El mandatario estadunidense elude precisar los alcances de su iniciativa en ciernes
La reforma migratoria, ''prioritaria''; este año podría concretarse: Bush
Descarta otorgar la ciudadanía a indocumentados y sugiere plan de trabajo temporal
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 12 de enero. La Casa Blanca ofreció que este año el presidente George W. Bush promoverá ante el Congreso una propuesta de reforma migratoria, pero no ofreció detalles sobre el contenido y los alcances.
En tanto, Bush reiteró que el tema es de ''alta prioridad'' para su segundo periodo presidencial y que está dispuesto a invertir parte del "capital político" de su relección para lograrlo.
En entrevista con la junta editorial del periódico conservador Washington Times, señaló: ''estén de acuerdo o no con la solución, sí tenemos un problema cuando hay 8 millones de trabajadores indocumentados''.
Tras insistir en que ''la solución no es la ciudadanía instantánea'', Bush añadió que hay una solución ''más racional''.
"Me opongo firmemente a la ciudadanía instantánea. Creo que eso sólo causaría que el problema ocurra de nuevo. Si quieren ser ciudadanos, necesitan formarse en la fila como otras personas lo han hecho", expuso.
Pero, subrayó, la situación actual necesita cambiar. ''Tenemos gente que vive en las sombras de nuestra sociedad, y tenemos a una Patrulla Fronteriza que está sobrestresada por la gente que fluye (por la frontera). El sistema se ha descompuesto, y creo que al legalizar el trabajo reducimos mucha presión en nuestras fronteras.''
Señaló que entiende que existe oposición a esta iniciativa, pero que está dispuesto a dedicar lo necesario para superar ese obstáculo. "Obviamente tendremos que trabajar sobre esto, igual que con la reforma propuesta al Seguro Social, y requerirá gasto de capital".
Bush repitió al rotativo sus argumentos económicos y humanitarios en favor de una reforma en la materia. Explicó que hay patrones que no pueden encontrar trabajadores en Estados Unidos para ciertos empleos y trabajadores de México están dispuestos a hacer ese trabajo, pero que ahora tanto patrones como trabajadores lo hacen ''ilegalmente''.
Los inmigrantes no sólo están dispuestos, indicó, sino ''corren grandes riesgos para llegar a nuestro país. Están dispuestos a ser empacados en el tráiler de un camión, a pagarle a un coyote para cruzarlos, a caminar a través del desierto. Muchos mueren, por cierto, en los desiertos de Texas y Arizona".
Agregó: ''llegan porque, en la mayoría de los casos, son personas buenas, honestas, que desean cumplir su deber como madres o padres, y eso pone un gran peso en nuestra frontera. Creo que una política racional sería tener una combinación de mejor protección de la frontera, y decir: 'si tú eres una persona que viene a trabajar, tienes que mostrar comprobación; necesitas mostrarnos una tarjeta, tienes que registrarte', y básicamente legalizar el trabajo por un periodo definido".
El Times interpretó esto como la reiteración de la propuesta general de Bush de un nuevo programa de trabajadores huéspedes temporales, el cual tendría un mecanismo para incorporar a aquellos indocumentados que ya están en este país.
A su vez, el vocero presidencial Scott McClellan coincidió con Bush y expresó que una reforma migratoria es necesaria en tanto responde al problema de la migración ilegal y atiende la escasez de mano de obra en ciertas labores que rechazan los estadunidenses.
''Hay muchos trabajos que los estadunidenses no quieren, pero hay gente dispuesta a tomarlos, y el presidente cree que necesitamos responder a este problema'', dijo McClellan.
Sin embargo, el vocero de la Casa Blanca, al igual que el presidente Bush, no precisó el contenido y los alcances de la propuesta.
Bush señaló al Times: ''la solución de largo plazo del problema fronterizo es que México desarrolle una clase media. Por eso soy gran fanático del TLC. He visto lo que ha pasado con nuestra región fronteriza de Texas. Hay un cambio apreciable desde que he estado en el gobierno, un cambio significativo como resultado del comercio y del flujo de capital de un lado al otro. México aún tiene un largo camino, pero por lo menos esa parte de la frontera se ha convertido en un lugar más moderno, donde hay desarrollo de la clase media''.
El presidente añadió: ''les diré que creo que a la mayoría de los mexicanos les gustaría quedarse en casa y trabajar cerca de casa y criar a sus niños en México''.
En las filas republicanas no hay consenso -más bien creciente oposición- a cualquier liberalización de la política migratoria. Algunos legisladores del partido de Bush están promoviendo proyectos de ley para impulsar mayores restricciones a la migración y en contra de los indocumentados. Pero el presidente expresó en la entrevista estar confiado en que su plan ''racional'' logrará superar esta oposición, y reiteró su disposición a invertir el capital político necesario para intentarlo.