No hay empleo, señala
Engaño, el plan de repatriación del Conacyt: científico
JOSE GALAN
La política científica debe dar un giro de 180 grados y no prometer a los científicos mexicanos que están en el extranjero un trabajo que aquí que no existe. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sólo provoca desconcierto con las "dádivas" que promete a cambio de la repatriación de investigadores, afirmó Alejandro Pomposo García, miembro del Departamento de Matemáticas de la Universidad Iberoamericana, de la Real Academia de Ciencias de Bélgica y colaborador de Ilya Prigogine, premio nobel de Química 1977, ya fallecido.
En la víspera de la comparecencia de Jaime Parada, director general del Conacyt, ante la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República, la cual lo llamó para que explique el estado que guardan sus relaciones con la comunidad científica nacional y, en particular, la política de repatriación de jóvenes científicos mexicanos, Pomposo García afirmó que a quienes están en el extranjero, invirtiendo muchos años de su vida en el estudio, "lo que les espera de regreso es el desempleo.
"El otro día escuché, hasta cierto punto con pavor, que el Conacyt realiza una campaña para repatriar a investigadores que están becados por el consejo, bajo la promesa de conseguirles trabajo remunerado durante un año", agregó en conversación telefónica. "Sencillamente les pido a quienes están en el extranjero que no hagan caso, por el riesgo de enfrentar una situación muy dura, es decir, verse timados, engañados."
Explicó: "podrían verse en la situación de que o no tienen tal empleo o no es adecuadamente remunerado, de acuerdo con los años de estudio y especialización en el extranjero". Y puso de ejemplo la situación laboral de algunos trabajadores, como pueden ser los taxistas, quienes, agregó, "muchas veces ganan lo doble de lo que obtiene un científico por su trabajo, con todo respeto para los trabajadores del volante". Es decir, la inversión de una persona en licenciatura, doctorado y posdoctorado no se ve compensada por el Estado, a pesar de que los científicos, en su labor, "siempre estamos pensando en regresar al país para verter aquí lo que hemos aprendido y colaborar en la solución de los grandes problemas nacionales".
Explicó que le ha tocado vivir en carne propia esa situación, y que a la postre el consejo no hizo nada para evitar el rompimiento de los acuerdos contraídos, en una época posterior a la privatización de la banca, pero advirtió que hasta el momento "esa situación no sólo se mantiene, sino se ha agudizado".
Sobre las políticas científicas del actual gobierno, advirtió que tienen que dar un giro de 180 grados "y retornar el interés común de científicos y autoridades por las ciencias básicas como vía de impulso del desarrollo nacional". Consideró además que el concepto oficial de que sólo en situación de bonanza financiera se podrá impulsar a la ciencia "es un concepto errado. Hay que impulsar la ciencia aun cuando haya dificultades económicas, porque su apoyo se traducirá en bonanza económica y eso lo podemos ver en las naciones más desarrolladas del mundo".
