Usted está aquí: sábado 12 de febrero de 2005 Espectáculos El Papalote presenta la muestra Circo, maroma, ciencia y teatro

La exposición temporal se mantendrá hasta el 1º de mayo

El Papalote presenta la muestra Circo, maroma, ciencia y teatro

JAIME WHALEY

Ampliar la imagen Los ni�fueron los encargados de cortar el list�naugural de la exposici�OTO Carlos Ramos Mamahua

El mundo del circo, que en muchos genera curiosidad, está al alcance de la mano y la mirada escudriñadora de la chiquillería desde esta semana en el Papalote Museo del Niño, en Chapultepec, con la exposición Circo, maroma, ciencia y teatro.

''Tenemos el arte del circo, su expresión de las emociones y sus sentimientos, y también la parte científica'', explicó Marinela Servitje, directora del recinto que alberga la exposición, propiedad del Ontario Science Centre, de Canadá, que podrá ser visitada hasta el primero de mayo.

La muestra incluye 20 exhibiciones interactivas para que el público infantil y adulto pueda conocer la vida interna del circo, incluyendo los carteles del legendario Hugo Zacchini, El proyectil humano, o el también famoso Diávolo, que le daba la vuelta entera a un círculo en bicicleta, en abierto desafío a la gravedad.

Un circo de pulgas, así de diminutas, también puede ser visto, y los melómanos pueden recrearse intentando componer su propia música, pues las bandas, sabido es, hasta hace algún tiempo formaban parte del ámbito circense.

Engaños circences

Las historias que se plasman en las mamparas proceden de circos estadunidenses, principalmente el Ringling Brothers, que está por visitar la capital de nueva cuenta.

Los engaños de las empresas para ganar clientela y disminuírsela a la competencia son citados; así, uno puede enterarse de que P.T. Barnum, compró en 1882, sin antes revisarlo, al gigantesco Jumbo, un elefante africano del zoológico de Londres, pues le dijeron que era el único paquidermo blanco en el mundo, lo cual fue mentira pues resultó ser café con algunas manchitas rosadas; otro circo, el de Adam Forepaugh, presentó al público un albo paquidermo que, se descubriría luego, tenía cuatro manos... ¡pero de pintura!

En otra mampara se da cuenta de que a Gargantúa, el gran gorila, también del Ringling, que pesaba 225 kilos, cada noche se le tenía que proporcionar un cobertor nuevo pues siempre amanecía de mal humor y destrozaba el que había usado para dormir.

Anécdotas similares y la acostumbrada parafernalia del circo pueden disfrutarse: los intrépidos pueden curar sus ansias de alambristas, malabaristas y/o payasos, intentando caminar, eso si, debidamente sujetados con un chaleco, por un alambre a poco más de tres metros de altura.

La sección de curiosidades

Las disimilitudes fueron parte de los circos y se les recuerda, pues aparece, en la sección de curiosidades, por ejemplo, un cuadro con informaciones de los auténticos siameses Chang y Eng, quienes nacieron en 1811 en el entonces reino de Siam, hoy Tailandia, que vivieron unidos por el diafragma 65 años, se casaron, tuvieron familia y murieron con dos horas de diferencia.

Prácticamente nada de lo que atañe al circo está fuera pues hasta las cacas inoloras, ya secas, o quizás imitadas, de animales como el camello, la cebra, el elefante y el tigre, pueden ser admiradas.

El costo para entrar a la muestra completa es de 10 pesos y el horario es de lunes a viernes de 9 a 18 horas, mientras que los fines de semana y días festivos es de 10 a 19 horas.

 
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