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EL LARGO Y SINUOSO CAMINO POR EL CREDITO 13 de diciembre de 2004

Casi todos los bancos comerciales ofrecen programas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, un sector que carece de acceso institucional al crédito para la inversión por lo menos desde hace una década. Pero el crédito sigue siendo caro y difícil de obtener, mientras los esquemas de incentivos del gobierno federal se caracterizan por su insuficiencia.

Ana María Rosas Peña

En Estados Unidos la principal forma de financiamiento que tienen las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es el sistema conocido coloquialmente como las tres efes: family, friends and fools (familia, amigos y tontos). Esto debido a que sólo dos de cada 100 proyectos que se presentan al sistema financiero tradicional son aprobados, por eso las empresas buscan otras vías para obtener recursos.

En México la historia es bastante parecida. Se estima que 99 por ciento de las empresas son micro, pequeñas y medianas, que generan 72 de cada 100 empleos y contribuyen con la mitad de la producción nacional.

Pese a su importancia en el aparato productivo, enfrentan muchos obstáculos para acceder al crédito, por ejemplo, la presentación de sus estados financieros, pues la gran mayoría opera con sistemas de flujos de efectivo.

Por otro lado están las condiciones del sistema de crédito de los bancos comerciales, que opera con elevadas tasas de interés ­entre 17 y 24 por ciento­, aunque algunos ofrecen tasas de 14 por ciento, siempre y cuando la empresa sea su cliente.

"Con tasas tan altas ¿qué negocio va a dar ingresos para pagar los intereses?", se pregunta Imanol Belausteguigoitia, director del Centro de Desarrollo de la Empresa Familiar del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y añade que en Estados Unidos pagar un crédito cuesta la mitad.

bital2Juan Pablo Zorrilla, consultor independiente y especialista en funcionamiento de Pymes, asegura que los bancos abren créditos para ese sector porque el gobierno se los exige. "Los bancos se justifican en sus balances, pero la pregunta es ¿a qué tipo de empresario le dan crédito? y usualmente resulta que no es al que realmente lo necesita."

Las empresas ­incluidas las grandes­ afirman que su principal fuente de financiamiento es el crédito de proveedores. En el caso de las micro y pequeñas, 66 por ciento se financiaron con proveedores, 16 por ciento con la banca comercial y sólo 1.7 por ciento con créditos de la banca de desarrollo, según la encuesta más reciente de la Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio, del Banco de México.

En cuanto a los créditos que otorga la banca comercial, en este momento Bancomer es el que más presta y tiene una participación de 40 por ciento en este mercado, con un saldo de cartera de apenas 30 mil 669 millones de pesos para atender a sólo 8 mil 250 empresas.

No están todos los que son...

En México es muy difícil medir el número de empresas pequeñas y medianas en el país. La cantidad varía constantemente; muchas, por distintas razones, cierran tras el primer año de operación. Pero se estima que rondan en 3 millones.

"Aquí solemos culpar al gobierno; las empresas dicen que no las apoyan, pero la gran mayoría de los emprendedores no ha creado un negocio ganador", argumenta Imanol Belausteguigoitia. No obstante, coincide en que "hay gente extraordinaria que no tiene capital".

Sólo para clientes

El crédito al sector empresarial sigue deprimido. Pese a que en este momento hay programas de Pymes en casi todos los bancos y se cuenta con apoyos del gobierno federal, la cartera de empresas ha ido decreciendo en los bancos en los últimos años.

Este año ha habido una pequeña recuperación del crédito de la banca comercial a las empresas. En octubre el financiamiento bancario a empresas presentó una tasa de crecimiento anualizado de 4.4 por ciento, luego de más de un año a la baja. La peor parte fue en febrero, cuando registró una caída de 11.1 por ciento. El saldo acumulado a octubre fue de 70 mil 900 millones de pesos, poco más de 6 por ciento del financiamiento total, según el Banco de México.

Pero las Pymes todavía tienen que transitar por caminos muy difíciles para acceder a esos recursos. "Si la empresa es acreditada de un banco, tiene muchos años de ser su cliente y además tiene ingresos demostrables es posible que le ofrezcan un crédito, pero bajo ciertas condiciones", dice Carlos Martínez, director general de la Financiera Mercurio, aunque reconoce que esto es mucho mejor a que no hubiera crédito.

