Limitaciones legales nos impiden defender el patrimonio, aduce Sergio Raúl Arroyo

El director del INAH dice que no puede parar el Wal-Mart en Teotihuacán

Protesta de activistas contra la edificación de esa tienda de la empresa trasnacional

A ese paso MacDonald's se anunciará sobre la Pirámide del Sol, alertan inconformes

CARLOS PAUL

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene limitaciones jurídicas para defender el patrimonio cultural del país, por lo que actualmente no puede hacer nada para impedir la construcción de la tienda Wal-Mart en el perímetro C de la zona arqueológica de Teotihuacan, reconoció Sergio Raúl Arroyo, director general del organismo federal.

''No se puede defender lo que legalmente está protegido. Tenemos limitaciones y esas limitaciones son claras", aceptó el funcionario luego de la presentación de la obra INAH. Una historia (integrada por tres volúmenes), la cual fue interrumpida por integrantes de los frentes cívicos de Defensa del Valle de Teotihuacán y Pro Defensa del Casino de la Selva, para protestar por dicha edificación.

Tras la presentación del libro, Arroyo se reunió con representantes del frente del Casino de la Selva, y éstos le solicitaron se suspendieran las obras para la construcción de ese Wal- Mart, pues ''parece que no se aprendió lo que sucedió en Cuernavaca. En ambos casos son compañías transnacionales y supermercados", dijeron.

Jaime Lagunez, representante de dicho frente, destacó que ''existe un decreto de 1988, de la UNESCO, en el que se indica que la zona C en Teotihuacán, no sólo es de amortiguamiento, sino también una zona arqueológica, por lo que la construcción de la tienda afectará el paisaje urbano y al sitio arqueológico".

Charles P. Goff, integrante también de esa instancia ciudadana, presentó copia de dos recibos con fechas de 11 y 14 de enero de 2002, expedidos a nombre de Cotsco y la Inmobiliaria González Nova (Comercial Mexicana), por las cantidades de 263 mil 666 pesos con 48 centavos y por 263 mil 666 pesos, respectivamente, como pagos por el proyecto ''Salvamento arqueológico en Gualupita, Cuernavaca, Morelos", y como prueba de lo que gastó el INAH en dicho proyecto conocido como Casino de la Selva.

''El salvamento comenzó en febrero y terminó en abril", señaló Goff.

''La cuestión es cómo el INAH sabía lo que se iba a gastar, aun antes de hacer las excavaciones. Aparentemente desde antes todo estaba calculado, acordado con Cotsco-Comercial Mexicana. Tal hecho refleja que el INAH está en acuerdo con las empresas que quieren destruir el patrimonio, no sólo de México, sino de la humanidad. Ya lo hicieron en el Casino de la Selva, ahora lo hacen en Teotihuacán.

''Son 25 kilómetros cuadrados donde habitaron 150 mil personas -añadió Lagunez-, por lo que en la zona todavía podrían existir vestigios prehispánicos."

La construcción de la transnacional, señalaron los activistas, implicará entre otras cosas, ''que se afecte la imagen urbana. El INAH está de alguna manera participando en la muerte de un pequeño poblado. No entendemos cómo busca la manera de encontrar leyes y decretos para lavarse las manos y entregar el patrimonio mexicano al capital estadunidense".

Sergio Raúl Arroyo explicó que fue precisamente con base en ''el decreto presidencial de 1988", que se liberó el terreno de la zona C de Teotihuacán para su construcción, que es considerada ''de menos potencial arqueológico, aunque tiene evidentemente vestigios", reconoció.

Dicho terreno, abundó, ''tenía una liberación desde 1984. Anterior al decreto de 1988", que para el funcionario ''sí tiene validez"; y que para los que defienden ese patrimonio ''es una contradicción, el que se reconozca una liberación anterior al decreto del 88".

Contradicción INAH-ayuntamiento

No obstante la liberación, reiteró Arroyo, el INAH realizó revisiones en la zona ''hasta la roca madre. Hasta donde se permitía entrar y lo que se encontró fue un altar de 80 por 80 con 25 centímetros de elevación, lo cual para el instituto no fue elemento suficiente para parar la obra.

''Todavía el sábado pasado se giraron instrucciones para realizar más pozos de excavación y llevar el radar, para establecer todas las garantías de que no hubiera más vestigios.

''En el INAH -continuó Arroyo- no se tiene ningún interés porque una trasnacional como Wal-Mart llegue a Teotihuacán; por el contrario, no quisiéramos que se desarrollara ese complejo", sin embargo ''estamos acotados por una serie de leyes.

''No se puede defender lo que legalmente no está plenamente protegido. Tenemos limitaciones jurídicas y éstas son claras. Nuestro alcance es limitado en el orden legal. El INAH no puede parar todas las obras que se realizan en zonas con potencial arqueológico, por más que se diga que sí. Es muy difícil porque no contamos con todos los elementos que quisiéramos.''

Institucionalmente -señaló Moisés Rosas, secretario técnico del INAH- ''todavía no encontramos los elementos (jurídicos) suficientes para poder parar la obra".

Al ser cuestionado por las autorizaciones emitidas por el INAH respecto de dicha construcción, Arroyo dijo que el instituto ''no otorga las licencias de obra, ni tampoco determinamos el uso del suelo, lo que hacemos es la liberación del terreno".

Tal afirmación, comentó Lagunez, ''entra en contradicción con lo que sostienen las autoridades municipales, quienes se amparan en las licencias emitidas por el instituto".

Los activistas, contra el argumento de que en la zona C de Teotihuacán no existen vestigios de mayor importancia (La Jornada, 27/septiembre/04) recordaron que ''hace algunos años se pretendía construir un mercado de artesanías en el camino empedrado que lleva a las pirámides. Después de que algunos arqueólogos habían dicho que esa zona no tenía ninguna importancia, se descubrió que era un área de talleres".

Para concluir, el Frente Pro Defensa Casino de la Selva reiteró su solicitud de que se paren las obras en Teotihuacán y de que el INAH, en coordinación con otras secretarías, como la de Turismo y Medio Ambiente, haga uso de otros criterios para tal efecto, como hablar con los representantes de Wal-Mart para que ubiquen su tienda comercial en un sitio más apartado de la zona arqueológica, pues ''para esa empresa no es nada perder ese terreno.

''También, si no cambian las leyes, se terminará con el anuncio de un MacDonald's, arriba de la Pirámide del Sol".

Por su parte, Sergio Raúl Arroyo se comprometió ''a dar una batalla seria" respecto de dicho problema, ''pues sabemos y entendemos que simbólicamente es importante. Trataremos de hablar con los representantes de Wal-Mart. Vamos a hacer lo que está en el terreno de lo posible".