Usted está aquí: jueves 24 de febrero de 2005 Economía El riesgo político podría afectar el crecimiento del país: BdeM

Hacer a un lado a López Obrador pondría en entredicho las elecciones de 2006: EIU

El riesgo político podría afectar el crecimiento del país: BdeM

En un escenario difícil se "sobreajustaría" la política monetaria, afirma Ortiz Martínez

ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andr�Manuel L� Obrador, durante su tradicional conferencia matutina FOTO Maria Mel�rez Parada

El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, sostuvo que ante la posibilidad de que se incremente el riesgo político en el país, ello "podría afectar tanto a la inflación como al crecimiento", y consideró que en ese escenario tendría que tomarse la decisión de "sobreajustar" la política monetaria. "Pero procuraremos nunca hacerlo, sino ajustar únicamente lo necesario y lo preciso", dijo.

Refirió que en cada proceso electoral puede ser normal que haya incertidumbre, pero planteó que en la medida que la competencia política "se conduzca en la legalidad y apego a las instituciones y las leyes", el nerviosismo y el riesgo disminuirán considerablemente. "Mi percepción es que en el próximo proceso electoral tendremos algunos periodos de volatilidad, pero en la medida que (las votaciones) se conduzcan de acuerdo con esto, tendremos una transición, desde el punto de vista de los mercados, ordenada", afirmó.

Durante una reunión de trabajo con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Ortiz ponderó los logros de la política monetaria restrictiva, "que no sólo es menor a la de otros países, sino que coincidió con el único año de la administración en que la economía creció a una tasa más o menos razonable, que fue de 4.4 por ciento. Y eso fue cuando apretamos los choques inflacionarios", resaltó.

Anticipó que a pesar de las buenas perspectivas macroeconómicas, durante este año el ritmo de crecimiento será "alto, pero menor al observado en 2004", cuando fue de 4.4 por ciento; se ubicará entre 3 y 4 por ciento, derivado principalmente de los riesgos del elevado déficit fiscal y el alto índice de la cuenta corriente en Estados Unidos.

"Para el crecimiento siempre está el riesgo de que la economía y el crecimiento mundiales no se sostengan, que haya una pérdida de confianza en la capacidad de Estados Unidos de resolver sus problemas deficitarios, que se dé una depreciación acelerada del dólar, y una desaceleración más rápida en la economía americana (sic). Las últimas cifras apuntan a un escenario más benigno; sin embargo, hay algunos focos rojos, como la caída en la productividad estadunidense, y otras señalan que pueden darse una desaceleración hacia delante", expuso.

Durante su amplia exposición y a las preguntas de los diputados, el gobernador del Banco de México consideró la posibilidad de que se generen 400 mil empleos y que el déficit de la cuenta corriente sea de 2 por ciento del producto interno bruto (PIB), y adelantó mejores perspectivas en el control de la inflación, "que ya se están materializando".

El panorama para una inflación baja, explicó, dependerá de cinco elementos: las perturbaciones de oferta han comenzado a ceder, la reducción de los precios del crudo, disminución en los precios internacionales de alimentos y materias primas, reducción en las tarifas de energía eléctrica y la fase del ciclo en que se encuentra la economía.

Sin embargo, el punto que más interesó a los legisladores fue la advertencia de los daños a la economía que puede causar un entorno político riesgoso.

El diputado priísta José Alarcón Hernández consideró que a pesar del panorama adverso, "las instituciones de este país aguantan cualquier riesgo".

-¿Aguantarán un desafuero? -se le preguntó al legislador al terminar la reunión de trabajo.

-Es posible, porque está en riesgo no sólo un partido, sino la estabilidad nacional, y a eso no hay que apostarle. A todo aquello que ponga en peligro la nación no hay que apostarle, independientemente de la causa.

También, a una pregunta del priísta Francisco Suárez Dávila, de si la incertidumbre política puede provocar una salida masiva de capitales de los tenedores de papel gubernamental, el gobernador del Banco de México consideró que aun si se da "una oferta excesiva de títulos o una liquidación masiva, serían los tenedores los que sufrirían una pérdida muy importante".

Esto porque, explicó, actualmente los papeles de deuda a largo plazo están definidos en pesos, a diferencia del pasado, cuando los adeudos eran pagaderos en moneda nacional, pero denominados en moneda extranjera.

"Además, tengo la impresión de que muchos de esos títulos están en manos firmes, que buscan realizar una ganancia anticipando una caída en la curva de rendimiento y una baja en las tasas de interés", expresó.

Eliminar a Andrés Manuel López Obrador de las elecciones de 2006 pondrá en entredicho la legitimidad de esos comicios y la del próximo gobierno; además, será un retroceso en la transición democrática, advirtió Economist Intelligence Unit (EIU).

En un estudio sobre México, los analistas dan por hecho que el gobierno de Vicente Fox Quesada fracasará en su intento por sacar adelante las reformas energética, fiscal, laboral y de telecomunicaciones, y sólo conseguirá algunos "avances parciales".