En este momento la mayoría de los préstamos que se ofrecen son para capital de trabajo, es decir, para cubrir cuentas por cobrar, inventarios u otros rubros. No se apoya en la adquisición de activos fijos, como maquinaria y equipo, y mucho menos se financian proyectos, ya que el común denominador en estos programas es que las empresas deben tener por lo menos dos años operando.

La oferta de la banca comercial

Este año los bancos han sido muy activos en ofrecer financiamiento a las Pymes. Entre la extensa variedad de productos está el programa Estímulo Empresarial de HSBC, que opera desde octubre; la ampliación del programa de financiamiento de Bancomer a las Pymes y el más reciente de todos: Empresas de Diez con Infonavit, de Santander, que consiste en ofrecer líneas de crédito a los contribuyentes cumplidos en el pago de sus cuotas del Infonavit.

El programa de Estímulo Empresarial de HSBC ofrece una tasa de interés de 24 por ciento, pero si se accede al portafolio de productos como puntos de venta, banca por Internet y tarjeta de crédito, la tasa baja a 17 por ciento. Para poder emplear este producto la empresa debe tener por lo menos dos años de estar constituida, presentar sus declaraciones fiscales de 2003 y lo que va de 2004 y su acta constitutiva. El crédito es desde 10 mil hasta un millón de pesos.

En cuanto al programa de Bancomer, en 2003 inició su primera etapa con el objetivo de prestar mil millones de pesos entre 3 mil micro, pequeñas y medianas empresas. Pero en octubre se anunció una ampliación para llegar a los 23 mil créditos por 6 mil millones de pesos antes de octubre de 2005. Hasta octubre pasado el segundo banco más grande de México había otorgado crédito a 8 mil 250 empresas por montos que van desde 75 mil hasta 500 mil pesos.

Funcionarios de Bancomer atribuyen el éxito de este programa a que la Secretaría de Economía constituyó un fondo de garantía que exime a las Pymes de garantías reales, que es una de las principales causas que inhiben la demanda de créditos. Además, están considerando los flujos de efectivo como fuente primaria para el pago del crédito.

En el programa de Empresas de Diez se ofrece que las compañías que durante los últimos 10 bimestres hayan cumplido en tiempo y forma con sus obligaciones del Infonavit podrán acceder a una línea de crédito de Santander de al menos 100 mil pesos.

Marcos Martínez, director general de Santander Serfin, explicó que con su producto Crédito Agil, que soporta el programa con Infonavit, se eliminan los principales obstáculos que tienen las Pymes para acceder a un crédito. "No les pediremos estados financieros, ni garantías reales, ni historial crediticio previo", aseguró. Sin embargo, en el arranque de este programa apenas cinco empresas han sido beneficiadas.

Por su parte, la Asociación de Banqueros de México informó hace dos semanas que cerca de 500 mil Pymes podrán acceder a préstamos bancarios, esto gracias a que cumplieron oportunamente con el pago de sus impuestos. En una primera etapa se espera que 130 mil Pymes reciban cartas "de buena conducta" del Servicio de Administración Tributaria (SAT) como forma de aval para acceder a los préstamos de la banca comercial, a pesar de que no tengan sus estados financieros auditados.

Los bancos de desarrollo

El Fondo Pyme es el instrumento con el que el gobierno otorga apoyos temporales a proyectos de fomento, creación, desarrollo, consolidación y viabilidad productiva de las micro, pequeñas y medianas empresas.

Hasta ahora, la Secretaría de Economía reporta mil 182 proyectos aprobados mediante este programa, la mayor parte destinados a la capacitación empresarial. La información del destino de los recursos de este fondo no es muy claro en cuanto a su efectividad en el apoyo de las empresas más pequeñas.

En cuanto a los estados más favorecidos con este programa, Jalisco va a la cabeza con 68 proyectos aprobados, la mayoría para la articulación productiva, sectorial y regional. Mediante el Fondo Pyme se han aprobado 161 proyectos para la creación y fortalecimiento de empresas.

Sofoles empresariales

En el sistema financiero mexicano existen aproximadamente 10 Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles) empresariales, que sólo se dedican parcialmente a las Pymes. Otras, por ejemplo, Caterpillar y Navistar, financian maquinaria de construcción, agrícola y equipo marino.

En este momento las Sofoles que atienden el mercado de las Pymes son principalmente Hyrpyme, Ficen y Financiera Mercurio, esta última la de más reciente creación. El grupo financiero Monex anunció que en breve empezará a operar una Sofol para apoyar a la pequeña y mediana empresa.

