Usted está aquí: viernes 4 de febrero de 2005 Mundo El informe de Bush, un espectáculo con consecuencias reales dentro y fuera de EU

Renombra su guerra contra el terrorismo, ahora se trata de "promover la libertad"

El informe de Bush, un espectáculo con consecuencias reales dentro y fuera de EU

Ratifica el Senado estadunidense a Alberto Gonzales como nuevo procurador general

La acción detrás de la retórica

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DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen George W. Bush ayer en Montana en una gira que emprendi�ra promover su reforma al sistema de pensiones FOTOS Afp

Nueva York, 3 de febrero. George W. Bush llegó al podio del Congreso y a las cámaras como un conquistador triunfante, portando su bandera de la "libertad" y anunciando que habrá más victorias en esta gran aventura de Estados Unidos como "fuerza activa del bien en el mundo".

El discurso de anoche en realidad se centraba en dos grandes temas: la próxima etapa de la llamada guerra contra el "terrorismo" (ahora renombrada como la misión de promover la libertad), y la "reforma" del estado de bienestar social estadunidense empezando con el Seguro Social. Así, de la misma manera que impuso una nueva doctrina de política extranjera

El informe presidencial anual fue más bien una obra de teatro, un monólogo con algunos actores cumpliendo papales silenciosos secundarios en el palco de la primera dama, donde ocurrió el hecho que de inmediato fue calificado por los medios poco objetivos como el "más emotivo" y emblemático de la noche. Ahí, la invitada especial del presidente para representar a los electores iraquíes, sentada junto a Laura Bush se puso de pie, dio la vuelta y abrazó a otra invitada especial, la madre de un marine muerto en el asalto a Fallujah en Irak. Las lágrimas corrieron y comenzó la ovación más larga de la noche. Ahí estaba cristalizada la "visión" de Bush: el abrazo entre los liberadores y los liberados, y el sacrificio de ambos en nombre de "la libertad".

El show fue realizado perfectamente, y detalles problemáticos como la situación actual de Irak, el hecho de que no había armas de destrucción masiva, la tortura y otros abusos, el hecho de que el mundo considera que Bush es uno de los principales peligros para la paz y otras cosas fueron escondidos detrás del escenario.

Pero el problema es que aunque el informe de anoche fue sólo un espectáculo, las consecuencias son muy reales dentro y fuera de Estados Unidos. No sólo se refrenda la política con que se invadieron y ocuparon dos países, sino que también se anuncia el intento para desmantelar lo que queda del estado de bienestar construido por Franklin Delano Roosevelt hace 70 años (vale mencionar que el discurso de Bush anoche concluyó con una cita de Roosevelt: "cada edad es un sueño que se está muriendo o una que está por nacer"). Detrás de la retórica, sí hay acción, y se ha comprado durante los últimos cuatro años. El informe de anoche confirma explícitamente que este grupo gobernante busca seguir implementando una agenda radical para rehacer el mundo y este país en su imagen.

Lo que está en el aire es si lograrán o no cumplir con los objetivos muy concretos que se esconden detrás de la retórica tradicional de este tipo de discurso.

Después del gran abrazo, el presidente declaró que la misión liberadora continuará y dio aviso que Siria e Irán están ahora plenamente en las mira de las fuerzas del "bien". Además, dejó claro que esta gran campaña mundial por la libertad se centra por ahora en toda la región de Medio Oriente, y después al "más allá". "Estados Unidos se mantendrá con los aliados de la libertad para apoyar los movimientos democráticos en Medio Oriente y más allá, con la meta final de terminar con la tiranía en nuestro mundo", declaró.

Reiteró que la "única fuerza suficientemente fuerte para detener el surgimiento de la tiranía y el terror, y sustituir el odio con la esperanza, es la fuerza de la libertad humana". A la vez aseguró que "Estados Unidos no tiene ningún derecho, ni deseo y ninguna intención de imponer nuestra forma de gobierno sobre nadie más". Más bien, dijo, la meta es la promoción de una "comunidad de naciones libres e independientes" democráticas.

Al inicio, Bush recordó que el ideal que guía todo lo que hace su gobierno es "la libertad para todos", y dijo que sus propuestas políticas giraban en cómo promover ese ideal dentro y fuera de Estados Unidos.

