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Miércoles 22 de diciembre de 2004

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

WTC: šdoble cobro de seguro!

Alguien gana, alguien pierde
Circularidad de los negocios entre demócratas y republicanos

EN SU MAS RECIENTE aparición por Internet, el yemenita-saudita Osama Bin Laden se burló del déficit gemelo de Estados Unidos y aseveró que así como Al Qaeda "sangró a la URSS" en la década de los 80, ahora más que nunca "mantendría su política de sangrar a Estados Unidos al límite de la bancarrota". En medio del desplome del dólar, Osama penetra los dédalos del terrorismo financiero y sus efectos del 11/S que "le había costado a Al Qaeda medio millón de dólares, mientras Estados Unidos había sufrido pérdidas por más de 500 mil millones de dólares". Además, Osama se dio el lujo de citar el "verdadero motivo de la guerra en Irak: enriquecer a las corporaciones ligadas a la administración Bush", en particular a Halliburton (Don Van Natta Jr., The New York Times, 19 de diciembre).

DESDE SU SUPUESTO escondite en una cueva de Jalalabad, Osama, si es que sigue vivo, está muy bien actualizado y asesorado por los más altos niveles de las finanzas mundiales, y llamó la atención que haya citado a fuentes financieras de la plaza de Londres (but of course!) para avalar sus estimaciones sobre las pérdidas de Estados Unidos el 11/S.

PERO COMO REZA la sagrada contabilidad: cuando alguien pierde, alguien gana, y va implícito en la epístola electrónica de Osama que entre las beneficiarias del 11/S estén las petroleras texanas. A esos niveles de más de 500 mil millones de dólares de ganancias, solamente las petroleras anglosajonas pudieron cosechar la fértil siembra del 11/S, al unísono del "complejo militar-financiero-tecnoindustrial". De todas formas, existe un nivel nada desdeñable que no ha sido explorado para nada sobre las ganancias bursátiles, semanas antes a los atentados, y al cobro insólito de los seguros, que quizá provean la "cobertura" rutinaria al grueso de las ganancias petroleras y militares que no hubieran sido posibles sin el derrumbe de las Torres Gemelas.

NO ERA NINGUNA BROMA la exigencia judicial de Larry Abraham Silverstein, su arrendador, en desear cobrar dos veces (š!) el pago del seguro que cubría al World Trade Center (WTC), por 3 mil 500 millones de dólares. La generosa corte de distrito de Manhattan, que hace mofa de la precaria situación de la justicia en Estados Unidos -secuestrada por la plutocracia cleptocrática-, le cumple su exigencia judicial a Silverstein y lo gratifica con un pago de 7 mil millones de dólares, lo cual delata una profunda colusión a los más altos niveles de los tres poderes de la "Unión". Se viven periodos de otro tipo de lógica financiera, que nunca alcanzaría a entender siquiera el sofista Zenón de Elea, y el jurado federal decidió que la destrucción de las Torres Gemelas "habían sido dos eventos separados para propósitos del seguro" (Reuters, 6 de diciembre). Silverstein puede cobrar dos veces el seguro negociado con 24 compañías, entre las cuales nueve merecen una anatomía especial: Travelers Indemnity Co.; Industrial Risk Insurers; Royal Indemnity Co.; Allianz Insurance Co.; Tokio Marine and Fire Insurance Co; Twin City Fire Insurance Co.; Tig Insurance Co.; Westfield WTC LLC y Zurich American Insurance Co.

MICHAEL BOBELIAN, DEL New York Law Journal (8 de diciembre), explica que Silverstein, el agraciado arrendatario de las torres siete semanas antes de su derrumbe, y la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, propietaria del sitio, se han beneficiado con el doble cobro del seguro de acuerdo con el veredicto del juez Michael Mukasey. Public Citizen devela que el juez Mukasey, una pieza clave del "sistema judicial financiero de Manhattan", forma parte de los jueces que se han pronunciado a favor de la detención discrecional de los sospechosos de terrorismo islámico. Fue también el juez Mukasey a quien le tocó sentenciar al yemenita-saudita Hussein al-Attas, asociado de Zacharias Mussawi, el conspirador del 11/S (CBS News, 22 de julio de 2002). ƑEs Mukasey el juez de la red terrorista y financiera del 11/S? Por lo que se desprende, Mukasey no es un juez cualquiera. Nombrado por el presidente Reagan, había sustituido a Abraham D. Sofaer y había formado parte de la oficina de Rudolf Giuliani. Mark, también juez, e hijo de Michael, hizo campaña por Giuliani en 1989. šCómo se cierran los círculos virtuosos!

