México D.F. Domingo 31 de octubre de 2004
La operación en esa ciudad puede tener
gran impacto en comicios en EU y en Irak
Mueren 8 marines en los alrededores en Fallujah;
arrecian ataques aéreos
Explota un coche bomba afuera de la sede de Al Arabiya
en Bagdad; perecen 7 personas
KIM SENGUPTA THE INDEPENDENT
Bagdad, 30 de octubre. Violentos combates se han
desencadenado en los alrededores de Fallujah, en los cuales han perecido
ocho marines estadunidenses y nueve han resultado heridos, mientras
en el interior de la ciudad sitiada el fuego intensivo de la artillería
y los ataques aéreos estadunidenses han causado la muerte de media
docena de personas.
Vehículos militares estadunidenses ardían
al lado del camino hacia el este de la ciudad, y hubo prolongados tiroteos.
Pero no estaba claro aún si se trata del principio de la ofensiva
para tomar Fallujah que se espera desde hace tiempo.
Un
vocero de la infantería de marina señaló que en la
acción se había tendido "la cortina de artillería
más consistente y extensa de los días recientes", pero añadió
que éste no es aún el principio del ataque principal a Fallujah.
Sin embargo, comandantes estadunidenses han dicho que inicialmente podrían
intentar retomar este bastión rebelde distrito por distrito, más
que lanzar un asalto frontal en gran escala.
Los militantes habían advertido que un ataque a
Fallujah ocasionaría represalias en todas partes, y un coche bomba
que estalló este sábado afuera de las oficinas en Bagdad
de la estación televisora Al Arabiya, con sede en Dubai, mató
a siete personas e hirió a 19. Un convoy estadunidense fue atacado
en Hawsa, unos 40 kilómetros al sureste de la capital; 11 personas
perecieron y 15 resultaron heridas después que la policía
y la guardia nacional iraquíes abrieron fuego.
La noticia de las bajas estadunidenses se divulgó
desde el campo Fallujah, base principal de la masiva concentración
de tropas estadunidenses en las afueras de la ciudad. El ejército
ocupante señaló que las muertes y lesiones tuvieron lugar
en la provincia de Al Anbar, donde están ubicadas Fallujah y la
cercana ciudad de Ramadi, pero rehusó dar mayores detalles.
Muchos de los insurgentes de Fallujah se han escurrido
a través del cerco estadunidense alrededor de esta ciudad hacia
Ramadi, en la cual se han producido ataques cada vez más intensos
contra las fuerzas ocupantes y las del gobierno iraquí. La acción
militar en Ramadi se considera parte de la operación en Fallujah.
Las pérdidas estadunidenses son de la primera fuerza
expedicionaria de la infantería de marina, y se producen poco después
de que su segundo al mando, el general brigadier Dennis Hejlik, declaró:
"Estamos aprestándonos a una operación y, cuando nos digan
que marchemos, lo haremos. Y cuando marchemos, los arrasaremos".
Hay ahora 40 mil soldados estadunidenses distribuidos
en el occidente de Irak, reforzados por artillería pesada y tanques
Abrams, helicópteros artillados A-130 Warthog y aviones FA-18,
F-16 y F-15E armados con bombas guiadas por láser y satélite.
No obstante, el ejército estadunidense señala
ahora que tal vez Abu Musab al-Zarqawi, su espantajo en Irak, ya no se
encuentre en Fallujah. Con eso se volvería absurda la demanda de
Iyad Allawi, el primer ministro cliente de Washington, de que la población
entregue al líder militante jordano para evitar una matanza.
Pero la operación en Fallujah ha cobrado ahora
mucha mayor importancia política que militar. Lo que ocurra allí
podría tener enorme impacto en las elecciones tanto estadunidenses
como iraquíes. Incluso antes de la repentina reaparición
de Osama Bin Laden, ha habido intensa especulación en días
recientes de que la ofensiva de Fallujah se lanzará de modo que
coincida con los comicios del martes en Estados Unidos, lo cual permitirá
al presidente Bush reforzar su imagen de líder de guerra entre el
electorado. Pero también Allawi necesita la publicidad.
La moral entre las tropas y la policía iraquíes,
que ponen la mayor parte de los muertos por cuenta de las fuerzas de ocupación,
es baja. La captura y masacre de 49 reclutas del ejército condujo
incluso a Allawi y su gabinete interino a preguntar por qué los
estadunidenses envían hombres desarmados y sin protección
hacia la muerte. En fechas posteriores se difundió un espantoso
video del asesinato de 11 miembros de la guardia nacional que cayeron en
manos de militantes.
La
creencia de que Fallujah se ha vuelto un asunto de conveniencia política
es fuerte en verdad entre muchos militares estadunidenses. Los marines,
en particular, están aún dolidos por lo ocurrido en abril
pasado, cuando, contra los deseos de su comandante, el muy respetado teniente
general James Conway, la Casa Blanca y el secretario de la Defensa Donald
Rumsfeld ordenaron un ataque punitivo a la ciudad después del linchamiento
de cuatro guardias de seguridad estadunidenses.
Cuando estaban a punto de tomar Fallujah después
de cuatro días de encarnizados combates, llegó la orden de
alto y retirada a raíz de que las encuestas mostraron que la aprobación
al desempeño de Bush había caído a un nuevo récord
de 43 por ciento. Desde entonces Fallujah ha revigorizado la resistencia,
disparando y luego extendiendo la rebelión por todo el país.
Sin embargo, cada vez hay más preguntas de la tropa
respecto de la oportunidad de la operación, pues se exige saber
por qué no se lanzó en los meses en que ola tras ola de vehículos
bombas llegaban a Bagdad. El cerco en torno a Fallujah sólo se tendió
en realidad después que los ataques alcanzaron el centro del poderío
estadunidense en Irak, la Zona Verde de la capital, cuando dos atacantes
suicidas atrajeron mucha publicidad adversa al gobierno de Bush.
Ya desde antes del éxodo actual, luego de varias
noches de ataques aéreos estadunidenses y ante el prospecto de un
asalto, Fallujah no era más que una ciudad pequeña, de no
más de 400 mil habitantes. Ahora tiene menos de 50 mil. Los estadunidenses
calculan que hay allí 3 mil insurgentes.
Al menos en el papel, debe de ser una victoria comparativamente
fácil. Pero muchos de los insurgentes han logrado deslizarse a través
de la red, y se cree que refuerzan a los que ya están en Ramadi,
en el triángulo de Iskandariyah, y cada vez más en Bagdad.
Según los propios cálculos estadunidenses hay unos 20 mil
militantes y simpatizantes en el país. El mayor general Andrew Graham,
el subcomandante británico de las fuerzas de coalición que
en fecha reciente regresó a su país, señaló
que la cifra podría llegar a 50 mil.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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