Sombra, aves y café en el Rincón de Ixtlán

Janett de los Santos y Mario Bolaños

Grupo Mesófilo AC

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El café de sombra en México

La economía de las comunidades zapotecas del Rincón de Ixtlán, Oaxaca, se sustenta en un modelo productivo ampliamente distribuido entre los pueblos indios mesoamericanos; está caracterizado por la coexistencia de cultivos de subsistencia tradicionales junto a otro de carácter comercial que provee de recursos monetarios. En este caso se trata del café, conocido de tiempo atrás en la región, pero cuyo cultivo se generalizó a partir de la década de los setenta del siglo anterior a raíz de su intensa promoción por el extinto Instituto Mexicano del Café, Inmecafé.

Como es común en Oaxaca, la cafeticultura indígena del Rincón se tipifica genéricamente como "café de sombra", cuya producción no implica un modelo técnico homogéneo, pero si una adscripción étnica dominante, al ser cultivado mayoritariamente por minifundistas indígenas. En términos ambientales, todo cafetal de sombra presta servicios diversos, pero estos varían en relación directa al manejo que se dé a los cafetales, donde la aplicación de técnicas agroecológicas, la edad y renovación de los cafetales y el manejo de la sombra juegan un papel central en la diferenciación. En los párrafos subsecuentes se esbozará someramente la diversidad de la producción de café de sombra identificada en el Rincón de Ixtlán, como resultado de un proceso que la asociación civil Grupo Mesófilo y la organización indígena Michiza-Yeni Navan realizan en esa región para fortalecer la cafeticultura regional.

Contexto regional de la producción de café de sombra
 
Edad del cafetal en el Rincón
Porcentaje de cafetales
Joven (4-10 años)
15 por ciento
Maduro (12 a 15 años)
20 por ciento
Viejo (20-40 años)
55 por ciento
Muy viejo (40 a 70 años)
10 por ciento

El cultivo de café se distribuye desde los 640 y hasta los mil 600 metros sobre el nivel del mar (msnm). De acuerdo a la muestra registrada, 77 por ciento de las plantaciones se localizan en la zona templada, el 17 por ciento en tierra caliente y un seis por ciento en tierra fría. Los expertos consideran como café de altura el producido alrededor de los mil msnm hacia arriba. En nuestro caso, corresponde a la franja entre 900 a mil 400 msnm. Con la aplicación de técnicas agroecológicas, este café logra aumentar los volúmenes de producción, mejorando la calidad en tamaño y peso del grano (rendimiento), además de acentuarse las características de una buena bebida (cuerpo, acidez, etc.). Con la misma atención, el café de tierra caliente puede aumentar el volumen de la producción, pero con menor peso específico del grano, por lo que su rendimiento seguirá siendo bajo, además de no poseer buenas características organolépticas.

Regulando la sombra
 
De manera general, las mejoras de estos cafetales se concentran en los predios de los productores y productoras afiliados a Michiza, quien posee la certificación de café orgánico, estatus que representa un nivel superior del café de sombra. Sin embargo, tanto los productores orgánicos, y aun más el resto, se enfrentan a condiciones que no permiten un mayor y mejor desarrollo técnico, derivado de la dominancia de cafetales viejos, una lacerante ausencia de atención oficial en capacitación y créditos, carencia de infraestructura adecuada para el beneficio; factores que, sumados a la crisis de precios y la alta marginalidad presente, hacen que sus habitantes (viven en una zona considerada como prioritaria de conservación por su riqueza forestal), subsistan en condiciones de precariedad extrema. Desde la perspectiva cafetalera, esto se traduce en baja productividad, sistemas de manejo y selección de semilla deficientes y edad promedio excesiva de los cafetales, entre otros factores.

Fisiográficamente, los cafetales están sobre suelos que van de delgados a someros, como es la generalidad de los suelos de Rincón, con texturas arcillo-arenoso, arcillo-limoso, limo-arenoso, areno-limoso y arenoso. La profundidad del suelo va desde 10 hasta 70 cm, con un promedio de 30. El color predominante es el café con tonalidades que van de claro a oscuro, y conforme se desciende a tierra caliente en los suelos empiezan a dominar la arcilla y/o la arena.

Estos suelos no están exentos de una relativa pedregosidad. En el 53 por ciento de las parcelas muestreadas se observó la presencia de piedras que cubrían desde 1 hasta el 50 por ciento de las superficies, La pendiente mínima de los terrenos con cultivo de café es de 22 por ciento, mientras que la máxima se ubica alrededor del 100 por ciento, haciendo en casos extremadamente fatigosas las labores de manejo. El productor promedio maneja unas tres parcelas. El 89 por ciento de los cultivos de café se extienden de media a una hectárea, que es el rango máximo que una unidad doméstica promedio puede atender con su mano de obra, o la ocasional y menguante por la migración, proveída por el jornaleo agrícola ocasional.

