ONG instan a unir esfuerzos por el bien común, al margen de gobierno y partidos

Propone cura legalizar el uso de drogas para erradicar la violencia

Debemos educar, pues la ignorancia es el enemigo número uno del país, señala directiva de Amsif

ALMA E. MUÑOZ

Ante la marginación y la pobreza que se vive en el país, representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG), la mayoría vinculadas con la doctrina católica, consideraron que será necesario unir esfuerzos para buscar el bien común, pues gobierno y partidos políticos están más interesados en hacer de México un país improductivo, al ir en contra de acciones que favorezcan el mercado interno y la productividad de las personas.

Algunos coincidieron en la visión del sacerdote de la sierra Tarahumara Camilo Daniel Pérez, de "legalizar" el consumo de drogas si con ello disminuye el riesgo de inseguridad y violencia. "El narcotráfico -expresaron- es un Estado dentro de otro Estado. Incide en la política, en todo. La única manera de desarmarlo es legalizar el consumo, controlarlo."

Un profesor de secundaria en una comunidad de la sierra de Chihuahua, recordó Daniel Pérez, "me dijo: 'oiga, padre, está difícil controlar a los muchachos de secundaria y animarlos a que estudien, porque ellos en su bolsa traen más dinero que lo que yo gano en tres meses'".

Esta situación, mencionó a partir de sus experiencias con los indígenas, quienes o emigran de sus tierras en busca de mejores condiciones de vida o son contratados por narcotraficantes para la siembra de enervantes, deriva en "una tergiversación de valores", cuando debía imperar el reconocimiento a la dignidad humana. "El enemigo -sostuvo- es un proyecto sin rostro."

Camilo Daniel Pérez compartió dichas opiniones tras escuchar comentarios de la directiva de la Asociación Mexicana para la Superación Integral de la Familia (Amsif), la cual narró cómo el narcotráfico ha incidido en la vida de los pobladores de Sinaloa, donde ellas operan. Lo anterior, durante el desarrollo de mesas para explicar las acciones que realizan en favor del bien común, tras haber sido premiados por esta causa por la fundación social Compartir, el pasado 22 de septiembre.

La tergiversación de valores a la que aludió el sacerdote sirvió para criticar el actual proceso de globalización, dado que propicia la expulsión de jóvenes, la pérdida del arraigo por la tierra, la desintegración familiar, "la descampenización", al grado de que en Chihuahua, por ejemplo, haya comunidades campesinas habitadas únicamente por ancianos.

En su momento, Germán González Navarro, empresario de Coahuila, coincidió, junto con José Francisco Manzanarez Mercado, director de la Escuela Hogar Nuestros Pequeños Hermanos, en que educar es imperativo para México. "En La Laguna -señaló González Navarro- no tenemos casos de extrema pobreza, pero entendemos que el problema fundamental del mundo, en general, es educativo", y no se entiende que la mejor inversión está en este terreno. Como ejemplo sobre esta falta de atención, explicó lo que ocurre con el Centro Lagunero de Educación Especial, al cual apoyó para regularizar el terreno donde se asienta.

Es un predio de cinco hectáreas colindante con uno de los colegios más caros de la región, el Cumbres. Después de evitar que fuera expropiado para adaptarlo al desarrollo de la zona, hoy los 46 niños que allí reciben educación por su discapacidad sicomotriz o física, junto con sus profesores, son víctimas de la indiferencia de los 2 mil "niños ricos" que tienen por vecinos. A partir de que el terreno se regularizó -denunció- las autoridades de la institución decidieron "ponernos en colindancia con los botes de basura".

Por su parte, Manzanarez Mercado exhaltó la labor que el fundador de la organización que dirige -Nuestros Pequeños Hermanos-, el sacerdote Guillermo B. Wasson, ha brindado a más de 15 mil huérfanos y abandonados de todo el país desde 1954, a quienes se ofrece hogar, alimento, vestido y atención médica hasta que concluyen una carrera, pese a que hubo ocasiones en que gente de Miacatlán -estado de Morelos- pretendía invadirles su propiedad -de 64 hectáreas- por considerar que era patrimonio nacional.

"Nos obligaron a poner una barda para protegernos de las invasiones. Una vez el edil, a quien fui a ver para solicitarle permiso de cortar unas palmas, me dijo que estaba pensando construir una unidad deportiva, porque sólo había cancha de futbol, y me preguntó: '¿no crees que el padre acceda a regalarnos los predios de abajo?', a sabiendas de que en ese lugar tenemos nuestros terrenos de cultivo, de donde nos abastecemos para comer".

Cuauhtémoc López Casillas, directivo de Enlace, Comunicación y Capacitación, organización civil que trabaja en el campo educativo y social en estados como Chiapas y Oaxaca, estableció que el trabajo de agrupaciones como la suya buscan comprender la realidad que hoy se vive a partir del impacto del narcotráfico, la migración y la falta de productividad en la identidad de las personas. Por ello, insistió en la propuesta de buscar la corresponsabilidad a partir de mejoras educativas. "Las condiciones son muy adversas para favorecer el mercado local. Contrastar la dinámica de la migración con el apoyo al campo es como remar a contracorriente."

El PRI y Fox, "casi lo mismo"

Insistió en la importancia de que, a partir de sus aportes, velar por que se cuiden los factores productivos del país. "De 2000 para acá se dio un proceso de desarticulación de la sociedad civil. El parámetro entonces era un no al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y hoy nos damos cuenta de que es casi lo mismo que este cuate (Vicente Fox) u otro, pero que necesitamos un proyecto."

Un proyecto que, como dijo Beatriz Tachna, coordinadora nacional de Amsif, "movilice a la ciudadanía como consiguieron organizaciones de Sinaloa para ir contra el narcomenudeo y la corrupción que en la entidad creció a lo bárbaro. Hay 20 expendios por una escuela y no hay agua, drenaje o luz".

El enemigo número uno del país, afirmó Margarita Félix de Tachna, "es la ignorancia, y requerimos educar a las personas para hacerlas autogestivas". En nuestro caso, dijo, trabajamos para hacer productivas a las mujeres, mediante 209 centros de superación personal con que cuenta en 21 estados del país. "Nosotras estamos contra el paternalismo y por eso establecimos programas de educación integral. En esta época es necesario, y a cualquier nivel, hacer algo para ganar y mejorar el nivel de vida. Y ese impacto, sabemos, se verá más adelante."

Desde 1988, la fundación Compartir determinó reconocer las iniciativas de la sociedad civil que promueven el desarrollo integral de quienes viven en condiciones de pobreza. Según sus cifras, de los 25 millones de mexicanos que habitan en las zonas rurales, poco más de 69 por ciento son pobres o sufren de pobreza extrema, y de cada 10 productores, nueve no tienen acceso al apoyo tecnológico, mientras ocho de cada 10 no practican la organización para el trabajo.