Usted está aquí: domingo 13 de febrero de 2005 Economía El próximo gobierno federal también estará maniatado por el Congreso: EIU

Cuestiona el incremento del grado de inversión

El próximo gobierno federal también estará maniatado por el Congreso: EIU

El próximo presidente de México también tendrá las manos atadas para promover las llamadas reformas estructurales, pues el Congreso que surja de las elecciones de 2006 estará aún más fracturado por pugnas internas en los partidos, pronosticaron analistas de The Economist Intelligence Unit / Infoestratégica (EIU), quienes calificaron de exagerado el optimismo de las firmas calificadoras Moody's y Standard and Poor's, que recientemente aumentaron el grado de inversión a México.

EIU consideró que la economía mexicana está "sobrevaluada" y cuestionó el optimismo de las firmas calificadoras, pues ninguna de las llamadas reformas estructurales se ha aprobado y existe incertidumbre sobre el crecimiento económico del país, los problemas financieros de Pemex y las elecciones de 2006, que vislumbra como las más disputadas en la historia del país.

Aunque no prevé una crisis financiera o económica en México, EIU señala que mantendrá una posición "conservadora" sobre la calificación crediticia de México y sobre sus perspectivas de crecimiento e inversión.

El 31 de enero Standard and Poor's aumentó la calificación de la deuda soberana de México y argumentó que el país ha incrementado su capacidad para resistir choques externos.

La estabilización de la deuda pública de México, combinada con una mayor captación de divisas gracias al aumento de las remesas enviadas por los migrantes y la acumulación de reservas internacionales fueron los factores que más pesaron para que Standard and Poor's mejorara la evaluación de la deuda soberana de México (la calificación a largo plazo en moneda extranjera pasó de BBB- a BBB, y en moneda local de -A a A).

También tomó en cuenta que el riesgo-país de México ha descendido drásticamente en años recientes, de aproximadamente 900 puntos base hace una década a cerca de 165 puntos base en la actualidad. Este es uno de los diferenciales más bajos entre las economías emergentes.

Sin embargo, los especialistas de EIU en riesgo-país están más preocupados por el rechazo a las propuestas del Ejecutivo. Según sus analistas, la transformación económica del país se ha atorado en el debate sobre reformas "políticamente delicadas", especialmente la fiscal, la laboral y la energética. Esto explica por qué, a pesar de su amplia apertura comercial, de las reformas al sector financiero en los años 90 y de su acceso privilegiado al mercado de Estados Unidos, México ha tenido un desempeño lejos de ser espectacular.

El crecimiento promedio del PIB real en el periodo 1995-2003 fue de apenas 2.5 por ciento, contra 8.5 por ciento en China, 6 por ciento in India y 3.2 por ciento en Estados Unidos. El 4.2 observado en 2004 fue un repunte luego de tres años de estancamiento, en los cuales el PIB avanzó menos de uno por ciento, en promedio.

Refiere que a pesar de tener una mejor calificación de riesgo que Brasil, México destinó una mayor proporción de sus ingresos fiscales al pago de intereses de la deuda.

Esto se debe a la escasa capacidad recaudatoria del país. A pesar de haber logrado mejoras recientemente, la captación fiscal apenas llega a 12 por ciento del PIB. Si se excluyen los impuestos que genera la venta de petróleo la cifra cae a 10 por ciento. Brasil recauda más de 30 por ciento y otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que México forma parte, lo superan ampliamente.

(Redacción: David Zúñiga)

 
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