México D.F. Jueves 9 de septiembre de 2004
Se convirtió en el mayor deudor de todas
las dependencias del sector público
En este gobierno Pemex casi duplica su deuda para financiar
inversiones
La paraestatal reporta pasivos por más de $457,918
millones; la mayor parte, a Pidiregas
VICTOR CARDOSO
Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha convertido en
el mayor deudor dentro del sector público mexicano al acumular pasivos
por 457 mil 918 millones de pesos al cierre del primer semestre de este
año, según cifras oficiales de la empresa y la Secretaría
de Hacienda.
Durante
el actual gobierno la paraestatal prácticamente duplicó su
endeudamiento, tanto por la vía crediticia, como con la colocación
de certificados bursátiles en el mercado de valores al pasar de
233 mil 96 millones de pesos en 2001, a 457 mil 918 millones al 30 de junio
pasado.
Además, cifras hechas públicas por la calificadora
Standard and Poor's refieren que para este año, como parte de su
programa de financiamiento, Pemex prevé la contratación de
entre 7 mil y 8 mil millones de dólares para el fondeo del programa
de inversiones de 2004, el cual será completado con el flujo de
operación de la empresa.
Sólo de octubre de 2003 a la fecha la empresa petrolera
inscribió ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV) y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cuatro programas de bursatilización
que en conjunto suman recursos por 43 mil millones de pesos.
Esto lo convirtió, además, en la entidad
con el mayor saldo de deuda vigente obtenida mediante ese tipo de instrumentos
en el mercado de valores del país y desplazó a gigantescas
corporaciones como Teléfonos de México, Cementos Mexicanos,
Kimberly Clark de México, General Motors de México, Ford,
entre otras.
Los informes de Pemex y SHCP revelan que los recursos
obtenidos mediante endeudamiento o colocación de valores bursátiles
han sido utilizados particularmente para el pago de proyectos de inversión
con impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas), concepto que
representa 47 por ciento de la deuda total de la paraestatal.
Este rubro pasó de un saldo por 116 mil 744 millones
de pesos en 2001, a 216 mil 141 millones al cierre del primer semestre
de 2004, lo cual equivale a un crecimiento superior a 85 por ciento en
sólo cuatro años.
Sin embargo, a pesar del aumento en el volumen de la deuda
de Pemex, analistas financieros consideran a la empresa como un buen sujeto
de crédito con expectativas positivas y señalan que reflejan
las calificaciones obtenidas por el gobierno mexicano en los mercados internacionales.
En su más reciente análisis sobre la petrolera,
la calificadora Standard and Poor's señaló que a pesar de
que la deuda de Pemex no está garantizada por el gobierno mexicano,
ésta "disfruta de una posición de negocios superior al promedio,
en donde la volatilidad en los precios del petróleo y la interferencia
por parte del gobierno representan los riesgos principales. Esta posición
se ve apoyada por las extensas reservas probadas desarrolladas y no desarrolladas
de petróleo crudo y gas de México que totalizan aproximadamente
18,900 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (...)
y por el estatus de monopolio protegido por la Constitución en la
mayoría de los aspectos del gran mercado mexicano de petróleo
y gas, incluyendo exploración, producción, refinación,
comercialización y algunos productos petroquímicos".
En su reporte, la calificadora hace referencia a que al
cierre de 2003 la empresa presentó suficientes índices de
cobertura de intereses y deuda "gracias a sus amplias reservas probadas,
sus bajos costos de descubrimiento, desarrollo y producción", así
como su proximidad al mercado de Estados Unidos.
Derivado de esas condiciones, agrega Standard and Poor's,
"las operaciones de exploración y producción de la empresa
son rentables bajo la mayoría de los escenarios de precios, a pesar
de que un alto porcentaje de crudo pesado en su mezcla de producción
puede agravar la compresión de los márgenes durante periodos
de precios deprimidos".
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