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Jueves 16 de diciembre de 2004

Martí Batres Guadarrama

Cuatro años de gobierno: las claves de AMLO

En el origen de la confrontación del gobierno federal contra el Gobierno del Distrito Federal se encuentra el éxito de López Obrador. Eso explica la furia de la administración federal.

En diciembre de 2000 arrancaron dos proyectos: el de la derecha, de Vicente Fox a nivel federal, y el de la izquierda con López Obrador en el Distrito Federal. El gobierno federal pidió al Congreso elevar los impuestos a las clases populares para poder financiar sus programas y sus obras, pidió también la privatización del sector energético para impulsar la economía y la llamada reforma laboral con el mismo objetivo. No logró ninguna de esas reformas. Hizo depender su proyecto de gobierno de otro poder del Estado, y no pudo concretar nada.

El jefe de Gobierno de la capital impulsó un plan preciso, llegó con una idea clara de gobierno y se apoyó en sus propias atribuciones. No olvidemos que también empezó con una Asamblea Legislativa de mayoría opositora.

Después de cuatro años al frente de la más complicada entidad federativa, cuenta con el respaldo de sus gobernados. Las claves de dicho éxito se encuentran, entre otros, en los siguientes puntos:

1) Aplicó un programa de austeridad en los altos niveles de la administración local ahorrando 10 mil millones de pesos; con ello pudo financiar programas sociales y obra pública.

2) Estableció el centro de su identidad en la cuestión social, convirtiendo el discurso de la izquierda en una realidad concreta de gobierno. Así marcó la diferencia con el pasado priísta y con el actual gobierno federal panista. Su política social hizo a un lado la idea focalista de las administraciones neoliberales, según las cuales sólo hay que apoyar a reducidos núcleos que se encuentren en grado de extrema pobreza. Se construyó entonces un amplio piso social de protección a cientos de miles de capitalinos, que en números se traduce en: 350 mil pensiones a adultos mayores, 66 mil becas a personas con discapacidad, 16 mil apoyos a madres solteras, 100 mil créditos de autoempleo, microindustria y proyectos agropecuarios, 115 mil acciones de vivienda de interés social, 14 mil tutorías a jóvenes en situación de riesgo, 55 mil familias beneficiadas por la regularización territorial, más de 20 mil jóvenes beneficiados por los nuevos planteles de educación media y superior. Todo ello constituye parte de ese piso social, financiado sin aumentar impuestos.

3) Cambiaron también las formas de relacionarse con los poderes económicos. La línea dominante en el gobierno desde hace 20 años ha puesto los negocios y los intereses económicos por encima de los intereses de la gente. El gobierno del Distrito Federal ha aplicado la línea de que la gente es primero y los negocios después. De ahí se han derivado varios de los conflictos más intensos que se han vivido en la ciudad. En el caso Paraje San Juan el gobierno capitalino se negó a pagar mil 800 millones de pesos a un defraudador. En el caso del gas natural, apoyó a los habitantes y a su seguridad, resistiendo las presiones de la trasnacional Metrogas. En el caso Eumex, el Gobierno del Distrito Federal protegió el equipamiento urbano de la acción depredadora de una empresa de publicidad extranjera que se sentía dueña de banquetas y paraderos de transporte público. Asimismo, el gobierno pudo retirar cientos de anuncios de espectaculares del Periférico, a pesar de la campaña en su contra, poniendo el paisaje urbano y la seguridad de la gente como la preocupación prioritaria. También recuperó terrenos públicos en las Lomas de Chapultepec, que se encontraban en manos de invasores de cuello blanco, y los predios de Santa Fe, acaparados ilegalmente por particulares durante 20 años. En el caso Ahumada, el más complicado, el gobierno de López Obrador por fin paró a quien nadie antes había podido contener.

4) El gobierno de López Obrador definió la obra pública como detonador de la recuperación económica. El neoliberalismo la había congelado, tanto como concepto como acción concreta. Hace 30 años que no se construía una universidad pública en la ciudad. Hace 25 años que no se construían reclusorios. Hace 22 años que no se construían vialidades primarias. Hace 18 años que no se construía un hospital. Hace 15 años que no se construía masivamente vivienda de interés social. A eso hay que agregar el corredor Reforma, la Plaza Juárez, las obras de Centro Histórico, la remodelación de los bosques de Chapultepec y de Aragón, la ciclopista, las coordinaciones territoriales, etcétera.

5) El gobierno de López Obrador rompió las inercias burocráticas. No se rindió ante la fatalidad de trámites interminables. Puso a trabajar la maquinaria para sacar adelante programas, obras y acciones de gobierno en tiempos perentorios.

Todo esto explica por qué el gobierno de la ciudad ha podido resistir un año de furia incontenible del gobierno federal. La ofensiva no ha tenido grandes resultados en la percepción ciudadana por una razón muy sencilla: el Gobierno del Distrito Federal ya demostró que es posible otro camino.

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