Los analistas señalan que Vicente Fox se ha convertido en un presidente sin poder real (lame-duck president), y destacan que su debilitamiento se hizo aún más evidente desde noviembre, cuando las fracciones del PRI y el PRD en la Cámara de Diputados hicieron observaciones al presupuesto de 2005, las cuales Fox impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Según Economist Intelligence Unit, el eventual desafuero de López Obrador -quien ha repuntado en las encuestas- sería percibido por la mayoría de los electores como "una cínica maniobra política" para obstaculizar la carrera del jefe de Gobierno del Distrito Federal.

"Si López Obrador fuera eliminado de la contienda en estas circunstancias, la legitimidad tanto del proceso electoral de 2006 como del próximo gobierno quedaría en entredicho e implicaría un retroceso para el proceso de consolidación democrática", advierte.

Recuento de desencuentros

En su análisis, EIU/Infoestratégica hace un recuento de las disputas entre el gobierno federal y el capitalino: el caso de El Encino, los videoescándalos, el proceso contra René Bejarano, las reformas al artículo 122, que obligan al gobierno federal a hacer más aportaciones para educación, los linchamientos de Tláhuac y el juicio de desafuero.

A pesar de la incertidumbre legal en torno a su candidatura, y aunque no ha declarado oficialmente su intención de contender por la Presidencia, la precampaña extraoficial de López Obrador parece ir a toda marcha. Una iniciativa nacional para crear redes ciudadanas para apoyar su candidatura recibió un espaldarazo en diciembre con la creación del Comité de Organización para las Redes Ciudadanas (CORC).

El libro de López Obrador, Un proyecto alternativo de nación, "es esencialmente un manifiesto de campaña", y sus giras para presentarlo por todo el país le darán una gran oportunidad de promover su candidatura a la Presidencia. Para los primeros meses de este año ya se tienen previstas presentaciones en varios estados.

El jefe del gobierno capitalino, agrega Economist Intelligence Unit, organizaría una consulta pública con el propósito de generar apoyo a su candidatura y socavar la credibilidad del proceso legal que podría emprenderse en su contra tan pronto como la comisión instructora decida desaforarlo o él pierda el fuero al dejar el cargo.

En el plano económico, EIU prevé que las políticas fiscal y monetaria seguirán concentradas en el control de la inflación, el déficit y la deuda; mientras, el crecimiento seguirá supeditado a la economía de Estados Unidos y el producto interno bruto (PIB) irá a la baja en lo que resta del sexenio: 3.1 por ciento este año y 3.3 por ciento en 2006.

EIU prevé que las relaciones políticas entre partidos y dentro de éstos serán cada vez más hostiles, con miras a las elecciones presidenciales.

Mientras, las tensiones entre el gobierno federal y el del Distrito Federal continúan en aumento debido a las maniobras para desaforar al perredista Andrés Manuel López Obrador

EIU señaló que los próximos dos años la escena política mexicana estará centrada en las elecciones presidenciales de 2006, que se vislumbran como las más reñidas en la historia del país.

La contienda política agravará las dificultades para lograr consensos en el Congreso; sin embargo, aún pueden lograrse algunas modificaciones parciales en materia política, laboral y energética.

EIU prevé que la elección de candidatos a la Presidencia agravará las pugnas internas dentro de los tres principales partidos, y no descarta rupturas que dificultarían aún más la gobernabilidad.

Los analistas señalan que aun cuando ganara el PRI o el PRD no habrá grandes cambios en la política económica; sin embargo, la principal preocupación seguirá siendo el estancamiento de las reformas estructurales.

Algunos de los elementos menos controversiales de la reforma energética -en particular darle mayor autonomía fiscal a Pemex- podrían aprobarse, al igual que ciertos cambios en materia laboral. Sin embargo, no se prevén mayores avances en temas cruciales como la reforma fiscal o mayor apertura del sector eléctrico.

Se prevé que las discusiones sobre la reforma política avancen este año, pero no lo suficiente como para asegurar una mayor gobernabilidad en el próximo sexenio.

Como el Partido Revolucionario Institucional es la primera minoría del Congreso, su postura será determinante para el desarrollo de la agenda legislativa. El PRI seguirá en su lucha interna para conciliar a los modernizadores que están en favor de las políticas de mercado con la vieja guardia que está en favor de una mayor participación del Estado en la economía.

Estas tensiones se han profundizado y hacen al PRI vulnerable a una división, lo que complicaría aún más el panorama legislativo.

Sin embargo, la posibilidad de que el tricolor recupere la Presidencia en 2006 puede alentar la unidad en ese partido. Su dirigente nacional y principal aspirante a la candidatura, Roberto Madrazo, podría ofrecer el respaldo de su partido a las reformas estructurales en aras de crear condiciones favorables en caso de que el PRI llegue al poder.

Los avances en dichas reformas durante los próximos dos años le permitirían al próximo gobierno beneficiarse de un crecimiento de la economía y de la competitividad. Sin embargo, para Madrazo no será fácil conseguir el apoyo del ala nacionalista y estatista del PRI para aumentar el impuesto al valor agregado (IVA) y abrir aún más el sector eléctrico a la inversión privada.

Economist Intelligence Unit/Infoestratégica

Redacción y traducción: David Zúñiga

 
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