Usted está aquí: viernes 4 de febrero de 2005 Espectáculos Vuelo controlado

Leonardo García Tsao

Vuelo controlado

La posición de autor consumado le ha permitido a Martin Scorsese aceptar proyectos que no han surgido de su iniciativa, mientras se apeguen a sus temas predilectos. En ese sentido, resulta comprensible su interés por la biografía de Howard Hughes, el famoso millonario que en la última parte de su vida se convirtió en un recluso demencial. El aviador cubre sólo dos décadas de su vida, desde la costosa producción de Angeles infernales, iniciada en 1927, al primer vuelo del avión gigante Hércules en 1947, pero es suficiente para que el cineasta lo integre a su galería de héroes neuróticos.

Interpretado por Leonardo DiCaprio con su inevitable físico de adolescente bonito, Hughes es otro personaje solitario muy emparentado con el Sam Rothstein de Casino (1995). El protagonista es retratado como el rey de los control freaks, un megalómano total empeñado en dominar a Hollywood y al mundo de la aviación civil con sus descabellados proyectos. Aunque seduce a cuanta starlet le sale al paso, es incapaz de conseguir una pareja estable; al tiempo que una creciente paranoia -y otras manías- lo enajenarán aún más de sus colaboradores cercanos.

Scorsese se concentra en los esfuerzos aéreos de Hughes, y no en su desempeño cinematográfico. Después del rodaje de Angeles infernales hay una secuencia sobre los problemas de censura de El proscrito -de hecho, las únicas dos películas dirigidas por el magnate- y nada más. Lo hollywoodense se circunscribe más bien a sus conflictivas relaciones con Katherine Hepburn (Cate Blanchett) y Ava Gardner (Kate Beckinsale), ninguna de las cuales está dispuesta a ser controlada por él.

La obsesión de Hughes por diseñar los aviones más rápidos y grandes es empleada por Scorsese para poner al día el mito de Icaro. De hecho, el declive del personaje comienza cuando literalmente cae del cielo, al sufrir un aparatoso accidente aéreo que lo dejará con cicatrices físicas y anímicas. Por ello, el realizador lo ha filmado como si se tratara del fin del mundo. Es el principio del fin de Hughes, su vuelo en picada a un infierno de aislamiento y locura.

Los personajes de Scorsese siempre han sido más fascinantes cuando se pierden en sus obsesiones y Hughes no es la excepción. Es cuando el millonario empieza a volverse loco en su afán de asepsia, lavándose las manos hasta dejarlas sangrantes, o quedándose encerrado con una colección de sus excrecencias, que El aviador ofrece los momentos más propios de su realizador. Si bien el virtuosismo técnico y el vigor narrativo de Scorsese no flaquean en sus casi tres horas de duración, se trata de su realización más sobria y convencional en términos formales. Quizá para no parecer manierista, en este caso ha disminuido el bombardeo audiovisual. No hay aquí ese arrojo estético cercano al delirio, el tono de inventiva febril que suele acompañar sus logros más memorables.

Asimismo, los protagonistas de Scorsese se caracterizan por ser conmovedores aun cuando se comporten de manera repelente. Basta pensar en Taxi driver (1976) o Toro salvaje (1981) para encontrar dos ejemplos contundentes de esa capacidad de introducirnos en la psique de personajes cuya violencia externa es una expresión de su pathos. En cambio, Howard Hughes permanece distante, en parte porque su arrogancia característica impide la empatía; y también porque DiCaprio, no obstante su versatilidad histriónica, no encuentra el lado emotivo de un hombre irremediablemente solo e insatisfecho.

La paradoja es que al describir a un excéntrico, Scorsese ha hecho una película centrada en los registros usuales de la biopic hollywoodense. Tal vez por ello ha sido celebrada hasta por el lado conservador de la industria. En ese sentido, sería coherente -y hasta previsible- que el director reciba finalmente el premio de la Academia por su trabajo menos arriesgado.

EL AVIADOR

(The Aviator)

D: Martin Scorsese/ G: John Logan/ F en C: Robert Richardson/ M: Howard Shore/ Ed: Thelma Schoonmaker/ I: Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Kate Beckinsale, John C. Reilly, Alec Baldwin/ P: Miramax Films, Initial Entertainment Group, Forward Pass, Appian Way, Cappa Productions. EU, 2004.

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