SUMERGIDOS EN EL PRIMER MUNDO | 20 de diciembre de 2004 |
La expansión de
la
informalidad está generando en los
países de la
Unión Europea complicados problemas económicos y
sociales, relacionados
con la caída en las condiciones de vida de una parte
significativa de
la población, orillada a aceptar desde tareas inocuas hasta
ocupaciones
a escala de submundo.
Adela Mac-Swiney González, Madrid Ante el crecimiento de la economía su mergida o informal en los países miembros de la Unión Europea (UE), el Ejecutivo comunitario ha advertido que puede generar "un círculo vicioso" que fuerce a elevar los impuestos para paliar la elusión, lo que a su vez se convierte en un estímulo para esas actividades irregulares. En 1998 se estimaba que
los
niveles de economía
sumergida para los
entonces 15 estados miembros de la UE oscilaban entre 7 y 19 por ciento
del producto interno bruto (PIB). Actualmente esos niveles se ubican
entre 8 y 31 por ciento y estarían involucrados unos 20 millones
de
personas.
Muchos factores inciden en
ese
fenómeno, entre ellos
la atomización
de la economía en pequeñas y medianas empresas que
encuentran
incentivos para evadir al fisco, la corrupción, la falta de
control y
reglamentación, pero también el tráfico de
personas y de drogas, la
prostitución y el crecimiento de la inmigración.
En España los
inmigrantes "sin papeles" son carne de
cañón de la
economía sumergida, que ya abarca 23 por ciento del PIB (casi
130 mil
millones de euros), en tanto que en Italia comprende 27 por ciento y en
Grecia 30. En el resto de la UE, la economía sumergida va de 3 a
15 por
ciento del PIB.
En cualquier caso, es
mucho el
beneficio clandestino que se
genera
y que afecta al conjunto de la sociedad y al Estado porque no recibe
los ingresos que debería, también a los trabajadores y a
las empresas
que sí pagan impuestos. Se advierte que es entre las
pequeñas y
medianas empresas donde hay más contratación de tipo
irregular, lo que
les permite reducir costos laborales y acrecentar sus utilidades.
La expansión de la
informalidad está generando
en los países
europeos problemas sociales complejos que tienen que ver con las
condiciones de vida de parte de la población que va desde
ocupaciones
inocuas hasta actividades del submundo.
La existencia de labores
productivas ocultas a los registros
oficiales responde a muy diversas motivaciones de los agentes
económicos, que van desde razones asociadas puramente a la
generación
de algún ingreso o el aprovechamiento de la evasión
fiscal, hasta
hábitos y comportamientos originados por valores culturales y de
carácter social. Aunque la interacción de todos estos
factores
dificulta la identificación de las causas de la existencia y
extensión
de la economía sumergida, sí pueden señalarse
entre las que se
consideran más relevantes están: el sistema impositivo,
la intensidad
de las regulaciones, la ética de los agentes y los
desequilibrios en el
mercado de trabajo.
España tiene uno de
los
niveles más altos de
economía sumergida de
Europa y el gobierno reconoce que uno de los efectos de la
inmigración
irregular es, justamente, su vinculación con la informalidad.
Esto se
aprecia principalmente en los sectores de la agricultura y la
construcción, aunque se presenta también en el trabajo
doméstico, en la
hostelería, en los sectores textiles y del cuero y calzado,
así como en
los trabajos de limpieza industrial.
La economía
sumergida en
España es capaz de
cobijar a toda la
inmigración irregular que va llegando y, de hecho, el mensaje
que
reciben los inmigrantes cuando aún están en su
país de origen, de sus
familiares y amigos que están en este país es: "Ven como
puedas que
podrás trabajar". Es decir: "Ven (aunque sea de forma irregular)
que
podrás trabajar (en la economía sumergida)". Si el
mensaje que
recibiesen es que únicamente van a encontrar trabajo si entran
de forma
legal, la inmigración irregular no tendría las
dimensiones actuales.
Fernando Crespo,
responsable de
Inmigración de la
Secretaría de
Mujer e Inmigración de la Unión General de Trabajadores
(UGT) en
España, afirmó que la economía sumergida
había sido considerada
"absolutamente necesaria" para que funcionara la economía
global, pero
ahora ha llegado ya a tal magnitud que hay que plantear una
acción
conjunta, entre el Ministerio de Hacienda, la Inspección de
Trabajo y
los sistemas de contratación para bajar, al menos a 10 por
ciento del
PIB, el índice que se tiene.
Se trata de reducir el
atractivo que hoy tiene España
para los
inmigrantes que vienen a trabajar a cualquier costo, de modo que impida
los conflictos que causa al empujar a muchas personas al mercado
informal debido a la competencia desleal que representa en el mercado
de trabajo. Tener una economía sumergida de 10 por ciento del
PIB
permite de alguna manera estructurar un sistema económico, pero
23 por
ciento nos está representando problemas muy serios", dijo
Crespo.
Lamentó que pese a
los
llamados de la UE para bajar la
proporción
de la economía sumergida en el PIB de los países que la
integran, la
política del Ejecutivo comunitario es todavía esperar a
que cada país
establezca reglas propias, y se limita a exigirles la
presentación de
sus planes de empleo anuales con el fin de tratar de conseguir los
objetivos fijados en materia de competitividad y estructura salarial.
De acuerdo con los
objetivos de
la UE para 2010, la
región tiene
que haber alcanzado pleno empleo y mayor participación de las
mujeres
en el sector laboral. No obstante, no hay medidas coercitivas para los
países que exceden los niveles aceptables de economía
sumergida, de la
misma manera en que se establece, por ejemplo, el límite del
déficit
público en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Es un hecho que en los
países europeos han comenzado a
aplicarse
reformas laborales de relevancia, que modifican la estructura y
funcionamiento del mercado de trabajo. Reino Unido, Alemania o
España
son algunos casos. Sin embargo, no se ha avanzado en la
extensión
necesaria para hacer más flexibles las condiciones laborales y
ordenar
el mercado y desestimular la informalidad, para lo cual se requiere
igualmente del concurso de las autoridades fiscales para instrumentar
acciones de recaudación más eficientes.
Para hacer efectiva la
restricción de las actividades
informales no
sólo es preciso contar con mejor información y
análisis de su magnitud
y condiciones de funcionamiento, sino que deben producirse cambios
radicales en los sistemas de inspección del trabajo de los
países, es
decir, en su organización y capacidad de actuar, aplicando las
normas
respectivas. He allí una clave del asunto: contar con una
inspección de
trabajo y un sistema de sanciones capaces de hacer disminuir la
economía sumergida §
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