Usted está aquí: sábado 19 de febrero de 2005 Cultura Reclutan a un niño mexicano en las filas de Gigantes de la danza

Isaac Hernández alternará con luminarias adultas en el Auditorio Nacional

Reclutan a un niño mexicano en las filas de Gigantes de la danza

A sus 14 años busca la cuarta beca para continuar estudios en el American Ballet Theatre de Nueva York

Aspira a ser primer bailarín e incursionar en la docencia, dice a La Jornada

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Isaac Hern�ez, hijo de bailarines profesionales, comenz� carrera a los 8 a�de edad FOTO Cortes�Auditorio Nacional

En otros países los bailarines mexicanos se enfrentan a muchos tabúes y uno de ellos es ser extranjero. ''Pero una vez que bailas en el escenario y demuestras que puedes ser mejor, las cosas se voltean y te ven como un ídolo'', expresa Isaac Hernández.

De apenas 14 años de edad, este bailarín es una de las principales promesas del ballet mexicano y uno de los invitados al espectáculo Gigantes de la danza, que se presentará el jueves próximo en el Auditorio Nacional.

Hernández alternará con figuras de la talla de José Manuel Carreño, Gillian Murphy, Carlos Acosta, Simona Noja, Giuseppe Picone, Leonid Sarafanov y Alejandro Virelles, entre otros.

Hijo de bailarines profesionales, comenzó su carrera a los 8 años en el patio de su casa; es el sexto de 10 hermanos -cuatro mujeres y seis hombres- y sólo él y su hermano menor, Esteban, se dedican de lleno a la danza clásica.

Isaac es becario y estudia en Filadelfia, en The Rock School for Dance Education, y ''si todo va bien'' éste será el cuarto año que tenga una beca de verano en el American Ballet Theatre de Nueva York.

Durante su desarrollo profesional ha ganado premios y becas en Francia, República Checa, Cuba, Estados Unidos, El Salvador, Costa Rica y Guatemala. En 2002 obtuvo el Premio Nacional de la Juventud en la categoría de actividades artísticas.

Por el ballet, todos los sacrificios

Isaac Hernández forma parte de una nueva camada de bailarines mexicanos que realizan estudios en instituciones extranjeras, apoyados por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, entre los que figuran Mara Thompson (14 años), quien recientemente debutó en el Canada Royal Winnipeg Ballet; Selene Guerrero (16 años), estudiante de The National Ballet School de Ontario y Viridiana Hernández (18 años), quien estudia en el Koninklijk Conservatorium de La Haya, Holanda.

En el exterior, prosigue Hernández, ''los bailarines mexicanos tienen mucha dedicación y eso es impresionante porque no pasa aquí muy seguido.

''Las personas no toman tan en serio el ballet y los pocos bailarines que hay de México me han impresionado; la verdad es que a pesar de todos los tabúes y los problemas que hay aquí para los bailarines, éstos siguen trabajando fuerte para destacar.''

Al llegar a otros países, expresa a La Jornada, ''primero te juzgan por ser extranjero, pero una vez que bailas en el escenario y demuestras que puedes ser mejor que ellos, las cosas cambian: te ven como ídolo, porque viniendo de un país como México, que no tiene mucho ballet, destacas y pones su nombre en alto.

''Muchas veces no creen que eres mexicano. Sí hay un poco de reserva con los extranjeros en todas partes, pero todo eso se quita cuando te ven bailar.''

Sus primeras clases provinieron de su padre, el bailarín Héctor Hernández. ''Conforme iba pasando el tiempo me fue gustando cada vez más. Me empezó a surgir algo de que cada día que pasaba me sentía mejor en mi clase, más a gusto y llegó el momento en que ya no quería dejar de bailar, quería hacerlo todo el día''.

Dedicarse por completo a la danza clásica ha implicado muchos sacrificios y hacer cosas a un lado, señala, pero ''lo más importante que he dejado es mi familia; este año y medio que he vivido en Estados Unidos mi familia no ha estado aquí conmigo, he dejado otras cosas pero no son tan importantes como la familia. Sí, el ballet requiere de muchos sacrificios, pero al final de cuentas vale la pena''.

La meta de Isaac Hernández es llegar a ser primer bailarín y piensa sobre todo en el American Ballet Theatre y en el Royal Ballet, de Londres. Más adelante, agrega, ''me gustaría dedicarme a dar clases, enseñar a otros, en México sobre todo.

''No me gustaría dejar de bailar. Pensar que tarde o temprano dejaré de bailar, me asusta. Eso y las lesiones que pasan, pues siempre habrá alguna lesión, es lo que más me asusta.''

En su presentación del jueves 24 en el Auditorio Nacional interpretará la variación de Vasilio de Don Quijote y una coreografía contemporánea de Christopher Fleming, titulada Pedrito el cubano. La función será a las 20:30 horas.

 
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