.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
La Jornada Michoacán
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
Obituario

P O L I T I C A
..

México D.F. Sábado 6 de noviembre de 2004

Miguel Concha

Negación de la dignidad humana

Así califica Amnistía Internacional (AI) a la "guerra contra el terrorismo" de la administración estadunidense, cuya continuidad como maldición nos acaban de asegurar la irresponsabilidad de la mayoría simple de los votantes y uno de los sistemas electorales más anacrónicos del mundo.

En un informe difundido desgraciadamente apenas una semana antes de los fatídicos comicios, cuyo propósito es sin embargo proporcionar un marco en el que se pueda exigir una rendición de cuentas completa por cualquier tortura o trato cruel, inhumano o degradante cometido por agentes de Estados Unidos, y prevenir en el futuro -lo que ahora no deja de resultar todavía más cándido- violaciones de las leyes y normas, AI recuerda que el 11 de septiembre de 2001 Bush dijo que "América ha sido atacada porque somos el faro más brillante para la libertad y la oportunidad en el mundo. Y nadie impedirá que esa luz brille". Tres años después, expone la organización humanitaria, la retahíla de violaciones de derechos humanos (sic) a manos de agentes de Estados Unidos en la "guerra contra el terrorismo", que se han denunciado o conocido, pone de manifiesto otra historia.

Trayendo a la memoria las imágenes de tales vejaciones desde Afganistán hasta Abu Ghraib, pasando por las jaulas y los campos de la ignominia de Guantánamo, AI considera que si la imagen de las Torres Gemelas alcanzadas por sendos aviones comerciales se ha convertido en un "icono de crimen contra la humanidad", no es menos cierto que la respuesta a esas atrocidades haya traído su "propia iconografía de tortura, crueldad y degradación".

Retomando detenidamente los 12 puntos de su programa para sancionar y prevenir la tortura, fruto de más de tres décadas de venir trabajando profesionalmente contra ese flagelo, AI documenta que Estados Unidos los ha violado todos, comenzando por el primero: la condena sin reservas de la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes, con la advertencia de que no quedarán impunes, de la que se desprenden todos los demás.

La condena del gobierno de Estados Unidos, afirma literalmente AI, es muy endeble, como lo muestra la serie de memorandos gubernamentales que han salido a la luz desde que estalló el escándalo de Abu Ghraib. Es más, esos documentos sugieren que lejos de garantizar que la "guerra contra el terrorismo" se libraría sin recurrir a violaciones de derechos humanos, la administración realmente estudiaba las formas en las que sus agentes pudieran eludir la prohibición internacional de la tortura y de los tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Durante todo este tiempo, recuerda además AI, la voz del gobierno ha brillado por su ausencia en el debate público abierto en Estados Unidos a partir del 11 de septiembre, sobre si la tortura puede ser una respuesta aceptable al "terrorismo". Este silencio, afirma prudentemente, podría también delatar una oposición menos que absoluta a la tortura y los malos tratos. Es más, expresa, existe una tendencia hipócrita, incluso entre las propias fuerzas armadas estadunidenses, a utilizar eufemismos para denominar ciertos aspectos de la guerra y la violencia. "Los civiles que pierden la vida o resultan mutilados se convierten en 'daños colaterales'; la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes son técnicas de 'estrés y padecimiento', y los presos 'desaparecidos' se transforman en 'detenidos fantasmas'". De éstos, afirma AI en su informe que un número desconocido está bajo custodia de Estados Unidos en instalaciones no reveladas, o han sido puestos bajo custodia en otros países.

De modo similar, sigue diciendo la organización humanitaria, hay una llamativa reticencia entre los altos cargos del gobierno estadunidense a llamar "tortura" a lo que ocurrió en Abu Ghraib, y siguiendo el mal ejemplo de lo que muchas veces todavía sucede en México, prefieren calificarlo como "abuso". Tal parece, concluye AI, que la administración estadunidense ha estudiado cómo forzar los límites de las técnicas de interrogatorio aceptables, y cómo hacer para que sus agentes eludan la responsabilidad penal por la tortura, lo que entre otras cosas "socava en gran medida la credibilidad del discurso global de Estados Unidos sobre estos mismos derechos", a propósito de lo que sucede en otros países.

Por ello, AI sigue insistiendo en que el Congreso de Estados Unidos tiene que establecer una comisión de investigación independiente, integrada por expertos, y con aportaciones de expertos internacionales, para abordar todos los aspectos de las políticas y prácticas de detención e interrogatorio de la "guerra contra el terrorismo" de Estados Unidos. ƑLo hará ahora un Congreso con mayoría republicana más abundante? No cabe duda de que las nuevas condiciones obligan al movimiento internacional por los derechos humanos a revisar y reconsiderar sus tácticas.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm

Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Coordinación de Publicidad
Tels: (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Exts: 4329, 4308, 4137 y 4104

Email
Coordinación de Sistemas
Teléfonos (55) 91 83 03 11 y 91 83 03 77

Email

  © Derechos Reservados 2003 DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V.
Todos los Derechos Reservados. Derechos de Autor 04-2003-08131804000-203.
Prohibida la reproducción total o parcial del contenido sin autorización expresa del titular.
El título y contenido se encuentran protegidos por la legislación de la materia en la República Mexicana.