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El papel del trabajo: México
27 de diciembre de 2004

TRIUNFO DE LA PERSISTENCIA

Obreras de una de las maquiladoras de Sara Lee en México se sobrepusieron a cuatro años de acoso e intimidación hasta que lograron su objetivo: conformar un sindicato independiente, en un medio dominado por los barones de la Confederación de Trabajadores de México y en una empresa líder mundial del movimiento corporativo para un "ambiente sin sindicatos".

Ricardo Blanco Velázquez

Es apenas un pequeño bocado de pastel arrebatado a los corporativos que por décadas han obtenido beneficios de la venta de contratos laborales a las maquiladoras que operan en México. También es muestra de que la persistencia y la paciencia no es sólo virtud de los viejos panaderos.

Después de cuatro años de lucha, un grupo de trabajadoras de Coahuila, logró que la empresa Sara Lee, uno de los líderes globales del movimiento corporativo para un "ambiente sin sindicatos", cambiara sus reglas laborales. Las mujeres obreras están organizando su sindicato independiente en lo que constituye el primer compromiso, al menos por ahora, de neutralidad laboral de una corporación trasnacional con maquiladoras en México.

maquiladoras-okSe trata de un logro de los trabajadores en un momento especialmente difícil para los derechos sindicales. Empresas como Wal-Mart han hecho de la creación de obstáculos a la asociación gremial toda una bandera corporativa. Los gobiernos, por su parte, suelen mirar hacia otro lado cuando las empresas no se apegan a las leyes de protección a los trabajadores.

En un medio en que las maquiladoras se han beneficiado por décadas de la existencia de sindicatos blancos que toleran cualquier atropello a los derechos laborales, y de unos gobiernos que festejan por todo lo alto el 1° de mayo sin vigilar que se observen las leyes del trabajo, el resultado de la lucha de los empleados de Sara Lee es una bocanada de aire fresco para el movimiento sindical mexicano.

"Las empleadas de Sara Lee enfrentaron una fuerte campaña de intimidación y acoso durante los cuatro años que lucharon por formar su sindicato independiente", recordó Beatriz Robles, dirigente de Servicio, Desarrollo y Paz (Sedepac), grupo local de promoción de derechos humanos que asesoró a las trabajadoras de la maquiladora.

Robles considera el resultado del movimiento como "un gran triunfo de nuestras compañeras", que lograron que los gerentes de Sara Lee se mantuvieran neutrales a la formación del sindicato independiente en la planta de Monclova. Aunque en un rasgo típico de las relaciones laborales en México, la sede de la empresa decidió cerrar la planta en Frontera, en el mismo estado, con el despido de mil 200 trabajadoras.

El movimiento de las obreras de Sara Lee concitó una solidaridad más allá de las propias agrupaciones locales. Aunque se ha conformado un movimiento sindical pequeño, el hecho de que se trate de uno de los pocos casos de creación de un sindicato independiente en una maquiladora ha llamado la atención de la Red de Solidaridad de la Maquila (MSN, por sus siglas en inglés), que introdujo el caso en sus campañas mundiales.

Sara Lee es más que los pasteles congelados que se venden en los supermercados. Con ingresos mundiales por 17 mil 600 millones de dólares en 2003, es un corporativo con inversiones en las industrias de la ropa, comida, bebidas y enseres domésticos. Tiene operaciones en 55 países y vende sus productos en 200. Sus marcas incluyen Hanes, Champion, Playtex y Wonderbra, la misma de los anuncios espectaculares.

Sara Lee

"Muchas empleadas han sufrido heridas por el continuo estrés al que son sometidas y también están afectadas por enfermedades respiratorias", explicó Robles al hablar sobre los motivos de las trabajadoras para buscar un sindicato independiente. "Las cuotas de producción extremadamente altas que les son impuestas hacen peligrar su salud, al tiempo de que la paga se reduce si las incumplen, lo que las deja profundamente desmoralizadas", añadió. En síntesis, esa es la vida en cualquier maquiladora.

Cuando sus peticiones de un mejor ambiente de trabajo fracasaron, decidieron buscar la asociación sindical. Técnicamente eran representadas por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sector obrero del Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, no tenían permitido elegir a sus líderes ni participar en las negociaciones salariales o de condiciones generales de trabajo.

Entre noviembre de 2001 y julio de 2002, al menos 12 de las trabajadoras que impulsaban la formación del sindicato fueron despedidas. Los líderes de la CTM colaboraron con los directores de personal para forzar los despidos.

Se debe resaltar que entre los logros sindicales se cuentan que "todas las despedidas fueran liquidadas con las cantidades correctas, así como la contratación de embarazadas, que antes eran rechazadas; además de la atención médica a los lesionados en accidentes de trabajo", añadió Robles.

Cuando la presión estaba por fructificar, Henry Kleeman, vicepresidente y director de prácticas de negocios de Sara Lee, dijo en un comunicado que los empleados podían escoger libremente a sus representantes. Al ser formada la nueva representación se comprometió a hacer recontrataciones y reintegrar a su trabajo a los líderes despedidos, pero esto sigue siendo una promesa.

Robles: "Uno de los compromisos de la maquiladora era la recontratación de 500 trabajadores ­la mayoría mujeres­, que ha sido muy lenta; se han logrado reintegrar sólo a 100. Aunque se había acordado remplear a 200 trabajadores ­hombres y mujeres­ de la planta de Frontera, según su antigüedad, en la de Monclova, también había el compromiso de reintegrar a los 10 líderes principales del nuevo sindicato. Pero todo ha ido muy despacio".

Durante la lucha de cuatro años, las trabajadoras de Sara Lee recibieron apoyo de por lo menos 45 organizaciones similares de Estados Unidos para lograr la conformación del sindicato independiente y negociar con un "gigante" el cambio de reglas laborales. Este es quizá otro aspecto de la globalización §

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