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México D.F. Jueves 23 de septiembre de 2004

El padre de la víctima califica a Armando Medina Millet de sicópata y celoso

En un arranque de ira su esposo mató a Flora Ileana, sostiene la familia Abraham

Afirma que tras la cancelación de la boda religiosa se dio una disputa que terminó en tragedia

EDUARDO R. HUCHIM / III

Merida, Yuc., septiembre de 2004. La versión de homicidio en la muerte de Flora Ileana Abraham Mafud asegura que entre ésta y su esposo, Armando Medina Millet, se generó una fuerte disputa el 15 de noviembre de 1995, fundamentalmente a causa de que la joven había decidido no casarse por la iglesia. Aunque el ingeniero civil no pretendía matarla, en una explosión de ira terminó por dispararle después de golpearla dos veces.

Aunque Medina Millet, quien desde hace ocho años purga una condena de 20 años, no lo supo sino seis meses más tarde, escasas dos semanas después de la muerte de su esposa Flora Ileana Abraham Mafud, su suegro Asís Abraham Dáguer, entonces de 74 años de edad, presentó una denuncia por homicidio.

Al hacerlo, Abraham Dáguer fundamentó su denuncia en "indicios que pueden integrar los elementos de un tipo penal, consistentes en pruebas positivas a reacción de rodizonato de sodio en distintas manijas de puertas, otros objetos y demás indicios".

De ese modo, el denunciante -quien solicitó y obtuvo la coadyuvancia en el caso- contradijo los resultados de las pruebas oficiales de rodizonato de sodio, para determinar quién disparó el arma que dio muerte a Flora Ileana. Estas pruebas fueron practicadas el mismo día de los hechos por peritos de la procuraduría, aún encabezada por Jorge Lizcano Esperón, y resultaron positivas en la joven y negativas en Medina Millet.

Con base en tales resultados, un primer boletín de prensa de la procuraduría prácticamente caracterizó como suicidio la muerte de Flora Ileana, pero sin decirlo expresamente, aunque sí señalando los resultados de la prueba.

El lugar de los hechos

Las pruebas efectuadas en las perillas de las puertas del departamento de la colonia Buenavista donde ocurrió la tragedia, a las que aludió el denunciante, resultaron positivas en una de ellas, de donde se infirió que Medina Millet las contaminó después de disparar el revólver que quitó la vida a Flora Ileana. Esto se robustece con el resultado positivo de la misma prueba de rodizonato de sodio practicada al martillo que sirvió al sentenciado para abrir por la fuerza la puerta de la recámara mortal.

La defensa alega que esas pruebas fueron practicadas el 21 de noviembre, es decir seis días después de la tragedia, pero en el expediente se les fechó el 15 de noviembre. La diferencia -sostiene la defensa- es que, como no se preservó el lugar de los hechos, las perillas y el martillo fueron manipulados.

Sobre la preservación del lugar de los hechos, la juez Leticia Coba Magaña sostuvo en su sentencia lo siguiente:

"Respecto a lo aseverado por la defensa, en el sentido de que no se preservó el lugar de los hechos y que se perdió la cadena de custodia de las evidencias materiales relacionadas con este proceso, argumentando el ocultamiento de los indicios físicos que precisa en su escrito de cuenta, lo cual, a su parecer, reflejó una investigación llena de anomalías en perjuicio de su defenso, cabe responder que de autos obra el oficio signado por el licenciado Joaquín Canul Amaya, investigador de la décima octava agencia del Ministerio Público de fecha 31 de marzo de 1997, del cual se advierte que el lugar en que acontecieron los sucesos delictivos que se atribuyen al enjuiciado Armando Media Millet, fue debidamente preservado por la autoridad ministerial, a cargo del aludido funcionario público, durante el lapso de tiempo (sic) propio para la impresión de las placas fotográficas del sitio de los hechos, así como para la toma de muestras y evidencias vinculadas con la indagatoria que, en su momento, llevó a cabo..."

"Sólo pido justicia": Asís Abraham

En su denuncia del 29 de noviembre de 1995, Asís Abraham Dáguer, de origen libanés y naturalizado mexicano, denunció el delito de homicidio en contra de la persona o personas que resultaren responsables. Así lo ratificó casi un año después, el 5 de noviembre de 1996, ante la juez Leticia Coba Magaña, en estos términos:

-Quiero dejar en claro que yo no acusé a nadie, sino a quien resultara responsable. Sólo pido justicia, así como justicia divina. Tengo 75 años, soy derecho, desde la infancia mis padres me enseñaron a no mentir, he sido muy pobre y no le tengo miedo a la pobreza. Le hago bien a todo el mundo, ayudamos a 120 inválidos. Sólo pido justicia.

El mismo día, Abraham Dáguer calificó de "sicópata que le pegaba a su primera esposa" a Medina Millet, aunque explicó que cuando su hija le comunicó que era su novio y lo describió como "muy cariñoso", don Asís le comentó que era necesario averiguar cómo era, y la ocasión se presentó cuando acudieron a una "tanda" (representación) en el teatro Herrera (donde se ofrecen escenificaciones de tipo regional) y coincidieron ahí con dos sacerdotes que saludaron efusivamente a Armando. Flora Ileana y sus padres recibieron los mejores informes sobre Armando. "San Francisco de Asís quedaba chico a su lado", comentó Abraham Dáguer ante la juez.

