LETRA S
Noviembre 4 de 2004
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¡Aguas con la diabetes!

Aunque la eficacia de los tratamientos antirretrovirales ha reducido significativamente la ocurrencia de enfemedades oportunistas en las personas que viven con el VIH/sida, aún persisten los riesgos de los efectos colaterales provocados por varíos de estos medicamentos, y entre ellos figura la formación de cálculos biliares y/o renales, y, sobre todo, la aparición de la diabetes mellitus tipo 2. En este artículo se señalan formas eficaces y muy sencillas de prevenir estos riesgos clínicos, mejorando sustancialmente la calidad de vida del usuario de fármacos antirretrovirales.

Por Gabriela Hernández

La terapia antirretroviral es el tratamiento destinado a los pacientes infectados por el VIH, ya que logra disminuir significativamente la incidencia de enfermedades oportunistas, la desnutrición e incluso la mortalidad. Desafortunadamente, se ha observado que estos tratamientos tienen efectos adversos de diversos grados que favorecen el desarrollo de padecimientos como la diabetes mellitus tipo 2 y/o la formación de cálculos (piedras) vesiculares y renales.

La litiasis vesicular y renal se puede evitar si el paciente se hidrata adecuadamente, ya que un buen consumo de líquidos evita que el medicamento se cristalice y se precipite formando piedras en el riñón y en la vesícula.

Requerimientos de líquidos para pacientes que toman indinavir:
Hombres: 2.5 a 3 litros de líquidos/día
Mujeres: 1.8 a 2.3 litros de líquidos/día

Este requerimiento se incrementa si el paciente realiza mucho ejercicio cardiovascular o si el paciente vive en lugares donde el calor y la humedad son excesivos y se pierden muchos líquidos al orinar y sudar.

Para una adecuada hidratación es importante:

Evitar tomar café y otras bebidas con cafeína (tés y refrescos de cola principalmente), ya que la cafeína incrementa la motilidad intestinal con lo que se pierde una mayor cantidad de líquidos en las heces, además de tener un efecto diurético con lo que se pierden líquidos por la orina.
 
 

Diabetes mellitus tipo 2

En este tipo de diabetes el páncreas produce insulina, pero por alguna razón el organismo no es capaz de usarla adecuadamente, por lo que los niveles de glucosa en la sangre no son normales a pesar de que existe insulina en cantidades adecuadas. Afortunadamente, en muchos casos la diabetes tipo 2 puede ser tratada con un adecuado control del peso (muchos diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso), dieta apropiada, reducción en la ingestión de azúcar y ejercicio, en otros casos será necesario también el tratamiento con medicamentos orales y en casos más severos incluso podrán requerir insulina. Es importante realizar pruebas de laboratorio constantes, sobre todo después de un año de tratamiento antirretroviral, y visitar al médico para poder determinar mediante un simple examen si se presentó este tipo de diabetes. Los síntomas de la diabetes tipo 2 generalmente aparecen de manera gradual y son:

 Orinar frecuentemente y en grandes cantidades.
 Sed excesiva.
 Hambre excesiva.
 Sensación de cansancio.
 Cambios repentinos en la visión, o visión borrosa.
 Náusea y vómito.
 Infecciones frecuentes, generalmente en las encías u orina.
 Hormigueo, entumecimiento en manos y pies.
 Picazón en la piel y genitales.
 Cortaduras y heridas que tardan en cicatrizar.
 Piel seca.
La diabetes tipo 2 puede pasar inadvertida por muchos años, y en algunos casos ésta es diagnosticada cuando ya se han producido daños irreversibles en el organismo.

En las personas que no padecen de diabetes, los niveles de azúcar en la sangre (glicemia) se mantienen en niveles normales los cuales oscilan entre 70 a 110 mg/dl. En cambio, en personas con diabetes estos niveles no se mantienen por si solos en niveles normales, por lo que las personas diabéticas requieren un tratamiento y control apropiado para que sus niveles de glicemia no se eleven por encima de lo normal.

Cuando el médico o nutriólogo evalúa al paciente, le indica un tratamiento que puede consistir en un régimen nutricional en el que especifica qué comer, cuánto y cuándo hacerlo, un plan de ejercicios regulares y, además, el médico le podrá incluir medicación (insulina o medicamentos orales). La dosis de la medicación dependerá de la cantidad de comida que ingiera y de los ejercicios que realice. Es importante mencionar que las dietas y las recomendaciones para las personas diabéticas deben ser individualizadas, es decir, de acuerdo al peso, estatura, edad y actividad física del paciente así como si toma medicamentos para la diabetes.

En los pacientes con diabetes se pueden presentar periodos de hipoglicemia (bajos niveles de glucosa en sangre) cuyas causas más frecuentes son:

 Utilizar más cantidad de insulina o hipoglicemiantes orales de lo indicado.
 No comer lo suficiente o saltar alguna comida o merienda.
 No comer sus comidas (incluyendo las meriendas) a las horas establecidas.
 Hacer más ejercicio de lo habitual.
Cada persona puede tener un conjunto de síntomas particulares y algunas personas no sienten ningún síntoma, por lo que es muy importante checar sus niveles de glicemia con regularidad.

Los síntomas de la hipoglicemia aparecen repentinamente y son:

 Falta de atención y confusión.
 Somnolencia.
 Respuestas inapropiadas.
 Tez pálida.
 Dolor de cabeza.
 Hambre repentina.
 Falta de coordinación.
 Mareos.
 Temblor.
 Sudoración.
 Mal humor.
 Visión borrosa.
Las hipoglicemias nunca se mejoran por si solas, por lo tanto, si se presentan algunos de estos síntomas es importante actuar de inmediato, ya que si el nivel de azúcar desciende demasiado la persona puede tener convulsiones o quedar inconsciente.

Estos efectos secundarios del tratamiento antirretroviral no se presentan en el cien por ciento de los pacientes. Es importante acudir al médico y al nutriólogo para evaluar constantemente los signos y los síntomas de los pacientes, sobre todo si llevan más de un año de tomar tratamiento antirretroviral, para ver si se presentan estas condiciones.

Nutrióloga del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.