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LAS SORPRESAS DE LOLITA
31 de enero de 2005
En los recibos de sus primeros pagos del año la mayoría de trabajadores del sector formal pudo apreciar una ligera disminución en el cobro del impuesto sobre la renta. ¿Un regalo de Hacienda? No. Es parte de un proceso, sancionado ya por la Cámara de Diputados, que prepara el terreno para un nuevo gravamen a los ingresos en 2006. Es un tipo de contribución sobre las nóminas, cargado al asalariado, que afectará sobre todo los sueldos de las clases medias.

José González Méndez

Poco a poco, con sigilo, el gobierno federal avanza año con año en la aplicación de nuevas medidas fiscales. No forman parte de la "reforma fiscal integral", aquella que regresaría a los mexicanos sus impuestos "completitos y copeteados", pero son igual de efectivas a la hora de lograr un objetivo primario: incrementar la recaudación.

En 2005 se volverá a aplicar a las empresas, tras 18 años, el impuesto al costo de ventas (antes costo de compras) y se incrementará la carga fiscal a los salarios de las clases medias para financiar la reducción del impuesto sobre la renta (ISR) de 32 a 30 por ciento, y la pérdida de ingresos que traerá la posibilidad de deducir utilidades y deudas contraídas por grandes empresas con el sistema financiero.

De acuerdo con la Ley de Ingresos 2005, la captación de impuestos crecerá de 820 mil 550 millones de pesos en 2004 a 864 mil 831 millones el año próximo (5.40 por ciento más), mientras que el ISR crecerá de 346 mil 210 a 375 mil 833 millones (8.5 por ciento más).

Para 2006, el ISR se reducirá de 30 a 29 por ciento, se aplicará el subsidio al empleo en sustitución del crédito al salario, y la tasa de retención de ISR a sueldos y salarios se simplifica de seis a tres tarifas: quienes ganan menos de 76 mil pesos anuales quedarán exentos del impuesto, quienes ganen entre 76 mil y 5 millones de pesos pagarán 25 por ciento de ISR y quienes rebasen ese monto pagarán 28 por ciento.

Pero para apoyar estas nuevas medidas, la autoridad fiscal tiene guardada una sorpresa. En la Ley del ISR aprobada por la Cámara de Diputados en noviembre pasado duerme, casi inadvertido, un nuevo gravamen. El denominado "impuesto local", será aplicado a partir de enero de 2006 y afectará principalmente los ingresos de los grupos de menores ingresos.

La tasa del nuevo impuesto irá de 1 a 5 por ciento del salario base de los trabajadores, y aunque se aplicará a todo el segmento laboral ­desde quienes ganan el salario mínimo hasta los directores y gerentes de las grandes corporaciones­ los más afectados serán aquellos que devengan menos de 6 mil 333 pesos mensuales o 76 mil pesos anuales.

Un ejemplo

Una empresa con 12 trabajadores, cuyos salarios fluctúan entre mil 500 y 50 mil pesos y tiene una nómina mensual de 120 mil 500 pesos. Con las medidas fiscales de 2004, el gobierno recaudaría mensualmente por retención del ISR en sueldos y salarios 19 mil 144 pesos; en 2005, 18 mil 762.98 pesos (2 por ciento menos) y en 2006, por el mismo concepto, 14 mil 12 pesos (25 por ciento menos que en 2005 y 27 por ciento menos que en 2004).

Sin embargo, la autoridad fiscal recaudaría en 2006, siempre siguiendo este caso hipotético, 6 mil 25 pesos adicionales por el impuesto local, lo que colocaría la recaudación real en 20 mil 37 pesos, es decir, 4.66 por ciento más que en 2004 y 6.8 por ciento más que en 2005.

p-usuarios_ifaiEn ese año, o sea, 2006, el crédito al salario, el subsidio que brinda el gobierno a los trabajadores con menores ingresos, cambiará de nombre a "subsidio al empleo", pero el nuevo impuesto se "comerá" hasta 25 por ciento de esa ayuda gubernamental.

