En Morelia deciden comprar menos fármacos

Discriminan a enfermos de sida en el IMSS Michoacán

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Durante los dos años recientes los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Michoacán, enfermos de sida, han sido víctimas de maltrato y discriminación. El jefe de Prestaciones Médicas de la delegación del IMSS en esa entidad, Jesús González Izquierdo, sostiene que los seropositivos "son un grupo muy caro y fraudulento", y el encargado de la farmacia decidió "ahorrar" recursos y recortar el gasto en medicamentos antirretrovirales, razón por la cual desde hace por lo menos tres meses existe desabasto en clínicas y hospitales.

En contra de lo dispuesto por la Norma Oficial Mexicana para la atención de personas afectadas por esa enfermedad, el médico responsable de la clínica de sida en Morelia, Alfredo Pedraza, niega a los pacientes la atención de enfermedades asociadas, así como la realización de estudios de laboratorio indispensables para verificar la eficacia de las terapias.

Los afectados han informado de estas irregularidades a la delegada del IMSS en Michoacán, Concepción Gutiérrez Sevilla, y al director general, Santiago Levy Algazi, sin obtener respuesta. Los seropositivos ni siquiera han visto a Gutiérrez Sevilla desde el año pasado, y en las pocas reuniones a las que ha asistido con los pacientes, se negó a firmar las minutas de trabajo.

Desde 1996, cuando los enfermos de sida salieron a las calles a exigir la inclusión de antirretrovirales en el cuadro básico, el IMSS acordó integrar comisiones mixtas en las que participarían pacientes y autoridades del instituto en todo el país, mediante las cuales se daría seguimiento a la calidad del servicio.

En Michoacán, este mecanismo no existe, pues aunque se han efectuado algunos encuentros, prácticamente nada de lo acordado se cumple, aseguran integrantes del Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH/sida (Frenpavih).

En agosto pasado, el Frenpavih envió una carta a Levy Algazi en la que detalla los problemas que enfrentan los pacientes en la atención médica en Michoacán, así como la falta de medicamentos, que en 2001 fue motivo de una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Los enfermos denuncian el maltrato y la discriminación del jefe de Prestaciones Médicas, quien siempre que puede los acusa de robar fármacos, de ser fraudulentos y de que se presentan al IMSS con el carnet de citas de otras personas.

En una ocasión, los seropositivos le recordaron que ellos también pagan cuotas al IMSS. La respuesta de González Izquierdo fue que éstas son insignificantes, porque "el servicio cuesta millones de pesos".

González Izquierdo es quien firmó el oficio 17 03 23 2000, el 22 de julio de 2002, en el que instruye a directores, subdirectores, jefes de departamento y médicos familiares y no familiares que investiguen a los pacientes de reciente afiliación al IMSS y detecten si son portadores de alguna enfermedad que él considera de "alto costo", como sida, insuficiencia renal, diabetes y cáncer, entre otras, con el propósito de cancelarles el servicio.

Acerca del médico adscrito a la clínica de sida en Morelia, Alfredo Pedraza, los pacientes lo acusan de prepotencia y de negarse a atender a personas con alguna enfermedad colateral al sida y a realizar las pruebas de carga viral y linfocitos CD4.

A esto se suma la decisión del encargado del almacén de la farmacia del Hospital Regional de Morelia, José Luis Silva, a quien le pareció "excesiva" la cantidad de antirretrovirales solicitados por los médicos y decidió recortar a la mitad la lista de fármacos por adquirir, razón por la cual hay desabasto.