneficiar a sus candidatos, sospecha que se fundamenta en el hecho que desde hace varios meses se cambió a los responsables de aplicarlos con otros de filiación panista.

El feliz mundo de los candidatos

 
Gerardo Buganza. "Católico apostolico
y romano"
El panista Gerardo Buganza ofrece tarjetas para acceder "al mejor sistema de asistencia médica y emocional, vía telefónica" y sin costo alguno a 150 mil familias de escasos recursos.

También cuenta con un seguro de vida por 9 mil 600 pesos que se entrega en forma gratuita, y que garantiza a los beneficiarios un apoyo "incondicional" de 800 pesos mensuales "para el sostenimiento del hogar por un año".

La única condición para aprovechar los programas es apuntarse (en el caso del seguro de vida, enfermarse o fallecer) antes del 31 de agosto.

Dante Delgado, candidato de Unidos por Veracruz, se compromete a crear Petróleo Verde de Veracruz (Petrover), una empresa estatal dedicada a explotar los pozos abandonados que existen en la entidad.

También ofrece 470 mil viviendas urbanas y de interés social, 300 mil más de tipo rural "mejoradas" –es decir, con piso, techo, fogón y letrina–, mil puentes, 5 mil kilómetros de carreteras rurales y 250 mil microcréditos productivos "para las mujeres".

Fidel Herrera Beltrán, por su parte, hace un llamado "a todos los jóvenes que no ingresaron a la Universidad Veracruzana" a inscribirse en su Proyecto Alternativo Universitario mediante el cual se ofrecerán 40 mil becas de estudios universitarios.

Además, el sector juvenil del PRI organizó un concurso musical cuyo primer premio es la difusión, "en un canal de televisión nacional", de la canción ganadora. Hasta la semana pasada no se sabía cuál de las cadenas respalda la oferta.

Tres estrategias para ganar votos. La muestra de que, en Veracruz, el derroche no sólo es en dinero.

"No hay seriedad en las propuestas", afirma Domínguez Canseco, del Cesem. "El PAN y el PRI entregan tarjetas de salud pero, ¿cómo lo van a hacer posible, si no hay recursos y falta medicina en las clínicas rurales? Es un mundo feliz el que andan ofreciendo".

El problema, añade el coordinador estatal del centro, Alfonso Oseguera Cruz, es la falta de recursos. "El gobierno del estado no tiene dinero para invertir en programas sociales; incluso las autopistas que hizo Miguel Alemán se consiguieron al aplicar el impuesto de 2% a la nómina"

Así, "quien gane va a tener que inventar un nuevo impuesto, de lo contrario no va a haber fondos para cumplir las promesas. Y la gente ya no tiene para pagar más; por eso se van a Estados Unidos".

En esa ruta, el escenario para el candidato de Fidelidad por Veracruz es aún más difícil, pues parte de la estrategia del tricolor incluye la compra de votos en las regiones indígenas, como la Sierra Zongolica.

"Es un juego malévolo", añade. "En la sierra el contrato oral es un mecanismo fundamental, y cuando alguien se compromete a votar por alguien lo hace de veras". Y cuando las promesas no se cumplen empiezan los problemas, como sucede en el municipio de Coyutla, en la región totonaca, donde el alcalde no ha podido entrar al edificio del cabildo porque la comunidad lo tiene tomado desde hace casi cuatro años.

"No cumplió con unas obras y la gente se enojó, renunciaron los ediles y tuvo que gobernar desde su casa", explica Oseguera. "Hasta hubo muertos en los intentos de desalojo".

No es, pues, un problema menor, e incluso la Asociación Ministerial del Estado de Veracruz –que agrupa a las iglesias evangélicas– hizo un llamado a suspender la compra de sufragios. "Que se busque el voto a consecuencia de la convicción y el análisis reflexivo de las propuestas", dijo su presidente, Ricardo Aquino Alfaro. "Se debe terminar con la escuela de la manipulación".

Las cartas del gitano

En imagen de medium shot (media toma en el argot televisivo), el ex gobernador Dante Delgado Rannauro –rostro serio, casi enojado– se defiende.

"Los grandes hombres de la historia han pisado la prisión, incluso nuestro ser superior", dice mientras la toma se abre para mostrar un mitin medio concurrido.

"Todos los grandes hombres de la historia reciente han pisado la cárcel, así que quienes crean que me voy a doblegar por haber pisado la cárcel se equivocan. Salí con dignidad y la frente en alto".

El mensaje se transmite con regularidad en las televisoras locales, especialmente los noticiarios del mediodía. Es la respuesta del ex gobernador a las notas, desplegados y espots que desde hace varias semanas se dedican a recordar su encarcelamiento, en 1996, por un presunto desvío de recursos públicos.

