''Con los sueños aprendió algo de felicidad'': su editor
Falleció el catalán Miquel Bauçà, considerado como un poeta maldito
El ''poeta maldito'' catalán Miquel Bauçà murió al parecer a finales del pasado diciembre, aunque su cuerpo sin vida fue hallado apenas el 3 de enero en su piso de la calle Marqués de Sentmenat, en el barrio de Les Corts, según confirmaron fuentes de los Mossos d'Esquadra.
En información divulgada ayer por el diario español La Vanguardia, los vecinos dieron el aviso por el mal olor. El forense determinó que la muerte del escritor -de 70 años, según consta en el atestado y de 64 según consta en su ficha editorial- había ocurrido muchos días antes, por causas naturales, pues no se hallaron signos de violencia ni medicamentos que sugirieran un suicidio.
Nacido en la población mallorquina de Felanitx, irrumpió en la literatura con el libro de poemas Una bella historia, con una voz ''diferente y original".
Huraño y solitario, Bauçà vivió siempre escondido, ''la mayor parte de su vida en Barcelona, pero durante dos o tres años se recluyó en una caravana en un terreno de su familia en las afueras de Felanitx''. El ''poeta maldito'' permaneció voluntariamente escondido buena parte de su vida.
Escribió además Carrer Marsala y El canvi, ''libros desolados, tenía (Bauçà) a la sociedad como enemiga. Decía que había descubierto los sueños y creo que mediante ellos aprendió alguna forma de felicidad'', dijo Xavier Folch, su editor desde 1985.
La Guardia Urbana se hizo cargo del cuerpo de Miquel Bauçà y el caso está en manos de los jueces.