Por lo tanto, el otro tema fue lanzar la gran cruzada para transformar el estado del bienestar al proponer la "reforma" del Seguro Social, justificado también como un acto en favor de la "libertad". Nunca se empleó la palabra "privatización" en toda la noche, pero esto es precisamente el objetivo. "Reforma" es privatización en clave, y todos los políticos aquí lo saben. En lugar de proponer que parte de los fondos del Seguro Social se inviertan en cuentas privadas, el presidente prefirió usar el término "cuentas personales". Se trata de promover un modelo como el chileno o el británico para privatizar, por lo menos en parte, las pensiones a los jubilados, o sea, trasladar fondos públicos al sector privado, siempre con la justificación de nutrir la "libertad" del individuo.

Esta es una apuesta riesgosa no sólo porque los demócratas están casi unidos en oposición a estas iniciativas, sino que dentro del propio partido del presidente hay división y nerviosismo por las consecuencias políticas de promover esta iniciativa, y el altísimo costo de una derrota para los republicanos. Pero el presidente hoy inició una gira para llevar su mensaje de la urgencia de una "reforma" del Seguro Social directamente ante "la gente" y ya se abrió el juego, con o sin el apoyo de los que dudan de esta jugada.

Claro, se mencionaron varias propuestas e iniciativas más, cada una diseñada para un efecto político particular: unas cosas fueron para complacer al ala ultraconservadora fundamentalista, otras para intentar robar bases de apoyo del Partido Demócrata, y otras para ofrecer algo a sectores claves, como latinos, o empresarios. De ahí, la mención de la "defensa del matrimonio" (o sea, en contra del matrimonio gay), la propuesta de un programa de trabajadores migratorios huésped, propuestas para apoyar el trabajo social de organizaciones religiosas, iniciativas para combatir la delincuencia juvenil, mención del sida y sus efectos entre los negros, y más.

Pero estos eran temas secundarios. Aquí la idea fue el auto elogio del proyecto político de Bush y su equipo: al evitar el cambio de régimen en casa, reiterar que la política de cambio de régimen en el extranjero continúa como la política de Estados Unidos.

La gran cruzada por "la libertad" apenas empieza, dijo, y consideró que su propuesta es una idea comparable a la abolición de la esclavitud, la liberación de Europa y la derrota del "comunismo imperial". O sea, se puede concluir que el proyecto de Bush no es modesto.

Entre los que ayudarán a Bush a implementar su "gran" visión se encuentran veteranos de las grandes luchas por la "libertad". Esta noche el Senado ratificó, por un voto de 60 contra 36, a Alberto Gonzales como procurador general. Mañana empezará a desempeñar su cargo. Para algunos, el hecho de que será el primer latino en ocupar el puesto es más importante que su papel en descartar provisiones de la Convenciones de Ginebra o su papel en justificar el abuso y tortura de detenidos en Irak, Afganistán y Guantánamo, entre otros lugares.

El senador Mel Martínez, republicano cubanoamericano, ofreció ayer lo que parece ser el primer discurso parcialmente en español en la historia en el pleno del Senado, el cual casi ninguno de sus colegas entendió, elogiando a Gonzales como "uno de los nuestros" y dijo a su público latino (su discurso fue trasmitido en vivo por Univisión) que "representa todas nuestras esperanzas y nuestros sueños".

A la vez, ayer se anunció que Elliott Abrams, acusado y condenado legalmente por su participación en el escándalo Irán-contra, fue elevado al puesto de subasesor de Seguridad Nacional para estrategia de democracia global. El ex secretario asistente de Estado durante el gobierno de Ronald Reagan y hasta hace poco un "asistente especial" del presidente, se enfocará en particular en la "promoción de la democracia global y los derechos humanos".

Por otro lado, entre los que están participando directamente en la misión liberadora de la humanidad, y por la defensa de los valores humanos más sagrados mencionados por Bush, está el general de los marines James Mattis quien dijo, en una conferencia esta semana en San Diego al hablar sobre el combate contrainsurgente en Irak, "qué divertido es pegarle un tiro a cierta gente". Agregó que "de hecho, es muy divertido luchar". Mattis es comandante de la primera división de marines en Irak, y también encargado de algo llamado "desarrollo de combate" para esa rama militar.

Estos, entre otros, son los encargados de implementar el guión presentado anoche por el presidente. Los historiadores y críticos de teatro deberán determinar si todo esto resultó ser una comedia, tragedia o tragicomedia. Los demás, al parecer, tienen la opción de esperar para ver qué es eso de ser liberados por las fuerzas del bien, tanto dentro como fuera de este país.

 
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