Según la Asociación Mexicana de Sofoles, a julio pasado la cartera de financiamiento a empresas era del orden de 9 mil 733 millones de pesos. "Esta cifra no es nada, pues el mercado hipotecario es 10 veces más grande", dice Carlos Martínez, director de la Financiera Mercurio, pero anticipa un crecimiento muy importante para los próximos años.

Explica que las Sofoles piden los mismos requisitos que los bancos, pero la principal diferencia está en los servicios, pues mientras en un banco hay que tratar con un ejecutivo que en ocasiones no tiene facultad para otorgar el crédito, "en una Sofol la persona que atiende al empresario es la que presentará su caso ante el comité de crédito, es decir, tiene mucho más poder en la decisión". Nosotros, añade, vamos detrás de las empresas que queremos como acreditados, mientras que las estrategias de los bancos son más generales y por eso sus programas no tienen éxito.

Y mientras las Sofoles y la banca terminan de echar a andar sus programas de financiamiento y deciden confiar más en las empresas, las Pymes en México seguirán financiándose con la familia, amigos y tontos. Siempre hay un alma buena dispuesta a ayudar §

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LEYENDA DE JUGUETES Y CORSARIOS

Jorge Iñigo se quedó helado cuando se enteró de que en un anuncio de HSBC, colocado en el Periférico del DF, aparecía un Avioncito Periquín, elaborado por su fábrica, Juguetes Pigo, con la siguiente leyenda: "Este no es un juguete... es una juguetería... Para nosotros no hay pequeñas empresas, sólo grandes proyectos".

La incredulidad del director de esta empresa que produce juguetes didácticos se explica porque su negocio tiene casi dos años de no recibir recursos de HSBC.

Tras hipotecar su casa en septiembre de 2000, Iñigo obtuvo de Bital ­hoy HSBC­ un crédito por un millón 300 mil pesos a pagar en cinco años. Pero en 2003, se lo cancelaron a pesar de tener el contrato firmado. A Iñigo sólo le notificaron que "la nueva organización ­HSBC­ no aceptó el riesgo" y suspendieron el crédito.

"Por eso tengo guardada la foto del anuncio para decirle a Bital ­HSBC­: '¡oye, tú estás diciendo que apoyas a la empresa y a mí me quitaste un crédito que ya tenía contratado y firmado!'"

Este industrial juguetero reconoce que el banco está en su derecho de hacer una revisión anual del crédito y que los números en 2002 fueron malos para su fábrica. Recuerda: "En aquella ocasión les dije que en este sector siempre hay años buenos y malos, pero nosotros siempre hemos pagado nuestros créditos; y por lo mismo que fue un mal año necesitaba más el dinero".

Su padre, Pedro Iñigo Camacho, fundó la empresa hace casi 60 años y durante más de 20 trabajó con Banamex sin mayor problema. "Pero hace aproximadamente cinco años dejaron de dar crédito al giro del juguete", narra Jorge Iñigo.

A partir de que HSBC le canceló el crédito la empresa ha tenido que financiar su producción por medio de factoraje que le ofrecen las cadenas a las que vende, como Comercial Mexicana, Wal-Mart, Gigante o Liverpool. "Esto es el famoso crédito de proveedores, aunque para recibirlo la empresa tiene que cubrir los intereses", explica.

Pero aquí lo malo es que el pago es de 50 por ciento cuando entregan la mercancía y el resto lo pagan hasta el vencimiento, que por lo general es a tres meses.

Pero en la industria del juguete la mayor parte de las entregas se hace entre julio y agosto y los pagos se realizan hasta enero por las temporadas de venta. "De ahí la necesidad de contar con recursos para poder echar a andar la producción del siguiente año", explica Emilio Hervías, gerente de ventas de esta empresa en la que actualmente laboran casi 90 personas.

En opinión de Iñigo, los créditos de los bancos se han apretado más y considera que es materialmente imposible cumplir con los trámites que exigen.

Pese a ello, hace unos meses Bancomer les otorgó un préstamo por 300 mil pesos, insuficientes para encarar sus compromisos. Por lo pronto, el año pasado la empresa se quedó sin dinero. Y como no tiene ningún pleito con HSBC acudirán de nuevo a solicitar el crédito de estímulo empresarial, en cuya campaña precisamente utilizan un juguete Periquín. "A ver si es cierto lo que dicen", concluye§

AMRP

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