"Ya no me quiero casar por la Iglesia"

Conforme a su declaración del 5 de noviembre de 1996, casi un año después de la tragedia, Asís Abraham Dáguer estaba en su casa el lunes 13 de noviembre de 1995 cuando, pasadas las 10 de la noche, su hija Flora Ileana lo llamó a su recámara, donde estaba con su hermano Roberto, y le dijo:

-Papá, ya no me quiero casar por la Iglesia.

-¿Por qué, qué te pasa, ya lo pensaste bien?

-Sí, papá, estoy decidida.

Don Asís llama a su esposa Flora, le comunica la situación y ambos escuchan a su hija decir:

-No me voy a casar, porque después del matrimonio civil Armando se volvió otra persona, ya no es el mismo, me está celando, me está atosigando, me dio un teléfono celular nuevo y cada 15 minutos me está checando a cada lugar al que voy. Ya no me deja en paz. Una vez que olvidé bajar el teléfono tuve un problema, me estuvo diciendo un montón de tonterías. No sé lo que le pasa, no lo entiendo.

(De estas llamadas telefónicas de tono áspero dio cuenta Ligia Cámara Arrigunaga, encargada de la impresión de las invitaciones para la boda, en su testimonio ante la juez, el 11 de octubre de 1996. "Un día -declaró- fuimos Flora Ileana y yo, en mi automóvil, al taller de impresión, donde vimos la prueba de color y, una vez que la tuvo en sus manos, la joven comentó que tenía que mostrársela a Armando. Llegamos a la oficina y oí a Flori discutir telefónicamente con Armando, y cuando colgó me dijo que éste se había enojado porque ella no había llevado su teléfono cecular".)

-Si ya lo pensaste bien, cuenta con mi apoyo y el de tu madre -le dijo don Asís-. No serás la primera que se casa y se divorcia. Siempre has contado con nosotros, tú eres mi adoración y la adoración de tu madre. Nunca te ha faltado nada, siempre has tenido de todo y seguirás teniendo de todo.

-Quiero que me lleves a Cuba.

-Claro, hija, hoy mismo veo cómo están los vuelos, y luego nos vamos a Europa.

-Bueno, yo le voy a avisar de mi decisión a Armando. Tengo algunas cosas que le voy a devolver -dijo finalmente Flora Ileana y cubrió de besos a su padre.

Tras de negar que su hija fuera afecta a la lectura de cartas, Tarot o del café, Abraham Dáguer la describió como cariñosa y caritativa (característica esta última en la que coincidieron otros declarantes), pues "adoraba a sus sobrinos y a sus hermanos... ayudaba a todo el mundo y a mí creo que quería ponerme en un nicho". Se le preguntó si Flora Ileana había consultado a algún siquiatra, dijo que sólo cuando tenía ocho años de edad y en su colegio le pidieron un certificado de salud.

Armando, celoso y de carácter variable

Sobre la personalidad de Armando Medina Medina Millet, Asís Abraham Dáguer explicó que se le recibió como un hijo cuando se hizo novio de su hija y que su carácter era variable: por momentos atendía y apapachaba a Flora Ileana y en otros momentos era duro y prepotente. Cuando Armando se daba cuenta de que se le observaba, entonces cambiaba. El me dijo -refirió don Asís- que su conducta se debía a un trauma originado por la separación de sus padres y que estaba recibiendo tratamiento médico e incluso tomaba dos o tres medicamentos para poder dormir.

"Su carácter era muy bueno y muy malo, tenía las dos cosas. Si llegaba a mi casa y mi hija no había terminado de arreglarse, se molestaba." También era muy celoso, tanto que "a todos los amigos de mi hija y de él los fue cortando... porque decía que estaban enamorando a mi hija".

Al preguntársele, durante la mencionada comparecencia ante la juez, cuál era el estado de ánimo de su hija el miércoles 15 de noviembre de 1995 (día de los hechos), Asís Abraham Dáguer repuso:

-En la mañana, como a las 9:30 o 10 conversé con ella. Estaba contenta, alegre y me dijo que ya le había avisado a Armando que no se casaría con él por la Iglesia y que ya le había devuelto a la madre de éste un coche que Medina Millet le había dado.

Una pregunta desechada

El representante común de la defensa, Fernando Gómez Mont Urueta, preguntó en esa audiencia por qué Abraham Dáguer se había tardado cuatro meses en informar a las autoridades sobre la "supuesta ruptura entre el procesado y Flora Ileana Abraham Mafud, sobre todo cuando se trata de hechos que dice conocer desde semanas antes a su comparecencia del 29 de noviembre de 1995" (fecha en que denunció el delito de homicidio), no obstante lo cual no lo comunicó hasta el 14 de marzo de 1996.

La juez no permitió que Abraham Dáguer contestara esta pregunta, pues la desechó, igual que hizo con decenas de otras preguntas de la defensa y algunas de la coadyuvancia. Por su parte, al interponer el recurso de revocación sobre tal desechamiento, Gómez Mont adujo que "la oportunidad para verter un testimonio es un criterio válido para determinar si dicha prueba se emite espontáneamente o puede ser inducida".

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