La insistencia por tocar el tema hace pensar en una campaña en la que participan, coinciden activistas y académicos, casi todos los medios locales de comunicación.

"Están volcados al PRI, no se fomenta la equidad", explica Martín Aguilar, investigador del IIHS y uno de los fundadores de la Red Ciudadana de Vigilancia Electoral, organización en la que participan ex consejeros electorales, académicos y activistas para supervisar los compromisos asumidos por los candidatos.

Y el investigador González Sierra completa: "Es una campaña para golpear, tienes que escudriñar los periódicos para encontrar algún comentario negativo sobre Fidel; y cuando lo hacen, así les va".

Lo más grave, sin embargo, es que en Veracruz nadie regula los excesos. Hasta la semana pasada el IEV no había realizado ni una sola revisión de la publicidad política en los medios de comunicación, un elemento fundamental para determinar la cantidad de recursos que los partidos invierten en su propaganda.

El argumento es, explica el presidente del instituto, Salvador Martínez y Martínez, la falta de recursos. "Usted habrá visto la cantidad de medios que se publican en el estado, son muchos; antes existía un programa de monitoreo pero lo suspendimos porque el Congreso redujo 104 millones de pesos en el presupuesto de este año".

Ese es el fondo del problema, los candados legales establecidos por las legislaturas de mayoría priísta, que impiden una fiscalización real de las contiendas políticas.

Una muestra es que, de acuerdo con el código electoral veracruzano, el IEV no tiene facultades para fiscalizar los gastos realizados en las campañas, pues los partidos sólo están obligados a entregar un informe financiero tres meses después de los comicios.

Y ya.

–O sea que básicamente revisan lo que los partidos quieren...

–Pues sí. Son las limitaciones de la ley.

 

Militantes del PAN procedentes de
Álamo-Temapache protestaron frente a la 
sede estatal de su partido por la supuesta
imposición de Jorge Vera a la alcaldía de
este municipio.
Fotografía: Ramón Uribe Sánchez
No es todo. También por mandato legal, el secretario ejecutivo del instituto concentra entre sus funciones prácticamente todo lo relacionado con la operación de los procesos electorales, desde la designación de funcionarios en los distritos hasta montar y supervisar el Programa de Resultados Electorales Preliminares que, por primera vez en los próximos comicios, estará a cargo del IEV.

Concentrar tantas atribuciones en un solo funcionario no es gratuito y, de hecho, afirma el investigador Leopoldo Alafita, se trata de una estrategia diseñada por el PRI y el gobierno estatal para recuperar el control del órgano electoral tras el fracaso de los comicios en 1997 y 2000.

El secretario ejecutivo es, pues, fundamental. En el actual proceso el responsable es Carlos Rodríguez Moreno, ex rector de la Universidad Autónoma de Veracruz Villa Rica, ex director de la Facultad de Derecho de esa institución, notario público... y diputado local por el PRI, hace cinco años.

Algo que minimiza el presidente del IEV. "Nunca se ha ocultado que fue legislador", insiste Martínez y Martínez. "Cumple con todos los requisitos legales y además fue elegido por unanimidad entre los cinco consejeros".

Pero no basta. "El es quien se opone al monitoreo", insiste Alafita, quien suma a este elemento el hecho de que tres de los cinco consejeros electorales fueron designados por la mayoría priísta en el Congreso.

Por eso la desconfianza en el IEV y la creciente sospecha de que, el 5 de septiembre, se puede repetir el escenario de los comicios en Oaxaca.

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Sierra Zongolica, otra vez.

A pesar del secuestro que el diputado Mario Zepahua dice haber sufrido, lo cierto es que el poder de su familia está lejos de disminuir. Por el contrario, desde la postulación de Fidel Herrera Beltrán parece ir en aumento.

Y es que Zepahua y el candidato son amigos desde hace varios años, cuando el primero coordinó la campaña a diputado federal de Herrera.

Una amistad que pesa y sirve para tomarse algunos lujos, como promover como candidato a diputado local a su primo Ignacio Valencia, quien, coincidentemente, también fue alcalde de Tequila.

No dejó buenos recuerdos. "Entró sin un centavo y cuando dejó el cargo ya tenía una constructora, la que ahora se encarga de todas las obras del municipio", recuerda Maurilio Xocua. "No las hace bien, como el camino a Aguatepec donde no pasan los camiones con carga. Ya le han hecho como tres remiendos y no funciona, pero claro, todo se ha cobrado".

Lo malo es, reconoce el líder de la OCISZ, que no hay muchas alternativas pues al candidato de Unidos por Veracruz, Matías Hernández, lo respaldan "unos maestros que no son bien vistos por la gente".

El futuro es claro, pues. "Van a ser tres años de trácalas".