Todos los cafetales contienen semilla criolla, la mitad caturra y una tercera parte bourbón y otro tanto mundo novo, y en menos de una quinta parte de ellas se observó la variedad guernica. Salvo la semilla criolla, el resto fueron introducidas por el Inmecafé. En general, las variedades nuevas producen más volumen pero pesan menos, siendo atacadas más por plagas en comparación con el café criollo, de raíz más fuerte. En promedio, la densidad de siembra es de mil 200 a mil 600 matas por hectárea. Lo más común es que las distancias entre mata y mata sea entre 2 y 3 metros. Por asimetría del terreno, algunos productores dan separaciones de hasta 4 metros o más. En el café mejorado, las distancias se reducen al promedio recomendable de 2 metros, debido a que crecen menos.

Los sistemas de cultivo de café de sombra

El trabajo de la parte ambiental de este proyecto justifica en mayor grado la importancia de las plantaciones de café como hábitat y áreas de protección de innumerables especies de plantas y animales. Hasta el momento se cuenta con un registro de 102 especies vegetales identificadas encontradas en los cafetales de la región. La mayoría son árboles que sirven de sombra al cafetal (61 especies), 69 por ciento de ellas son nativas (42 especies) y el 31 por ciento restante son introducidas (19 especies). Existen aún más especies nativas por identificar, pues sólo están registradas con su nombre en zapoteco. Además, diversificando la producción del cafetal, se encuentran más de 15 especies frutales.

Aprendiendo a medir la sombra
 
Se han determinado hasta el momento 58 especies de árboles de sombra para los cafetales de Sierra Norte -al momento hay registro de 80 especies de árboles de sombra con nombres zapotecos que falta por determinar- que se distribuyen desde 645 hasta mil 600 msnm. De éstos, 41 son nativas, de las cuáles el 36.6 por ciento son combustibles (leña), el 31 por ciento comestibles y casi el 20 por ciento son maderables y sólo 17 son especies introducidas, casi en su totalidad frutales comestibles. Muchas de estas especies son características de la vegetación secundaria derivada de selvas altas perennifolias (SAP) y bosque mesófilo de montaña (BMM) asociados a bosques de encino (BQ) y bosques de pino (BP).

La distribución de esta riqueza arbórea en buena medida se determina por la presencia de tres sistemas para el cultivo de café de sombra en las comunidades estudiadas:

La diferencia entre estos sistemas es la forma en que el cafeticultor transforma y aprovecha la vegetación original para establecer el cafetal o de como éste restaura un terreno favoreciendo el crecimiento de árboles nativos, con finalidades y usos diversos para introducir posteriormente la plantación de café. En la estructura del policultivo se observan de tres a cinco estratos de árboles y plantas claramente diferenciados, donde el cultivo del café por lo regular ocupa el estrato medio o el inferior cuando son mínimos los estratos. Si del sistema rusticano se trata, por lo regular hay dos estratos, y excepcionalmente podrían ser tres si se agregara otro debajo del café.

Bajo el sistema de policultivo y utilizados como sombra del café, se conservan elementos del bosque mesófilo original (liquidámbar, aile, aguacatillo, laurel, fresno, mora, magnolia, etc.), en altitudes de clima templado, enriquecidos con árboles frutales (capulín, aguacates varios, guayaba, mamey, mango, pimienta, plátanos diversos, vainilla, naranja, lima, limón, níspero, mandarina, pomarrosa, cuajinicuil, chicozapote amarillo, anona silvestre, cacao silvestre, piña, chirimoya, etc.) y especies leñosas y maderables (cedro, cedrillo, caobilla, pino, encinos diversos, guarumbo, ficus, etc.), destacando también plantas comestibles (huele de noche, tepejilote, hongos, etc.) y medicinales (chichicaxtle, sangre de grado, varios más con nombres nativos).

Otras especies presentes en estos cafetales son las que sirven para la fabricación de yugos, timones, mangos, moldes para panela, cortezas para atar (majahua). O como la higuerilla, cuya semilla es vendida a la iglesia para la obtención de aceite y el jícaro que se aprovecha para fabricar utensilios del hogar. Menos visibles son las plantas con propiedades medicinales, rituales u ornamentales, y el empleo de palmas y bejucos para elaborar productos de uso doméstico.

Compartiendo este nicho, se encuentran especies introducidas y/o toleradas de utilidad doméstica para el consumo y en ciertos casos para su venta local o regional (pimienta gorda, canela, tepejilote, aguacates, cítricos y plátanos, entre otros). Otras especies se establecen más en beneficio del cultivo del café o del suelo donde crecen en forma de barreras vivas, coberturas y cercos (zompantle, palo de agua, huele de noche, piña, tepejilote, siempreviva, frijol nescafé, etc.), y de excelente sombra como las diferentes especies de Inga (jinicuiles), que además producen materia orgánica e incorporan nitrógeno al suelo.

Por su parte, el sistema rusticano contribuye a conservar el estrato arbóreo de las selvas medianas de tierras bajas, como el de los bosques de las zonas altas. El procedimiento es dejar la mayor cantidad posible de árboles del estrato superior de la selva o bosque para la sombra de cafeto, y eliminar los estratos medios y bajos para establecer el cultivo. Los árboles y plantas cultivadas, aparte del café, están ausentes o tienen una baja presencia.