CABE RECORDAR QUE el "carismático" Rudolf Giuliani, al parecer la bisagra de varias mafias trasnacionales que operan en "la ciudad de la manzana", era el alcalde de Nueva York el 11/S. Más interesante resultó que el presidente Bush haya nombrado como secretario de la muy sensible "Seguridad del Hogar" a Bernard Kerik, un guarura (literalmente) de Giuliani, quien fue orillado a renunciar en forma extraña cuando empezó a conocerse de su pasado nada virtuoso. Kerik era el comisionado de policía que ayudó a desplegar la emergencia del 11/S, por lo que su nombramiento a una supersecretaría por Bush era una recompensa a su "heroísmo". ƑQuien torpedeó el nombramiento de Kerik, el guarura de Giuliani, a su vez "padrino" del juez Mukasey, quien bendijo el doble cobro del seguro de Silverstein?

BAJO LA LUPA había explorado la identidad de "los dueños del WTC" y "los movimientos bursátiles y catástrales previos al 11/S" (26 de septiembre y 3 de octubre de 2004), entre los que destaca el arrendamiento siete semanas antes de los atentados, concedido por la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey -representada por Lewis M. Eisenberg, miembro prominente del consejo directivo de la Coalición de Judíos Republicanos quien luego fuera nombrado jefe de finanzas del Partido Republicano-, al desarrollador de bienes raíces Larry Abraham Silverstein, asociado al poderoso conglomerado Blackstone -de Peter Peterson (proveniente de la Reserva Federal de Nueva York) y Stephen Schwarzmann (ex directivo de JP Morgan-Chase)-, a la firma Kissinger-McLarty Asociados y American International Group de Maurice Greenberg.

EL SEGURO DE la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que construyó el complejo del WTC, había sido por mil 200 millones de dólares, que cubría, además, "todas sus propiedades", que incluyen los tres aeropuertos, cuando Silverstein lo "cubrió" profusamente 7 semanas antes de los atentados con seguros amplios y expeditos por 3 mil 500 millones de dólares que, gracias a la pericia de sus abogados y la comprensión del juez Mukasey, cobró al doble: en 7 mil millones de dólares. Silverstein aportó 14 millones de dólares únicamente de su pecunia.

LA FIRMA DE ABOGADOS que representó a Silverstein es Wachtell, Lipton, Rosen & Katz. Uno de los tres mejores abogados de Estados Unidos, Herbert M. Wachtell, es el más cercano amigo de Silverstein desde la infancia, con quien estudió piano. Quizá en forma coincidente, Silverstein había tenido una cena en casa del abogado Watchell el viernes previo al 11/S (Alison Frankel, Law.com, 3 de septiembre de 2002). La firma fue fundada en 1965 por cuatro abogados (Herbert W. Watchell, Martin Lipton, Leonard Rosen y George Katz), que estudiaron leyes en la Universidad de Nueva York. I Won refiere que "la firma atrajo abogados principalmente judíos y de otras etnias en una época cuando las grandes firmas no les abrían las puertas". La firma de 190 abogados tiene clientes de la talla de AT&T y Bank of America (por coincidencia, depositaria del préstamo de Silverstein para el arrendamiento del WTC) y consagró 20 abogados para el cobro doble del seguro de Silverstein, entre quienes descuella Bernard W. Nussbaum, quien parece más prestidigitador de leyes que abogado.

PARA ENTENDER LA dimensión de la circularidad de los negocios entre los demócratas y los republicanos, las dos caras de la misma moneda de la plutocracia cleptocrática, que pone en tela de juicio toda la charada electoral "democrática" en vigencia en Estados Unidos, ya no se diga de su sistema legal, resulta que el prestidigitador Nussbaum había sido el anterior jefe de Hillary Clinton en el comité senatorial del putrefacto Watergate. Nussbaum, el abogado de Larry Silverstein, había sido luego consultor jurídico del presidente Clinton en la Casa Blanca y se vio obligado a renunciar por haber sido atrapado en contactos "impropios" en otro asunto no menos nauseabundo de Madison Guaranty, el quebrado banco de "ahorros y préstamos" con sede en Little Rock, Arkansas, que desembocó en el sulfuroso "Whitewater", el escándalo financiero de la familia Clinton que cobró un muerto y algunos encarcelados. Aquí existen asuntos muy escabrosos con huellas de sangre: curiosamente, Vincent Foster, viceconsejero de la Casa Blanca, quien apareció "suicidado" después de un paseo, había hablado antes con el abogado Nussbaum y con la célebre Linda Tripp, quien luego regresó al Pentágono a trabajar al "grupo Delta" para rastrear el DNA clintoniano del inolvidable vestido azul de Monica Lewinsky. Lo importante para el caso que nos afecta es el conocimiento de Nussbaum de profundos secretos de Estado. Así que Silverstein, el gran beneficiario del 11/S -obviamente, después de las petroleras texanas, del complejo militar financiero tecnoindustrial de Estados Unidos y del Partido Likud-, no pudo seleccionar a mejor abogado del "sistema judicial" estadunidense para ganar su doble seguro. Nussbaum es el clásico "abogado del sistema", de esos que vemos seguido en los tribunales en cualquier rincón del planeta, que gozan de un poder desmedido de picaporte con los "honorables" magistrados muy bien lubricados por prominentes políticos, y a quienes les toca defender los "casos delicados" de la plutocracia cleptocrática.

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