Han aparecido sindicatos fantasmas, de protección o extorsión, señala la legisladora
"De membrete", 95% de los contratos laborales registrados en el DF: Barrales
Sólo 30 por ciento de la PEA local está sindicalizada; el resto simula estarlo, asegura
La aparición de sindicatos fantasmas, de protección o extorsión en la ciudad de México ha provocado que 95 por ciento de los 100 mil contratos colectivos registrados ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) sean únicamente de "membrete" y crezca el mercado negro laboral reflejado en contratos y renuncias en blanco, ingresos inferiores a los pactados y la continúa búsqueda de las familias de una entrada extra de dinero.
La diputada perredista Alejandra Barrales Magdaleno mencionó que los últimos datos reportados por las autoridades laborales indican que sólo 30 por ciento de la población económicamente activa (un millón 200 mil) está sindicalizada y el resto "simula estarlo, lo cual es favorecido por la crisis económica, el cierre de negocios y la falta de una política federal en la materia que permita la capacitación y arribar a mejores niveles de productividad".
Dicha situación, advirtió, tiende a agravarse en el corto plazo ante la "obsesión" de continuar con una política económica neoliberal, que el año pasado se tradujo en la incorporación de un millón de personas a las filas del desempleo o la informalidad y permitió la "negociación" anticipada de los contratos en varias empresas transnacionales.
Mencionó entre las firmas que han "simulado" esta relación obrero-patronal para someter a sus trabajadores a condiciones laborales extenuantes, sin garantizarles, en muchos de los casos, el pago de sus prestaciones sociales y menos un fondo de retiro a Mc Donalds, Wal-Mart y Burger King, valiéndose de las necesidades económicas de la gente y el entusiasmo de los jóvenes para incorporarse al mercado laboral.
"Se trata de un problema presente en todos los sectores productivos, llámese comercio, servicio, transporte, industria y aerolíneas, aunque se presenta con menor fuerza entre la gente con un mayor grado de preparación de la ciudad porque han proliferado los sindicatos de protección, fantasmas o blancos; así como aquellos denominados de negocio, los cuales se dedican a extorsionar a empresas y autoridades laborales", argumentó.
La legisladora comentó que la mayoría de los sindicatos registrados ante la JLCA no cumple con la representación de sus trabajadores y "se nota este vacío en el crecimiento del desempleo y despidos, en la imposibilidad de romper los topes salariales y la caída del poder adquisitivo, que están trastocando los temas de seguridad social y representan una bomba de tiempo, de no atenderse".
Actualmente, son pocas las organizaciones gremiales que revisan realmente las condiciones contractuales y luchan por mejorar la calidad de vida de sus representados, pero su tarea se ve empañada por líderes caducos o cooptados, como Víctor Flores, presidente del Congreso del Trabajo, que impulsa un sindicalismo corporativo y sólo le importa el cobro de cuotas u otros que tiene 500 contratos colectivo y los "negocia con las partes".
De esta manera, el sindicalismo de negocios o extorsión continúa su expansión en la ciudad mediante el sometimiento de empresarios, autoridades y los propios trabajadores, a quienes se les quita una parte de sus ingresos a cambio de una protección inexistente, lo cual se ha convertido en una mafia y un jugoso negocio.
Por ello, la legisladora perredista adviritó que de no atenderse de inmediato las necesidades laborales de la gente, se mejoren las condiciones en que trabajan y cesen los despidos mediante una política de fomento a la inversión, la productividad y el empleo, así como una real democratización de los sindicatos, "generaremos una bomba que en cualquier momento estallará".