Los grupos afectados

"El gobierno supo a quién pegarle con estas nuevas disposiciones", aseguró Telésforo Avila, director de Consultoría Integral en Sueldos y Salarios (CISS).

Especialista en la materia, afirmó que la "lógica" seguida por el gobierno es la siguiente: "A los trabajadores asalariados no los voy afectar porque los sindicatos se van a rebelar con marchas y plantones; a los de ingresos altos tampoco, porque con ellos tengo que estar bien y contento. ¿Quiénes son los que no me pueden pegar un grito, los que no se atreverán a marchar ni a desnudarse en el Angel de la Independencia? Los de salarios medios, los de ingresos que van de 7 mil a 12 mil pesos mensuales".

"Supo a quién afectar", insistió. "Estaba consciente de que su objetivo era recaudar y tuvo que saber a quién le aplicaría algún impuesto."

­¿Cuál es su opinión acerca de las disposiciones fiscales para 2005 y 2006?

­Nos están dando atole con el dedo. Nos dicen: "vamos a bajar un poquito los impuestos", pero en 2006 se van a desquitar. Para entonces el impuesto local habrá madurado y los legisladores no podrán echarse para atrás. Los empresarios cometieron también un error por no oponerse. En noviembre del año próximo sólo quedará negociar la tasa de ese gravamen, que irá de 1 a 5 por ciento del salario base de los trabajadores.

­¿Con estas medidas se recaudará más?

­En 2005 será casi la misma recaudación de ISR retenido a salarios, pero en 2006 sí habrá incremento por el impuesto local, que es el que compensará lo que no se recaudó en 2005. El ISR, en general, pasará de 346 mil 210 a 375 mil 833 millones, pero esto se dará por la aplicación del costo de ventas a las empresas.

Avila García calculó que 20 por ciento del personal en cada empresa pertenece a la clase media y por tanto será afectado el año próximo por las nuevas disposiciones. Más aún, dijo, "estamos hablando de que al menos 20 por ciento de los recursos que serán recaudados en 2006 serán producto del impuesto local. Eso es mucho: no puedes recaudar tanto cuando la inflación no ha llegado ni a 6 por ciento".

"En términos generales, en 2005 se afectará a los salarios medios y en 2006 a los salarios bajos", reiteró. En el caso del estrato de los salarios más bajos el subsidio gubernamental será en promedio de 250 pesos, pero el impuesto local (si se aplica la tarifa de 5 por ciento) "se comerá 5 por ciento del ingreso total y hasta 25 por ciento del apoyo oficial. ¿Dónde está la ayuda?", se preguntó.

"En la iniciativa de la Ley de Ingresos se argumentó que (la clase media) es el grupo que tiene la capacidad económica y administrativa para soportar esta carga fiscal. En cambio ­dijo­, pareciera que las personas de altos ingresos no tuvieran esa misma capacidad económica y, por el contrario, necesitarán de nuevos beneficios, como ocurrirá en los dos años siguientes."

Es cierto. Las personas con salarios altos no verán afectadas sus percepciones en 2005 y 2006. Por el contrario, la reducción general en las tasas de ISR les permitirán incluso pagar montos menores de este gravamen a los que estaban acostumbrados.

De acuerdo con el Centro de Investigación del Instituto Nacional de Contadores Públicos, una persona que en 2004 ganó el equivalente a 60 salarios mínimos mensuales (82 mil 517 pesos) pagó 22 mil 428 pesos por ISR, mientras que con las disposiciones de 2005 pagará 21 mil 290 pesos.

En el caso de ingresos equivalentes a 100 salarios mínimos (137 mil 529 pesos), hoy se paga 40 mil 32 pesos y el año próximo se pagarán 37 mil 794 pesos. En tanto que para 200 salarios (275 mil 59 pesos) la tarifa se reducirá de 84 mil 41 a 79 mil 52 pesos.

"A las personas de salarios altos están contentos porque a ellos sí les beneficia la rebaja del ISR de 32 a 30 por ciento ­afirmó Avila García, pero a aquellos con salarios bajos se les cargará después lo que ahora dejen de pagar", concluyó § 

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