Por quinto año consecutivo se insistirá en la realización de reformas estructurales

La política económica para 2005, atada a los designios de Washington

Se busca preservar la estabilidad financiera del país mediante la contención del gasto

Los ingresos del sector público serán de un billón 713 mil millones de pesos

JUAN ANTONIO ZUÑIGA M. Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Con la esperanza de que "la economía estadunidense continúe impulsando a la producción nacional", la política económica gubernamental para 2005 insistirá por quinto año consecutivo en la realización de "reformas estructurales" en el campo de la energía, el mercado laboral, las finanzas públicas y el sistema de pensiones, con un solo propósito: preservar la estabilidad financiera del país, mediante la contención del gasto.

De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica para 2005, entregados anoche por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados, por lo pronto se estima que para el próximo año los ingresos presupuestarios del sector público, sin incluir los procedentes de financiamientos, serán de un billón 713 mil millones de pesos, cantidad equivalente a 21.6 por ciento del producto interno bruto (PIB), inferior en 1.7 puntos porcentuales respecto a los esperados para 2004. Esto implica una reducción de 7.3 por ciento en los ingresos.

Por el lado del presupuesto de gastos, el gobierno del presidente Vicente Fox anticipa la posibilidad de realizar recortes en el caso de que los ingresos estimados no sean suficientes para cubrir los egresos, en el marco de una propuesta que apunta a reducir el déficit fiscal de 0.3 a 0.1 puntos del PIB.

Precio del petróleo, ''realista, aunque ligeramente optimista''

Para calcular los recursos de que dispondrá en 2005, el gobierno federal empleó como referencia un precio del petróleo de exportación de 23 dólares por barril, al que califica de "realista, aunque ligeramente optimista". La actividad petrolera genera un tercio de los ingresos fiscales del sector público.

Precisamente por eso, los criterios señalan que "debido a la importante contribución al financiamiento del gasto público que tienen los ingresos de origen petrolero y su elevada variabilidad, es posible que éstos resulten inferiores a lo programado", y apunta: "En estas circunstancias, el gasto tendría que ajustarse para asegurar el cumplimiento estricto de la meta de balance público, en caso de que la evolución de los ingresos públicos sea distinta a la prevista". El documento no precisa lo que ocurriría en caso de que el precio del petróleo -que ahora ronda los 30 dólares por barril- sea superior el próximo año al empleado como referencia.

Por el lado de los egresos señala que el gasto corriente del sector público se reducirá 2.9 por ciento respecto al ejercido en 2004, pero la partida específica de "servicios personales" tendrá un incremento de 1.6 por ciento en términos reales. Esto se debe, explica, a una mayor petición de recursos por parte de los poderes Legislativo y Judicial, así como de los órganos autónomos y de las universidades, organismos descentralizados de educación y de salud, centros de investigación, entidades paraestatales y organismos desconcentrados.

El documento es insistente en la posibilidad de que los ingresos requeridos para financiar el gasto público de 2005 serán insuficientes. Las aportaciones petroleras al erario disminuirán 1.1 puntos como proporción del PIB; se estima una disminución de 0.1 unidades en la recaudación de los ingresos tributarios, y otra de 0.5 puntos en los no tributarios.

En cuanto a la inversión pública, los criterios adelantan que ésta ascenderá a 178 mil 800 millones de pesos, mayor en 3 por ciento en términos reales respecto a la aprobada para 2004. Pero de esa cantidad, 81 por ciento corresponderá a las obras realizadas por empresas privadas con financiamiento externo con cargo a la deuda pública, es decir, 144 mil 400 millones de pesos más en Pidiregas.

Respecto a la administración de la deuda, el documento prevé un desendeudamiento externo neto de 500 millones de dólares, pero solicita del Congreso autorización para realizar un incremento de 90 mil millones de pesos, equivalentes a siete mil 750 millones de dólares, en la deuda pública interna.

El marco macroeconómico considera un crecimiento del producto interno bruto de 3.8 por ciento en 2005, menor en dos décimas de punto al estimado para 2004. Nuevamente insiste en establecer una meta de inflación de 3 por ciento y calcula que en el año en curso el crecimiento de los precios sea de 3.9 por ciento; el tipo de cambio promedio esperado se elevará de 11.3 pesos por dólar este año a 11.6 pesos en el siguiente.

Pero todo esto será posible si "la economía estadunidense continúa impulsando a la producción nacional", y se mantiene la estabilidad macroeconómica. A esta última la considera como un factor determinante "que contribuye a abatir la pobreza y a mejorar la distribución del ingreso".

Por primera vez desde la elaboración de este documento, en 1990, los criterios presentados por el gobierno este miércoles incluyeron una proyección transexenal, según la cual de 2005 a 2008 la economía mexicana registrará un crecimiento anual de 4 por ciento en promedio, "similar al anticipado en el escenario inercial del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide)".

Este pronóstico es resultado de que "los esfuerzos de los últimos años por incrementar la eficiencia tributaria han rendido frutos". Y fundamenta: la recaudación de impuestos se elevó de 9.3 a 9.9 por ciento como proporción del producto entre los periodos 1998-2000 y 2001-2004, respectivamente. Los ingresos derivados del cobro del impuesto sobre la renta se incrementaron de 4.6 a 5 por ciento del PIB y los del IVA pasaron de 3.3 a 3.7 por ciento, medidos en relación con el tamaño de la economía.