Usted está aquí: sábado 5 de febrero de 2005 Opinión El partido de todos tan temido

Gustavo Gordillo

El partido de todos tan temido

1. En mis artículos anteriores he propuesto el término de embriagancia para definir la política moderna como una combinación entre embriaguez del discurso y fragancia de los métodos, es decir, sutileza en el planteamiento y sentido de la oportunidad.

2. He usado como punto de referencia las innovaciones en los alimentos de diseño, porque me parece una analogía relevante que ilustra los retos existentes para ciudadanizar la política como actividad cotidiana, no como rito accesible sólo a expertos o profesionales.

3. Los alimentos de diseño, como en general los artículos de marca, han tenido éxito gracias a tres factores. Primero, tienen un legado histórico rico y vasto y aunque constantemente se actualizan mantienen siempre sus raíces. Segundo, se trata de marcas multidisciplinarias que actúan en diversas categorías y en distintos nichos de mercado. Tercero, estas marcas saben articular negocios con creatividad.

4. Si hablamos de plasticidad en la política democrática estamos necesariamente hablando de partidos políticos y de sus relaciones con el Estado y con los diversos actores sociales. En América Latina vivimos un momento paradójico, donde la democracia se hace presente en todas partes. Resiste embates, propicia la emergencia de nuevos actores y amplía la pluralidad. Al mismo tiempo genera escepticismo, desilusión y, en algunos casos, desesperanza. Frecuentemente los partidos, los parlamentos o simplemente los políticos gozan de una exigua popularidad.

5. Este contexto me recuerda la excelente película de Federico Fellini, Ensayo de orquesta. Se desenvuelve en un antiguo convento-oratorio donde una orquesta sinfónica se apresta a realizar sus ensayos. Los integrantes de la orquesta conforme se instalan están concediendo entrevistas a un grupo de televisión que filma un reportaje. Esta primera parte de la película se centra en la elaboración que cada músico hace sobre la importancia de su instrumento para el funcionamiento del conjunto de la orquesta e incluso para su trascendencia, aun cuando no existiera la orquesta. Es la relación entre el individuo y su instrumento. Llega el conductor, quien intenta agrupar a su orquesta. Pero comienza a generarse una protesta in crescendo entre algunos de sus integrantes. El conductor impugnado y ofendido abandona la sala, que a partir de ese momento se ve impregnada de un ambiente caótico y anárquico. Algunos quieren instalar su liderazgo, otros buscan marginalizarse en una especie de sálvese-quien-pueda. En medio de una inolvidable mezcla de sonidos producto del genio del compositor Nino Rota y de un sistemático proceso de demolición de los muros que realiza una pala mecánica, la película culmina con el regreso del conductor, que se transfigura en una especie de dictador hitleriano. Se restablece el orden. ¿Se restablece el orden?

6. En el último tercio del siglo XX la discusión más significativa en el ámbito del quehacer público ha girado alrededor del concepto de soberanía popular. Sea que la discusión se adentre en el terreno de la reordenación económica, sea que se analicen los problemas de la representación democrática o se revisen las características de los nuevos movimientos sociales y sus expresiones culturales; en todos los casos el debate implícito está relacionado con el tipo de relaciones entre sociedad y Estado.

7. Las movilizaciones y el debate entre las distintas fuerzas que integran la entretejedura de las sociedades latinoamericanas en las recientes décadas obedece claramente a la extenuación del modelo corporativo estatal. Este modelo se marchita respecto al: a) formato central basado en el entendido de que las clases sociales son conjuntos no homogéneos, sino heterogéneos y por tanto no obedecen a un principio automático de unificación; b) discurso de justicia social que se ve cuestionado desde el espacio de la construcción democrática con el reclamo de mayor participación en la toma de decisiones; c) concepto de tutela estatal concebida como protección a los intereses de "menores de edad", impugnado desde la reivindicación de plena ciudadanía de los distintos agentes sociales.

8. Con todos estos procesos en marcha hay una fuerte tendencia a la fragmentación social. A la idea de que el instrumento de cada músico es más importante que la orquesta y al cálculo que se deriva de ello: puedo sobrevivir sin los demás.

9. Esta etapa de fragmentación y anomia social se despunta peligrosamente en el horizonte latinoamericano. Por ello se requiere que la política regrese a la sociedad. El partido de todos tan temido.

 
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