Empresas interesadas en privatizar el servicio espantan con el petate del muerto, afirma

El BM promueve escenario apocalíptico sobre la escasez de agua, dice economista

Realizan seminario internacional sobre el tema

BERTHA TERESA RAMIREZ Y AGUSTIN SALGADO

El agua es un recurso natural que está lejos de agotarse; el problema que impera en torno a este elemento no es la escasez sino el acceso a él, sostuvo el economista Andrés Barrera al participar en el seminario internacional El agua, bien privado o público, organizado por la Universidad de la Ciudad de México.

Se habla mucho de que existe un escenario grave de escasez de agua y que en el año 2025 estaremos viviendo un colapso, porque una tercera parte de la humanidad no va a tener acceso al líquido, pero es el Banco Mundial (BM) el que más promueve esto, afirmó.

El escenario que pinta el BM con la escasez de agua es apocalíptico, pero "se les olvida decir que escasez, lo que se dice escasez, o sea, que no va haber agua, no existe, y no va a existir porque la mayor cantidad de reservas del líquido potable ni siquiera se conoce, se mueve en el subsuelo".

Alrededor de 90 por ciento del agua potable es subterránea y se mueve en flujos no como mantos freáticos a 10, 20, 30 o 50 metros de profundidad; se moviliza a varios miles de metros de profundidad y de esto ni siquiera tenemos mapas, es algo que los hidrogeólogos están comenzando a estudiar, pero el capital sabe bien que esa agua esta ahí, entonces el problema no es de escasez sino de acceso al agua, apuntó.

La supuesta escasez de agua no es más que "el petate del muerto" con lo que grandes empresas interesadas en privatizarla pretenden manipular para generar un miedo irracional por una presunta ausencia definitiva del líquido que nos colocaría frente a una catástrofe irreversible, agregó.

El tambien profesor de tiempo completo en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México añadió que las trasnacionales se proponen promover la idea de que "no va haber de otra más que los estados dejen de manejar el agua y que pase a manos más responsables: las de las empresas privadas".

Esto no quiere decir, agregó, que no haya que estar preocupados o que no debamos temer por no conservar este recurso, pero este miedo debe ser racional, pues si hay una crisis de agua en cuanto a su disponibilidad, "cada vez va a ser más difícil que los ciudadanos comunes y corrientes contemos con ella.

"Esto no quiere decir que no debamos pagar por el agua, pues se trata de un servicio que implica costos, pero todo esto lo podemos hacer manteniendo la propiedad colectiva del líquido, "evidentemente para esto hay que contar con buenos gobiernos", indicó.

Por su parte, el ex director jurídico de la Comisión Nacional del Agua y promotor de la Ley de Aguas Nacionales, aprobada en 1992, Eduardo Viesca de la Garza, argumentó en entrevista que el capital privado debe aumentar su participación en los organismos operadores de agua potable.

Viesca de la Garza, profesor de la Universidad Iberoamericana y quien participa como conferencista en el seminario, aseguró estar en contra de la privatización del recurso, "ya que no se le puede entregar la posesión a un particular", pero al mismo tiempo advirtió que la capacidad del gobierno para administrar e invertir en la infraestructura de obras hidráulicas es muy limitada, por lo cual se debe promover la inversión privada.

Con respecto a las ciudades donde capital privado, tanto nacional como extranjero, ya administra los sistemas de operación, como Saltillo, Cancún o Aguascalientes, el especialista apuntó: en esta última ciudad, "la concesión que se otorgó nació con problemas, ya que le cargaron la deuda existente, que era enorme; en el caso de Cancún, que es más reciente, tengo entendido que es un proyecto que va caminando, y con respecto a Saltillo, me han dicho que ha sido una buena experiencia.

"Desde mi punto de vista lo que debe haber es participación, que es totalmente diferente a la privatización", aseveró.

KARINA AVILES

De continuar con un uso a escala mundial de 6 mil kilómetros cúbicos de agua, para el año 2050 llegaremos al límite del líquido disponible, advirtió el investigador Luis Marín Stillman, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En la conferencia Problema global de agua, el académico destacó que existe un "desconocimiento total" acerca de la gravedad que enfrenta el país y el resto del mundo en la materia.

En ese sentido, explicó que los rangos de agua dulce que tenemos a escala mundial van de 9 mil a 11 mil kilómetros de metros cúbicos por año hasta los 45 mil. Actualmente, dijo, a escala internacional se utilizan alrededor de 6 mil kilómetros de metros cúbicos, de manera que para 2050 llegaríamos al límite disponible.

Lo anterior, añadió, no considera ni el agua contaminada ni el crecimiento poblacional, lo que significa que antes de 2050 "habría una crisis" por la falta del líquido, misma que ya empieza a hacerse presente.

El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM también destacó la importancia de introducir el manejo social del agua en el país. Precisó que actualmente los sectores marginados gastan hasta 30 por ciento de sus recursos en comprar líquido potable.

"Si ganan 100 pesos al día gastan hasta 30 pesos por el agua embotellada. Quisiera ver que nosotros nos gastáramos 30 por ciento de nuestros ingresos diarios en agua."

Lo anterior, explicó, tiene como efecto que estos sectores no salgan del círculo de la pobreza. La falta de agua potable y saneamiento tiene efectos muy graves, ya que no sólo tiene que ver con las enfermedades sino que, inclusive, puede ser causa de muerte de la población.

El investigador manifestó que América Latina es uno de los continentes que más agua tiene en el mundo, pero no lo sabemos. En el caso específico de México, dijo, se carece de una política de Estado en la materia.

Luis Marín Stillman opinó que un verdadero proyecto en el rubro tendría que considerar una vinculación muy cercana con la ciencia, en la que se tomaran en cuenta los resultados de las investigaciones de los científicos.

También habló de la necesidad de incrementar el presupuesto para estos estudios, ya que son pocos los investigadores que se dedican al análisis de dicha problemática.