México D.F. Miércoles 20 de octubre de 2004
Continúan las actividades por su aniversario
Ojarasca: 15 años de expresar el mundo
indígena contemporáneo
ANGELICA ENCISO L.
Contra
lo que se pensaba antes de la década de los 80, los pueblos indios
no han estado en proceso de desaparecer. Al contrario, se hicieron más
visibles, pese a que la tendencia gubernamental ha sido buscar su exclusión.
En los últimos años Ojarasca ha dado cuenta de todo
ello, y este fue uno de los méritos que especialistas le atribuyeron
a la publicación en el foro El movimiento indígena contemporáneo:
15 años de Ojarasca.
Este lunes se inició una serie de actividades por
el aniversario de esta publicación, que aparece como suplemento
desde hace siete años en La Jornada, el cual, a lo largo
de su historia, ha dado cuenta del acontecer de los pueblos indios. Es
dirigida por Hermann Bellinghausen y editada por Ramón Vera.
En un foro organizado por La Jornada y Casa Lamm,
la directora del centro cultural, Claudia Gómez Haro, recordó
el itinerario que vivió la revista desde su nacimiento, y destacó
que se ha encargado de reivindicar la idea de una civilización popular.
Dijo que, como lectora, ha percibido en la publicación la forma
en que los indígenas han asumido procesos que los colocan en la
política nacional.
El "cambio" anunciado por el foxismo no llegó
a los pueblos indios
Después, Rosa Rojas, reportera de este diario y
especialista en el tema, habló de la relación entre la sociedad
y los medios de información con los pueblos indios. Sostuvo que
el cambio anunciado por el gobierno de Vicente Fox tampoco se ha dado en
éstos, en los que aparentemente ha habido un "destape", porque se
habla de todo pero en realidad se sigue hablando de lo mismo: de los poderosos
política y económicamente. "Así que los indios de
México siguen ausentes". Destacó la excepción que
representan Ojarasca y La Jornada.
Refirió que "la televisión y algunas radiodifusoras
hacen reportajes, pero muchas veces sólo para subrayar algunas de
las peores prácticas violatorias de los derechos humanos, de algunos
usos y costumbres en comunidades indias, especialmente los que tienen que
ver con las mujeres, aunque no se hace la conexión sobre cómo
se parecen esas prácticas a usos vigentes en la sociedad mestiza,
la cual también oprime a las mujeres".
A su vez, Hermann Bellinghausen sostuvo que las ideas
predominantes en el foxismo, "que no se expresan con el descaro que lo
hacía el zedillismo, son completamente contrainsurgentes. Se trata
de parar a los indígenas. Ya se vio que no iban a desaparecer y
que cada vez están más fuertes y son más peligrosos
para los negocios y poderes caciquiles, en la medida que los gobiernos
indígenas realmente funcionan".
Agregó que "el verdadero valladar para que México
siga siendo lo que entendemos por México son los indígenas.
Esos en los que en realidad nadie piensa, más que en términos
de lástima o de que son los pobres. Esta es la visión que
adopta el foxismo: los indios son pobres y hay que ayudarles a que dejen
de serlo. Sigue siendo la visión del poder y no es el horizonte
de los indígenas. Por supuesto que sí viven muy pobres, pero
su problema es simplemente que quieren que los dejen vivir en paz, que
los dejen en sus tierras. Con eso lograrían mejores productos y
mercados de los que tienen".
Los indígenas, señaló, son un problema
para el proyecto neoliberal. "No se contaba con que fueran tan problemáticos.
Por eso Carlos Salinas no peló la evidencia de que habría
un levantamiento, y esa subestimación se mantiene". Pero los pueblos
indios cada vez tienen más poder, aseguró.
Por su parte, Magdalena Gómez, vicepresidenta de
la Academia Mexicana de Derechos Humanos, dijo que Ojarasca ha permitido
sentar un ejemplo de que se puede y debe ejercer el derecho a la comunicación
por los pueblos indígenas, y ello "no ha sido común en el
país porque la tendencia ha sido justamente la exclusión,
no el reconocimiento". Toda la sociedad ha mantenido distancia respecto
de ellos y hemos estado aprendiendo a acortarla. Uno de los vehículos
es justamente Ojarasca, señaló.
Nada más de la lectura de los temas abordados en
la revista nos damos cuenta de que ahí están las razones
para que podamos, sin mayores argumentos, señalar que ha logrado
una combinación difícil entre el acercamiento y el acompañamiento
a los procesos de los pueblos, y también mostrar el conjunto de
los elementos que integran la cultura de éstos, aseveró.
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