Componentes de la sombra del café rusticano en la parte baja son: jonote, guarumbo, palo mulato, ficus, copal, cedro rojo, caoba, sangre de grado; en la parte alta se encuentran el pino chiapensis, varias clases de encinos, pomarrosa, liquidámbar, aile y fresno, entre otros.

Campesinos en el taller  
Por último, el monocultivo se caracteriza por su sombra especializada compuesta en especial por árboles del género Inga (jinicuiles) y por la escasa o nula diversificación productiva dentro del cafetal. Aquí sólo se tienen dos estratos, el de los árboles de sombra y el que conforman los cafetos.

Avifauna de los cafetales del Rincón

Con mil 050 especies de aves, México se ubica entre el décimo y décimosegundo lugar a nivel mundial y para el estado de Oaxaca reporta 729 especies que representan casi el 70 por ciento del total de las aves reportadas para México. En la Sierra Norte de Oaxaca se han registrado 29 familias, 116 géneros y 162 especies de aves que constituyen el 22 por ciento del total estatal y el 15.8 por ciento de todas las especies registradas para México.

Diversos estudios han mostrado la alta capacidad que el cultivo de café bajo sombra proporciona para proveer un hábitat apropiado para la conservación de las aves, tanto residentes como migratorias, ya que los árboles que dan sombra a los cafetales son sitios donde las aves pueden encontrar alimento, refugio y espacio para anidar. De hecho, después de los bosques naturales, el cafetal bajo sombra es el ecosistema más importante en cuanto a riqueza avifaunística.

La relevancia de los cafetales de sombra del Rincón de Ixtlán confirman lo anterior, ya que de manera inicial se han registrado 99 especies de aves, correspondientes a 29 familias taxonómicas y 71 géneros. Este gran número de especies presentes en un sistema agroforestal refleja la gran diversidad de aves que éste puede albergar comparado con otro sistema productivo, así como la gran diversidad de aves que soportaba el ecosistema primario antes del establecimiento de plantaciones de café.

Esta avifauna equivale al 9.43 por ciento de la riqueza de aves de México, al 13.58 de la de Oaxaca y al 61 por ciento de la de Sierra Norte de Oaxaca. Datos correspondientes a la República Mexicana muestran que lo encontrado en el Rincón equivale a 36.26 por ciento de las aves encontradas en los cafetales del país. De las 99 especies registradas para el Rincón de Ixtlán, 70 son aves residentes de México, 26 son migratorias neotropicales, es decir, sólo están durante el invierno y regresan a Norte América durante la temporada de reproducción. Con esta información se está implementando un programa de educación ambiental que contribuirá a reforzar entre los cafetaleros del Rincón la indudable relación existente entre las plantaciones del café y la biodiversidad.

Resultados de estudios de avifauna en cafetales
Región
No. de especies
Autor
Cafetales de México
273
Martínez N., 2002
Chiapas
180
Rice y Ward, 1996
Teocelo, Veracruz
136
Aguilar-Ortiz, 1982
Guatemala (cafetales de sombra diversificada y especializada)
92
Calvo y Blake, 1998
Perú (sombra especializada)
170
Greenberg y Rice, 2001
Rincón de Ixtlán, Oaxaca (sombra diversificada) preliminares
99
Grupo Mesófilo, 2002

Algunas consideraciones finales

No obstante las carencias de atención institucional y las deficiencias de manejo presentes en los cafetales del Rincón de Ixtlán, los productores zapotecas dueños de ese territorio han logrado con mucho sacrificio generar sistemas agroforestales de café de sombra que contribuyen notablemente a prestar servicios ambientales estratégicos, así como para preservar la diversidad arbórea y de avifauna propias de la Sierra Norte de Oaxaca.

Una porción de ellos participa de tiempo atrás en la producción y comercialización de café orgánico a través de su membresía con la organización indígena Michiza-Yeni Navan y constituyen la base para la realización de un proyecto de fortalecimiento de la cafeticultura regional en asociación con la agrupación civil Grupo Mesófilo, mostrando que con pocos recursos, metodologías participativas y voluntad es posible optimizar gradualmente la capacidad técnica de los productores y documentar el valor ambiental de la cafeticultura de sombra y orgánica del Rincón de Ixtlán.

Estos productores indígenas, junto a otros miles distribuidos en el país, hacen de México el mayor y más importante productor de café de sombra y de su modalidad orgánica del mundo; no obstante este relevante hecho, siguen siendo victimas de la miopía o perversidad institucional, cuyas erróneas políticas rurales los condena a vivir en las peores condiciones de marginalidad y pobreza, desaprovechando la presencia de un modelo de agroforestería comunitaria de alto valor ambiental y potencialmente competitivo en los crecientes mercados "verdes" emergentes en el mundo. Los costos sociales de esta falta de visión son ya visibles y se suman a la de por sí enorme deuda que el Estado mexicano tiene con los pueblos indios, raíz y sustento de nuestra nacionalidad.